Resumen y sinopsis de El eco del destino de Iria G. Parente y Selene M. Pascual
CADA VEZ QUE SE USA EL AMULETO DEL TIEMPO, EL RESTO DEL MUNDO SUFRE.
Nathan Tabiz aprendió esa lección hace muchos años, igual que aprendió que el mundo más allá de las murallas del Sacro Reino de Daiva es peligroso y está lleno de demonios. Aprendió, también, que el poder del tiempo es codiciado y perseguido y que el deber de los celestiales es protegerlo.
Por eso, cuando heredó el Amuleto, ya sabía que jamás debía usarlo. Lleva toda la vida jurando que no lo hará: lo juró cuando su madre lo dejó en sus manos, se lo ha jurado mil veces al dios al que sirve, se lo ha jurado otras mil a sus amigos.
Sin embargo, nunca le ha dicho a nadie todas las veces que ha querido romper su palabra:
Cuando su madre murió.
Cuando le nombraron Portador.
Cuando dio su primer beso.
Sí, Nathan Tabiz sabe que no debe usar el Amuleto.
Lo que no sabe es que la persona de la que se ha enamorado morirá en tres días.
Este ha sido uno de los casos en el que me dejé llevar por las expectativas y los comentarios positivos para decidirme a leer el libro, y esto ha jugado en su contra porque esperaba más de la historia. Creo que esto viene también porque no deja de ser una primera parte y se siente muy así, como una introducción del mundo, los personajes y el conflicto. Sin embargo, siento que hay bastante relleno en la narrativa, demasiados momentos en los que se repiten los pensamientos de les personajes y se reitera lo que ocurre. Supongo que es para darle más dramatismo a la obra, pero se hace pesado leer continuamente que Nathan es el portador y lo enamoradísimo que estaba de Adam.
Lo mejor de la historia son sus personajes, aunque la historia de Adam y Nathan me parece muy telenovela adolescente como desencadenante de todo. Lilith, Caleb y Dariem me han encantado, me parecen personajes muy complejos y que tienen mucho que contar, mientras que me he quedado con ganas de saber más de Ammarah, que creo que tiene mucho que contar en los siguientes libros. Nathan y Adam son personajes con los que empatizo y a los que he cogido cariño, pero se pierden demasiado en el amor y se pueden hacer algo pesados.
El libro se lee súper rápido y te engancha bastante, ya que desde el principio se desencadena la acción. A pesar de los puntos negativos, la verdad es que te deja con ganas de más y, con lo bien construido que está le mundo, espero bastante de los siguientes libros.
Irbis.