Resumen y sinopsis de Blackwater II. El dique de Michael McDowell
Mientras Perdido se recupera de la inundación, propone la construcción de un dique que impida una nueva catástrofe. Sin embargo con las obras comenzarán las corrientes impredecibles y las desapariciones. Mientras tanto, en el clan Caskey, la matriarca Mary-Love ve cómo sus intereses chocan con los de Elinor, su misteriosa nuera. Las tensiones entre ambas amenazan con destruir el pueblo entero. En Perdido se avecinan grandes cambios, y las consecuencias serán devastadoras.
Descubre el segundo volumen de la saga Blackwater.
Una saga matriarcal. Mujeres poderosas que luchan por el dominio durante generaciones. Una atmósfera única para una lectura adictiva. Un retrato realista con toques sobrenaturales. Escritura magistral y visual en un ambicioso proyecto entre el pulp y HBO.
En este segundo tomo, la historia se va consolidando en torno a la relación entre los personajes, al punto de que la tensión narrativa disminuye considerablemente. A diferencia de la entrega anterior, en esta oportunidad el lector apenas se va a encontrar con una trama que lo atrape y lo obligue a seguir avanzando. La construcción del dique y el día a día de los protagonistas llenan las páginas, y recién al final hay algo parecido a una atmósfera de suspenso, sin lugar a dudas como invitación a seguir con el próximo libro. Confío en que este caso no se trata más que de la bajada que permite una nueva (e impactante) subida. La pluma de McDowell, además, sigue tan amena como siempre. Sin lugar a dudas, vale la pena seguir con BLACKWATER.
Poca cosa más en este nuevo libro. A destacar las sutilezas en como Elinor y Mary-Love mediante diálogos dejan patente su animadversión. Aquí McDowell es un maestro, pocos como él son capaces de construir con gran maestría estos diálogos.
Esta segunda parte nos deja algo sobrenatural, unas pincelas, apenas escasas, que nos hace entrever que hay algo en Elinor.
La acción continúa donde quedó en «La riada». Los habitantes de Perdido se ponen en marcha para construir un dique que impida otro desastre como la riada de 1919. Elinor, por su parte, se posiciona en contra: quiere el río en libertad.
En escena aparecen nuevos personajes (Queenie —la cuñada de James Caskey—, Early, el pequeño John Robert...) y se profundiza en los que ya conocemos, especialmente en Sister. Para poder desarrollar sus historias, el autor deja un poco de lado la acción. Da sensación, por tanto, de ser más lenta que la anterior novela.
En «El dique» las escenas de terror son escasas, pero las que hay erizan la piel. Desde luego, McDowell goza de una habilidad increíble para, a pesar de que se ve venir por dónde va la cosa, dejarte con la boca abierta y el corazón en un puño.
El final es menos sorprendente que en su predecesor, pero aun así mantiene en vilo al lector y le hace querer seguir leyendo para saber cómo continúa la historia de Perdido.
Segunda parte de la serie y más de lo mismo. Mucha acción y muy poca literatura, es como si tuviéramos a nuestro primo contándonos una película.
La novela va creciendo en personajes que le ayudan en su desarrollo y la hacen más amena, especialmente la del niño deficiente tan importante en la trama.
Pasemos a la tercera parte a ver qué nos cuenta.