Resumen y sinopsis de Lecciones de Ian McEwan
Una historia íntima y universal. La peripecia vital de un hombre en un mundo convulso y cambiante.
Cuando era niño, los padres de Roland Baines lo mandaron a un internado. Allí, lejos del amparo familiar, tomó lecciones de piano con una joven profesora llamada Miriam Cornell, con quien tuvo una experiencia fascinante y traumática a partes iguales, y que marcó para siempre su vida. Los años, sin embargo, han ido pasando: Roland ha viajado, ha vivido en distintos lugares, se ha casado y ha tenido un hijo. Pero cuando su mujer, Alissa Eberhardt, lo abandona sin dar explicaciones, los cimientos de su realidad se tambalean y se ve obligado a reconstruir todos sus recuerdos para tratar de entender lo que ha sucedido. La vida de Roland está marcada por los grandes acontecimientos de los últimos setenta años: los misiles de Cuba, la caída del Muro de Berlín, Chernóbil, el Brexit, la pandemia... Hace de hijo, de amante, de esposo, de padre, de abuelo. Conoce el amor, el sexo, las drogas, la amistad y el fracaso. Y mientras se plantea por qué meandros ha ido discurriendo su vida, lo que sucedió con la profesora de piano lo sigue persiguiendo.
No había leído ninguna de las novelas anteriores de este autor, ni tampoco he visto ninguna de las películas que firma como guionista.
De mi primera experiencia con su obra he de decir que no se trata de una lectura liviana, de esas que pueden acometer en el transporte público, o con gente alrededor en la playa. Requiere entrega y paciencia, y si no la tienes puede resultar árida. No negaré que me costó entrar en el universo que propone, y que incluso tuve momentos de flaqueza en los que pensé en abandonar. Al fin y al cabo, tiene casi 600 páginas, y si llega un momento en que te cuesta ponerte a leer, se puede eternizar.
Sin embargo, decidí perseverar, porque lo que leía me parecía bueno, y consideré pertinente dar un poco más de mí para intentar sacarle todo el jugo.
Fue, sin duda, una buena decisión, porque finalmente encontré acomodo en torno al personaje protagonista, al que puedo decir que he acompañado con gusto desde su tierna niñez hasta su achacosa vejez, pasando por esa adolescencia arrebolada, esa juventud itinerante, y esa madurez inestable.
A lo largo de las páginas, me han interesado las dos vetas de la narración, tanto la preponderante, alusiva a sus cuitas personales, como la aledaña, referida al discurrir del mundo, visto desde el prisma de este laborista antisoviético que creyó, como tanta gente, que la caída del Muro de Berlín marcaba el final de la historia, y el comienzo de una era de calma y quietud geopolítica.
En definitiva, cuando cierro el libraco, una vez leída la última página, sé que he consumido un muy buen producto literario, pergeñado por un escritor en mayúsculas.
Narra la vida del protagonista desde su niñez, hasta que se convierte en abuelo, desde los tiempos de la Segunda Guerra Mundial, hasta la actualidad. A lo largo de la historia muchas vidas se entrelazan con la de él, amigos, amantes, familiares y nadie parece ser feliz. Los que tienen éxito, por sus renuncias, los que no tienen éxito por sus fracasos. El libro tiene algunos buenos momentos, en los que la vida del protagonista se entrelaza con momentos históricos, como la caída del muro de Berlín, pero generalmente no me parece muy inspirador.