Resumen y sinopsis de Ubicuo alud de nívea luz divina de Daniel Fuentes Casado
Etimológicamente, poesía viene de hacer, y cualquiera que haga algo es ya poeta en algún sentido. De los hacedores de El Hombre Analógico llega Ubicuo alud de nívea luz divina, el mismísimo simio informatizado sale de su caverna encandilado por un tiempo difícil.
Si —Galeano dixit— somos lo que hacemos para cambiar lo que somos, asumimos de nuevo la acción —poesía— como forma mundana y aun inevitable de combate. Pudo haberse llamado Esperanza fieramente, por ser la esperanza el último reducto, el motor inmóvil que hace hacer. Auténtico hilo conductor del poemario, pretende ser un pequeño catálogo de alguna de sus formas: la luminosa, la tozuda, la pírrica, la alucinada, la oscura…
Para los viejos griegos, la esperanza era un mal, una calamidad que condenaba a los humanos a sufrir por sus carencias. En el polo opuesto, los chinos tienen una maldición: "que se cumplan todos tus sueños".
Puestos a elegir entre el anhelo o su contrario, y más en este tiempo incertísimo, he aquí una certeza: la esperanza, la esperanza del portento.