Resumen y sinopsis de Ella cantaba boleros de Guillermo Cabrera Infante
Este libro debe su existencia a los consejos de dos escritores amigos. Uno de ellos, Mario Vargas Llosa, en fecha tan temprana, o tan lejana, como 1964, me aconsejó que publicara Ella cantaba boleros no como el hilo conductor que era de Tres tristes tigres, sino como una narración independiente. Han pasado exactamente treinta años para que yo hiciera caso: así soy de testarudo. El otro escritor amigo es Javier Marías, quien con su perspicacia de autor y, lo que es mejor, su autoridad como lector, me aconsejó, no bien apareció La Habana para un infante difunto, publicada en 1979: "El último capítulo es perfecto. Debieras publicarlo por separado." Y aquí están, juntos pero revueltos, los capítulos de Ella cantaba boleros (más, hay que decirlo, lo que iba a ser su final original y que por afán de simetría elininé de TTT: ese Metafinal que he publicado por separado sin ser una separata y cuyo subtítulo se debe y puede leer también como Meta final), y el largo lamento de amor que tiene por maestro a Ovidio y su Ars amatoria y por exergo, luego suprimido, ese verso que Shakespeare cita en Romeo Y Julieta: "Jove ríe ante el perjurio del amor". Las dos narraciones celebran a la noche y parecen citar, recitar el verso de Amores : O lente, lente currite noctis equi, que quiero traducir como :Corre lento, lento jinete de la noche.
Ella cantaba boleros reúne dos obras recuperadas en dos de sus grandes libros, hoy en día « clásicos »: "La amazona" proviene de "La Habana para un infante difunto" (1979) y "Ella cantaba boleros" de "Tres tristes tigres" (1965).
"La amazona" es una historia de amor tórrida (caribeña) con sexo desaforado. Es la historia de un joven crítico de cine, recién casado, con ambiciones literarias que vive en la «caliente» ciudad de La Habana en los últimos años de la dictadura de Batista. El sexo considerado por Cabrera Infante como un ejercicio mental que se ejecuta con el cuerpo. Es una historia de amor cabal, con un principio y un final, contada con ese desparpajo lingüístico inmejorable de Cabrera Infante que sabe mezclar un humor feroz con la intertextualidad y el choteo habanero.
"Ella cantaba boleros" es una historia desopilante de noctámbulos y de nocturnidad habanera donde la «noche no sólo es el fin y el principio, sino el medio». La protagonista es una negra elefantiásica que canta boleros a capela, está descrita de manera sumamente truculenta. El final es de una comicidad que me arrancó carcajadas a grito limpio a pesar de lo bochornoso del desenlace. El lenguaje es deslumbrante.