Resumen y sinopsis de Cada día es un árbol que cae de Gabrielle Wittkop
Este diario imaginario escrito por una mujer, Hippolyte, mezcla recuerdos de infancia, de amores, de viajes (notas muy personales y suntuosas sobre la India, Alemania, París, Venecia, Madrid). Autorretrato de una individualidad excepcional cuya existencia se extiende desde el nacimiento hasta la muerte, esos dos límites que, paradójicamente, abren el espacio infinito de una vida efímera. Tenebrosa memoria de la carne, fermento de corrupción inoculado por los recuerdos, Cada día es un árbol que cae es un monstruoso antifonario, libro de misa negra, diario íntimo de la maldición de vivir.
A su muerte, el manuscrito fue encontrado por su secretaria. «Me hablaba de él, pero nunca me lo dejó leer.»
Se puede leer Cada día es un árbol que cae como una autobiografía soñada de Gabrielle Wittkop donde el amor, para bien o para mal, no tendría el lugar principal.