Resumen y sinopsis de Los hijos de Franz Kafka
Franz Kafka quería reunir las narraciones La condena, El fogonero y La transformación en un único volumen, pero su editor no aceptó pese a que la cohesión temática aportaba otra perspectiva de lectura. Existe en estos textos, decía Kafka, «una relación manifiesta y aún más una secreta, a cuya expresión, mediante su reunión en un libro titulado, por ejemplo, Los hijos, no querría renunciar». El volumen nunca se publicaría en vida del autor, y no fue hasta 1989 que salió a la luz en alemán.
La unidad de estos sobrecogedores relatos expone el rechazo que sentía Kafka hacia las figuras autoritarias y dominantes, la angustia ante un futuro incierto y el papel sufriente del hijo con tormentosas consecuencias, tales como la expulsión del hogar o la metamorfosis de uno mismo en la pesadilla de la casa. Así, la presente edición cumple por fin en español la aspiración del gran escritor de Praga.
Kafka es de esos escritores que pueden servir de vara de medir para otros escritores. Imagino a Julia Navarro o Pérez Reverte pensando que 100 años después de su muerte nadie publicará sus obras. No son solo las historias, es cómo las cuenta. El psicoanálisis, el ello, el yo y el superyó, ya no es una novedad pero siguen teniendo vigencia las tres historias aquí recopiladas.
"Mi padre es todavía un gigante". (Georg Bendemann)
"A mis padres les da ahora absolutamente igual lo que llegue a ser". (Karl Rossmann)
"No ignoraba Gregorio desde el primer día de su nueva vida, que al padre toda severidad con respecto al hijo le parecía poca. Echó a correr delante de su progenitor..."
Tres relatos de Kafka que deslizan la representación de la figura paterna en diversas circunstancias, bajo una visión tenue de amor-miedo-odio que proyecta rasgos autobiográficos del autor.
Una característica que se evidencia a lo largo de este conjunto de escritos es la conmoción que sufren los protagonistas Georg Bendemann, Karl Rossmann y Gregorio Samsa quienes, en tanto hijos, se enfrentan con un mundo exterior en el cual sus respectivos padres simbolizan la desconfianza y el reproche, la ausencia y la incertidumbre, y el desagradecimiento y la incomprensión. Estos elementos, presentes en cada historia, tendrán impactos emocionales con dolorosas consecuencias que reflejan la angustia, la soledad interior y un esfuerzo, a pesar de todo, por intentar agradar de buenas maneras a esas figuras muchas veces autoritarias y lejanas ante las inquietudes y aspiraciones de unos hijos "kafkianos", cual desarraigados de un vínculo familiar común, producto de ese choque con el exterior, con el "extranjero", señalando un destino personal fatalista y poco o nada esperanzador.
Obra de fuerte carga simbólica, demuestra el "combate perdido" del autor en su intento por entender al padre como figura masculina, visto como un ser rígido, todopoderoso y distante, causante de un progresivo aislamiento y un complejo de inseguridad difícil de manejar, testimoniado a través de estas expresiones literarias de gran valor y talento humano.