Resumen y sinopsis de No te veré morir de Antonio Muñoz Molina
Una emocionante novela sobre la fuerza del primer amor y sus espejismos.
Durante su juventud, Gabriel Aristu y Adriana Zuber protagonizaron una apasionada historia de amor que parecía destinada a durar para siempre. El futuro, sin embargo, tenía otros planes para ellos. Separados durante cincuenta años por un océano de incomunicación, ella atrapada en la España de la dictadura, él viviendo el éxito profesional en Estados Unidos, vuelven a encontrarse en el ocaso de sus días. Miradas, caricias, deseos acallados y viejos reproches dejarán paso entonces a la constatación de que la nostalgia de aquel primer amor lo es también de la persona que una vez fuimos.
No te veré morir es una novela sobre el poder de la memoria y del olvido, la lealtad y la traición, los estragos del tiempo y la obstinación del amor y sus espejismos. La conmovedora historia de una pasión frustrada por la vida y un hermoso retrato de la vejez escritos con una delicadeza extrema.
Tras aquel «magistral acto de fe en la escritura como depósito de memoria» (Domingo Ródenas de Moya, Babelia) que supuso Volver a dónde, Antonio Muñoz Molina vuelve al territorio de la ficción con una novela soberbia marcada por la musicalidad de una prosa que recuerda al mejor Thomas Bernhard.
Esta ha sido la primera novela que he leído de este autor. Pienso que si la primera de las cuatro partes de la novela, no hubiera hecho el "experimento" de hacer más de setenta hojas sin puntos, lo cual hace que sea pesada, desordenada y más impersonal, la calificaría como una obra excelente. Las tres otras partes me han cautivado mucho, la forma de escribir de su autor y de meterte en la historia, está muy bien lograda la ambientación y el desarrollo del personaje principal de la obra y que muchos datos importantes de la trama se nos van desvelando poco a poco. También creo que el final de la obra me ha dejado un poco frío.
No es la mejor novela de Muñoz Molina ni mucho menos, pero se ve la mano de un maestro en la narración, tanto en el estilo a base de monólogos interiores como en el magnífico uso del lenguaje.
La novela muestra una historia de amor, de amor perdido por la distancia primero, y por el tiempo después. Un amor del que solo conocemos hasta muy al final una de las caras, la del protagonista.
El protagonista rememora su vida y ese amor de juventud al que abandonó por otra vida, la que se esperaba de él. A lo largo de los años ese amor ha permanecido en la penumbra, primero en el recuerdo y luego en los sueños.
La narración tiene una segunda voz en la de un amigo de Gabriel, que solo puede referir de oídas la misma, pero que introduce un contrapunto.
El reencuentro final de los amantes, ya ancianos, nos muestra la otra cara de ese amor idealizado por el recuerdo y los sueños: resquemor, desconfianza y una última petición...
Novela corta pero con una gran profundidad en lo que nos muestra. Los personajes muy bien detallados, el deterioro causado por el paso del tiempo que enseña de los protagonistas. Siempre es un gustazo disfrutar de la prosa tan bien escrita de Muñoz Molina.
El libro está en una línea parecida a "La noche de los tiempos", puesto que uno de los temas centrales, además de la pérdida del amor, es la dificultad de adaptación de un español a la cultura USA, lo que pasa es que, en mi opinión, este tiene mucho menos interés novelesco. Solo hay, aparte del protagonista, dos personajes en la trama, ella, la amada, y el profesor español que da otro punto de vista sobre la forma de ser del protagonista, Gabriel Aristu. Pero a mi juicio, los dos resultan bastante desdibujados. Ni qué decir tiene el alto nivel de la prosa y el gran estilo del autor.
Me ha gustado muchísimo esta novela con unos personajes reales. El estilo es muy bueno, forma original en el primer tercio que exige una lectura distinta pero que consigue del lector disfrutar de la misma sensación que el personaje tiene. La historia evoluciona y el lector disfruta en cada momento.
Con su estilo magistral, A. M. M. nos deleita un una preciosa historia. Juega con la puntuación, con la longitud de los capítulos y con la profundidad de los personajes. Una genialidad más de este maestro de la literatura.