Resumen y sinopsis de Los santos inocentes de Miguel Delibes
Retrato macabro de la España de desamparo y miseria.
En la Extremadura profunda de los años sesenta, la humilde familia de Paco, “el Bajo”, sirve en un cortijo sometida a un régimen de explotación casi feudal que parece haberse detenido en el tiempo pero sobre el que soplan ya, tímidamente, algunos aires nuevos. Es época de caza y Paco se ha tronzado el peroné. Las presiones del señorito Iván para que lo acompañe en las batidas a pesar de su estado sirven para retratar la crueldad, los abusos y la ceguera moral de una clase instalada en unos privilegios ancestrales que considera inalienables y que los protagonistas soportan con una dignidad ejemplar.
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La mejor, o una de las mejores descripciones literarias que se han hecho de las desiguales relaciones de clase en el campo español, en una época que puede ubicarse a principios de los sesenta y en algún lugar junto a la “raya” de Portugal.
Los señoritos imponen su ley y se dirigen a sus sirvientes con una mezcla de menosprecio y paternalismo, como parte de una estructura social rígidamente jerarquizada asumida por todos y donde la pobreza, la ignorancia y la falta de cultura son la norma. Unos callan, consienten y obedecen con resignación, los otros les tratan de manera igual o peor que a los animales, o bien como una posesión más sobre la que pueden ejercer su voluntad sin cortapisas; en ningún caso como a seres humanos, más allá de cierta actitud piadosa en cuanto a proporcionarles una educación muy rudimentaria, y como pura y graciosa merced que se les concede. Las humillaciones se dirigen también a un estrato intermedio de esa pirámide social (Pedro, “el périto”) y se llenan de connotaciones sexuales.
El señorito Iván, Paco “El Bajo”, el Azarías y su hermana la Régula; personajes memorables y muy bien caracterizados, odiosos, patéticos, entrañables, repulsivos, todo a la vez. Tarados o discapacitados, más o menos animalizados, sin higiene ni condiciones dignas, aparentemente lejanos para el lector… y aún así, Delibes nos conmueve hasta el tuétano con la cruda humanidad que desprenden.
El narrador omnisciente se contagia de modismos, vocabulario y giros, muletillas, adquiere fluidez al hacer un uso anómalo de la puntuación y del diálogo, entre una temporalidad difusa sobre todo al principio y una progresión implacable de los acontecimientos hacia el final.
Por un lado destaca el egoísmo, el machismo y la hipermasculinidad depredadora del señorito, insensible, acostumbrado a obtener lo que quiere; su mentalidad es de cazadores y presas, su expolio del medio natural es sistemático. Al otro lado, la mirada infantil, amoral, del simple; su pequeño mundo de amor infinito hacia lo que él llama “la milana”, de miedos irracionales (el cárabo), su inclinación a cuidar de los demás. Pero también su papel como ejecutor de una venganza del destino, o justicia poética que le hace “inocente” ante el crimen, al colisionar ese mundo suyo con la injusticia imperante. Se hace difícil, pues, juzgar, se disuelve en parte el evidente maniqueísmo de la novela (presente, por cierto, en esa “femme fatale” que anda por ahí), aunque por dentro nos alegremos de lo ocurrido y de la violencia, hasta el momento reprimida, disimulada, que se desata cual auténtico orden natural de las cosas.
Más detalles elocuentes son: la enseñanza de las letras, las reglas sin sentido de la gramática, que deben ser asumidas sin más, frente a las matemáticas tan particulares y libres del Azarías (que cuanto más se piensa, más surge como auténtico protagonista de estas páginas y extremo antagónico de Iván). Los hijos, una nueva generación que se resiste pasivamente a aceptar lo que sus padres han aceptado, más consciente y que representa los nuevos tiempos, o cierta esperanza futura de librarse del yugo. Aunque el autor lo negara, el libro se carga de una resonancia política y en sí mismo se convierte en un interrogante, dado el momento de su publicación, sobre si estamos ante el retrato de un tiempo felizmente superado, o bien lo contado se perpetúa de alguna manera.
El libro me pareció muy interesante y entretenido, sin embargo no llegas a empatizar del todo con los personajes y el final es muy abrupto y anticlimático ya que ni te das cuenta que ese es el final, pareciera que al autor le daba pereza seguir escribiendo y lo terminó de esa forma. Lo demás bastante bien en cuanto al léxico y muy rico vocabulario y expresiones utilizadas en la obra. 7/10
Soy un estudiante de 4º de la ESO y según mi opinión es un libro bastante entretenido, que refleja cómo era la vida de muchas personas en los años 60 en un cortijo en España. Al principio cuesta un poco entenderlo pero conforme se va leyendo se entiende cada vez mejor y es entretenido, a la vez que el lector comprende la situación que vivían muchas personas.
Magnífico relato del Sr. Delibes, retratando las vidas del "Azarías", de "Paco el Bajo" o de "Iván el señorito".
Aunque el lenguaje utilizado puede resultar algo antiguo, la prosa, forma de escribir y descripciones que hace son formidables; con un toque tanto de humor como de drama.
Novela que leí hace ya más de 25 años y de la que me quedó grabada en la memoria la frase "milana bonita".
En ella se nos refleja el abuso y la injusticia de la clase alta de la época, así como la discriminación que hay con los personajes que tienen alguna discapacidad, los cuales son motivo de burlas. A pesar de ser una novela corta, los personajes son capaces de transmitirnos ternura, rabia, enfado...
Encantada de haberla releído de nuevo.
Una de las obras maestras de Miguel Delibes... Aún siendo bastante cruda, es de lectura "obligada" para quien quiera conocer la vida rural en los años sesenta. Asimismo, indicar que se realizó una película, del mismo nombre, la cual también recomiendo encarecidamente.
Es, sin duda, una obra maestra. Nadie ha descrito tan bien la Castilla del Franquismo. La ruralidad y sus gentes son diseccionados, así como lo que quedó del caciquismo durante muchos años, un caciquismo basado en la imposibilidad de mejora de los campesinos.
Qué decir de esta novela que no se haya dicho. Obra maestra, así como la película. Milana bonita!
Triste, cruda, cruel, desgarradora. Delibes traza el trato inhumano de unos Señoritos hacia su servidumbre en los años 40.
Una novela inmensa del gran Delibes. Otra más de este buen escritor de Valladolid. Después de haber pasado el tiempo de su lectura, mucho tiempo, todavía me viene a la memoria el papel de Rabal acariciando con voz aguardentosa a la milana en la película del mismo nombre. Puede que ambas, novela y película estén a la misma altura, cosa no muy frecuente en la adaptación de novelas al cine.. A mí me sirvió para bautizar mi nombre en estas lides.