Resumen y sinopsis de Pedro Páramo de Juan Rulfo
Cuando al final de la década de los sesenta la narrativa hispanoamericana alcanzó un prestigio mundial, se volvió la vista atrás en busca de sus "clásicos", momento en el que la figura gigantesca de Rulfo destacó inmediatamente. En 1955 aparece "Pedro Páramo", novela gestada largamente por un escritor con fama de poco prolífico y que aunó la propia tradición narrativa hispanoamericana con las técnicas de los principales renovadores de la occidental: Joyce, Faulkner, Woolf... Rico y apasionante como pocos, el relato de la historia de Comala y de sus malogrados habitantes arrastra a los lectores del desconcierto a la sugestión, sumergiéndolos en una sucesión de cuadros líricos en la que los personajes, los paisajes y el lenguaje mismo parecen cobrar vida.
Un libro que para el lector se cuenta entre el mundo de los vivos y el mundo de los muertos separados por un tenue manto de neblina. Las crudas y ásperas historias de diferentes personajes se nos cuenta con una prosa que, sin darnos cuenta, nos transporta rápidamente a aquellos lugares para vivir de cerca las vivencias de los que algún día habitaron este mundo. Un libro en el cual es fácil perderse y el lector tiene que regresar pasos para no perderse en el camino, pero indudablemente se disfruta cada paso que se da.
Complejo, de lectura en calma que requiere mucha cabeza fresca porque es complejo. La muerte, los muertos en un estado nebuloso donde no se sabe si los personajes están por momentos vivos o no. Para releer seguido.
"Este pueblo está lleno de ecos. Tal parece que estuvieran encerrados en el hueco de las paredes o debajo de las piedras. Cuando caminas, sientes que te van pisando los pasos. Oyes crujidos. Risas. Unas risas ya muy viejas, como cansadas de reír. Y voces ya desgastadas por el uso. Todo eso oyes. Pienso que llegará el día en que estos sonidos se apaguen."
Gran clásico de la narrativa latinoamericana, que presenta la historia de un gamonal, Pedro Páramo, dueño de la propiedad "La Media Luna", en Comala, siendo él símbolo de dominio, pasión, lujuria, a la vez que atormentado por una obsesión femenina llamada Susana San Juan, por cuya "posesión" Pedro terminará pagando un alto precio. Paralelo corren otras historias y personajes, en un ambiente entre onírico, misterioso, "borrascoso", irreal y fantasmal, con saltos de tiempo pasado-presente que buscan explicar las motivaciones y las acciones de los personajes secundarios, los cuales navegan entre la realidad y la fantasía del relato: Juan Preciado; Abundio Martínez, hijo natural de Pedro; el padre Rentería; Fulgor Sedano el administrador de Pedro, Damiana Cisneros, Miguel Páramo, doña Eduviges, entre otros.
Con un estilo algo intrincado, Rulfo aborda en esta novela temas como el abandono paternal, la codicia, la lealtad caracterizada por el falso desinterés, como ocurre con Gerardo Trujillo, licenciado al servicio de Pedro en materia legal, así como el sicariato, el matrimonio a conveniencia y la pérdida de lo humano, vista como la tragedia del alma, algo que parece estar más allá de la vida y la muerte, en las "sombras de Comala".
Emblemática obra, de lectura nada complaciente, donde lo simbólico y lo "caótico" exige cierta comprensión y paciencia para entender su conjunto.
Un libro extraordinario por su complejidad narrativa, por las imágenes y por el lenguaje usado en la misma.
Los personajes que van desde Juan Preciado, el padre Rentería, Pedro Páramo, Eduviges, etc.. cada uno es clave en este "Testimonio de los muertos", que más allá de un realismo mágico como lo califican muchos, es un recuento en vida de los olvidados, de los ultrajados, de los ambiciosos y de aquellos en los que el tesoro del amor se negó a ser tomado por sus manos sucias.
Luvina, uno de los relatos del llano en llamas, sería ese preámbulo —como bien observa Mario Benedetti en el ejercicio del criterio— de lo que sería Comala, un purgatorio, un recinto donde se han retenido las voces de los que un día estuvieron; no es sorpresa que para a tener acceso es requerido llevar un guía como Abundio (Virgilio) ya que el camino para "entrar se baja y para salir se sube".
El final nos lleva al principio, a un lugar donde no ha quedado nada, sólo recuerdos, un páramo desolado y triste.
Original y desconcertante, Pedro Páramo es una obra liosa que no sabes muy bien donde ubicar. Está más que claro que es uno de los primeros ejemplos del “Realismo mágico”, un género propio dentro de la narrativa sudamericana. Y precisamente por su complejidad y el tipo de historia que trata, te logra enganchar muy pronto. Y si además tenemos en cuenta su corta extensión, contamos con todos los ingredientes clásicos de un gran libro.
Reconozco que solo conocía a Juan Rulfo, el autor, de oídas gracias a que la fama de esta obra es mundial. Y está claro que Rulfo es un escritor impecable con un estilo muy depurado y bien desarrollado, gracias a que cuenta con una prosa ágil y armoniosa, un lenguaje complejo, puesto que imita el habla popular del México de los años 50 y unas descripciones breves y concisas, pero lo suficientemente explicativas como para meterte en la historia.
Los personajes son, sin duda alguna, una de las cosas más logradas de todo el libro. Todos ellos, independientemente del peso que tengan en la trama, están construidos de manera muy sólida y resultan coherentes y verosímiles. Y eso incluye a los tres protagonistas: Juan Preciado, un hombre que va en busca de su padre; Pedro Páramo, padre del anterior y cacique del lugar y Comala, el enigmático pueblo donde transcurre toda la historia.
La historia de Pedro Páramo es bastante simple en la forma pero increíblemente compleja en su estructura. En esencia, el libro trata sobre la historia de un lugar llamado Comala, situado en México. A este lugar, antes próspero y rico, ahora deshabitado y desolado, es donde llega Juan Preciado para cumplir la promesa que le hizo a su madre muerta, de ir a su pueblo y enfrentarse a su padre. Desde su llegada, el escenario y la gente se torna enigmática y confusa. De tal forma que al final, no sabes que es verdad ni que es mentira, o que puede ser real o producto de la locura. Mientras que Preciado se descompone, el libro nos desvela el destino de Pedro Páramo, a través de una serie de flashbacks narrados por varias voces. Finalmente todas las tramas confluyen en Comala, un pueblo en ruinas lleno de voces del pasado con una historia de odio y venganza detrás. Y hasta aquí voy a desvelar. Aunque está claro que la novela es mucho más profunda de lo que pueda aparecer. Pedro Páramo habla sobre las frustraciones, sobre las ilusiones perdidas y cómo una sola persona podrida puede arrastrar a toda una población hasta el desastre, negándoles incluso la salvación divina. Es una obra que invita a la reflexión y a un análisis profundo para intentar descubrir el significado. Y eso es igual para el final. El desenlace es tan críptico como el resto de la novela. Y también trágico como solo puede terminar este tipo de historia.
En suma, Pedro Páramo es una novela complicada que deja un poso extraño. Su lectura es enmarañada, confundiendo al lector que tiene que mantener la tensión constantemente para no perderse algún momento crucial. Si a esto le añadimos las numerosas referencias de la cultura popular mexicana, el extravagante lenguaje (en serio, es el libro en mi idioma con más notas aclaratorias de vocabulario que he leído nunca) y la simbología ajena para lectores de otras latitudes, tenemos una obra fascinante que logra encandilar y horrorizar a partes iguales. El apellido del título resulta muy significativo. Y es que el odio y el rencor forman un páramo en el corazón humano. El acierto de Rulfo consiste en haber trasladado ese desierto al mundo material, generando una novela pesimista, pero manteniendo un pequeño resquicio para la esperanza.
Un relato único, realmente, desde el tema principal hasta la forma de narrar. Excelente prosa, mucho folklore, no queda a deber en ningún aspecto.
La definición de maravilla en una novela corta.
Personajes y literatura van a la par en lo mágico.
Una historia del México del siglo XX. Caciquismo, machismo, violencia, y todo regado con el realismo mágico latinoamericano.
Una de las obras cimeras de la literatura latinoamericana. Lo breve, si bueno, dos veces bueno. La frase del inicio es inolvidable.
Escuche que Gabriel García Márquez, mencionó en algún momento que si hubiera escrito un libro como el que escribió Juan Rulfo, tampoco habría escrito más en la vida. Debo confesar que quizás lo leí en el colegio pero nunca noté la belleza del escrito. Este libro es sorprendente y digno representante de la cultura mexicana. Me llevó paralela entre el mundo de los vivos y los muertos, hasta el punto de hallarme a veces perdida en la historia, pero también encantada con los personajes, los paisajes tan ampliamente descritos, las costumbres, el lenguaje tan de origen. Lo recomiendo ampliamente y diría que todos deberíamos leerlo alguna vez en nuestras vidas.