Resumen y sinopsis de El descontento de Beatriz Serrano
El descontento es la historia de Marisa, una mujer en la treintena que vive anestesiada mediante orfidales y vídeos de Youtube para soportar las rutinas y pesares de su día a día en una agencia de publicidad. Tan solo acude presencialmente a la oficina para ahorrar dinero en aire acondicionado durante el sofocante agosto madrileño. Marisa odia el trabajo. Sin embargo, no puede dejarlo: le gustan demasiado las cosas bonitas.
La semana previa a un team building organizado por su empresa, la ansiedad de Marisa se dispara; compartir un fin de semana entero con sus compañeros le resulta insoportable y el recuerdo enterrado de una tragedia ocurrida tiempo atrás vuelve para atormentarla. A medida que pasan los días, su máscara social, tan cuidada y pulida a lo largo de los años, se irá resquebrajando hasta hacerlo volar todo por los aires.
Esta novela es un dardo afilado que atraviesa al lector con cada palabra. Una radiografía magistral sobre las crisis vividas por cualquier persona que trabaja; sobre la soledad, la necesidad de vínculos y conexiones para encontrar la chispa y no tirarse delante de un autobús un lunes por la mañana.
Va de más a menos. Al principio, reconozco que me estaba gustando bastante, pero ya los últimos capítulos no me han gustado nada. Rompe mucho la historia que estaba contando y va por unos derroteros que, en mi opinión, no pegan con la historia.
"Soy como una fotocopia de lo que fui. Soy casi una oficinista más. Una de las miles de mujeres con las que te cruzas en el metro cada día y cuyas vidas te imaginas vacías y tristes. Un ser permanentemente cansado, instaurado en la fatiga, insulso, que utiliza sus seis, ocho o doce paradas diarias de metro como un oasis de evasión en el que imagina una vida mejor o se sumerge en libros que relatan otras vidas que son mejores. Cubierta por un abrigo negro y una bufanda gris en las frías mañanas de enero, cada vez me costaba más distinguirme del resto de las pasajeras."
Novela que explora la insatisfacción de la vida laboral en las oficinas, la poca o nula inclinación al trabajo en equipo, la relativa incompatibilidad con los compañeros de piso, así como el tren de vida solitario fuera de las horas laborables, una soledad que se intenta compensar con el acceso a diversas redes sociales como YouTube, Instagram, Pinterest, Whatsapp, entre otras, la lectura de libros y las visitas al Museo del Prado, las cuales proporcionan cierto 'divertimento' momentáneo en la protagonista, Marisa, una experta creativa publicitaria que no está a gusto en lo que hace y que intenta darle algún sentido a su vida, mientras se cuestiona a sí misma por el papel que asume dentro de una sociedad que ella caracteriza de frívola, pretenciosa, hipócrita, superficial. No obstante, algunos reencuentros con personas del pasado y ciertas coyunturas surgidas del mismo trabajo, harán que Marisa sienta que no todo está perdido.
Obra que refleja una difícil realidad con la que lidian muchas trabajadoras: la desmotivación; el recordar, quizás con un dejo de amargura, que "peor es nada" a la hora de estar atada a un cargo; la, muchas veces, injusta legislación laboral; la dependencia de ciertos elementos para lograr una estabilidad emocional y no sucumbir a la extenuante vorágine empresarial que, a nombre de la excelencia y la competitividad, sacrifica muchas veces a gente valiosa que se queda a medio camino en sus aspiraciones de superación personal y profesional.
Buena narrativa, ágil, entretenida, con muchos pasajes que invitan a la reflexión y dejan entrever una alerta social, como sugiere el título del libro, que no debe desconocerse a la luz de los tiempos que corren.