Resumen y sinopsis de El retrato de casada de Maggie O'Farrell
El matrimonio era su destino. Ahora tendrá que sobrevivir a él.
La esperadísima nueva novela de Maggie O'Farrell tras el gran éxito internacional de Hamnet.
Florencia, mediados del siglo XVI. Lucrezia, tercera hija del gran duque Cosimo de' Medici, es una niña callada y perspicaz, con un singular talento para el dibujo, que disfruta de su discreto y tranquilo lugar en el palazzo. Pero cuando muere su hermana Maria, justo antes de casarse con Alfonso d'Este, primogénito del duque de Ferrara, Lucrezia se convierte inesperadamente en el centro de atención: el duque se apresura a pedir su mano, y su padre a aceptarla. Poco después, con solo quince años, se traslada a la corte de Ferrara, donde es recibida con recelo. Su marido, doce años mayor, es un enigma: ¿es en realidad el hombre sensible y comprensivo que le pareció al principio o un déspota implacable al que todos temen? Lo único que está claro es lo que se espera de ella: que proporcione cuanto antes un heredero que asegure la continuidad del título.
Con la misma belleza y emoción con las que nos cautivó en Hamnet, Maggie O'Farrell vuelve a demostrar su inigualable talento para adentrarse en los recovecos del pasado en El retrato de casada, una novela que reinterpreta desde la ficción un capítulo de la Italia renacentista y narra la lucha contra el destino de una joven asombrosa.
Me siento en la obligación moral de poner en guardia a los amantes de la literatura para que no pierdan el tiempo abriendo este libro. No sé si se ha vendido bien ni si ocupa algún puesto relevante en alguna de las múltiples listas que abundan en medios y redes, pero sí sé que “Hamnet”, su predecesora, fue un notable éxito editorial. Y, sinceramente, o bien esta segunda fue fruto de algún tipo de imposición mercantil (“Mira, Maggie: no te rompas la cabeza y a ver si te ocurre algo rapidito para poder publicar aprovechando el rebufo…”) o bien las dos son truños de parecida índole que la autora ha sabido posicionar con artimañas mil veces vistas pero no por ello menos eficaces.
El libro (llamarlo “novela” cuesta…) comienza con una escena palaciega erótico-picantona (pero situada, por supuesto, en un plano mucho más cualificado: no olvidemos que estamos en el siglo XVI y que los personajes son “históricos”, al menos en el nombre) para gestionar la aparición nueve meses después de nuestra protagonista, que es, cómo no, una niña lista, inteligente, de gran sensibilidad artística e intrépida en extremo, que no es comprendida por su entorno y para la que se entrevé un futuro de rebeldía constante en busca de su empoderamiento y realización personal.
Se trata, en las pocas páginas que he leído, de recurrir hasta el cansancio a un feminismo de pacotilla, trufado de toquecitos de erotismo barato aquí y allá, para captar de forma infalible la atención de lectoras poco exigentes en el plano literario, pero modernas y duchas en los temas más actuales y mediáticos. Y este truco barato (que flaco favor le hace a un feminismo realmente combativo y que constituye la esencia de una subliteratura creada desgraciadamente para mujeres) se combina con otra maniobra consistente en utilizar personajes que han existido realmente (así, sin despeinarnos y de un plumazo, nos ubicamos nada más y nada menos que en “la novela histórica”) pero para los que la autora, pasando olímpicamente de todo rigor histórico (¡qué rollo, tú…!) y en aras de una supuesta creatividad, se inventa de cabo a rabo una vida que le convenga para su trama y que, claro, sintonice con los gustos y los ritmos de hoy; no nos vamos a poner pesados ni eruditos, que no se trata de cansar al personal, sino de entretenerlo con algo que encima resulta que es culto, histórico y, oye, con lo que se aprende un montón sobre la época renacentista… O sea, puro fraude, pero funciona.
La última parte que leí describía cómo nuestra intrépida protagonista sorteaba múltiples obstáculos para poder contemplar una tigresa enjaulada, que, claro, la atraía inexplicablemente. Por si se pasaba por alto el paralelismo (niña y tigresa almas gemelas, obviamente), el párrafo termina así: “…tenían que decirse muchas cosas la una a la otra. Lucrezia lo sabía… y la tigresa también”. Olé y olé...
Pura ficción, pura literatura y puro quehacer de autora que sabe manejar su oficio.
Los personajes son reales como seres hechos de imaginación y sus temores, sus sueños o sus deseos se hacen nuestros.
Me ha gustado mucho, no paré de leer hasta que la acabé, muy interesante y amena.
Me encanta el estilo narrativo de Maggie O'Farrell.
Su prosa es exquisita, y sabe transmitir las emociones y los sentimientos de una forma magistral.
Muy recomendable.
Destaco en esta novela, como en Hamnet, la espectacular forma que tiene la autora de convertir a los personajes en reales transmitiendo detalles de su vida cotidiana, de lo que les rodea, de una manera que podría trasladarse al aquí y el ahora. De esta forma, consigue acercarlos, hacerlos tangibles y sensibles, muy literariamente además. Esta novela es un tanto desasosegante, pues la protagonista es alejada de su casa, de su infancia... para casarse con un noble lejano e inclemente.
Después de releer Hamnet, al que valoré con 9, y decepcionarme en la segunda lectura, he dado una oportunidad a esta nueva novela. La conclusión es que es una copia de Hamnet. Personajes inventados sobre la base de un hecho histórico. No es más que una novela que se apoya en la historia, pero pura ficción. Me ha aburrido y no veo la gracia en inventar historias aparentemente históricas. La autora ya dice que es inventado, pero entonces no hay ninguna razón para inventarse una historia sobre un personaje real. No deja de ser un best-seller. No me ha gustado nada.