Resumen y sinopsis de Se tiene que morir mucha gente de Victoria Martín
La primera novela de Victoria Martín narra con desvergüenza e ironía la historia de cuatro amigas que tendrán que enfrentarse a una vida que no es la que esperaban.
Bárbara trabaja como asistente de guion en un programa de entretenimiento repleto de hombres que se creen tremendamente graciosos, es adicta a los ansiolíticos y está obsesionada con el dinero. Vive con su amiga de toda la vida, Maca, una aspirante a actriz que solo acumula rechazos en su currículum. Un día recibe una invitación de Elena, antigua compañera del colegio, para acudir a una de esas fiestas donde anuncian el sexo del bebé explotando un globo, cortando una tarta o lanzando un cohete. Decide ir porque necesita poner en orden su vida, y participar del capitalismo más descarnado engullendo un cupcake en forma de bebé le parece la mejor manera de empezar. Pero tras la fiesta, Elena, desesperada y en la recta final de su embarazo, abandona a su marido y se muda con Bárbara y Maca, una noticia terrible para ellas que trastocará por completo sus vidas. Al grupo se unirá Fabiola, una influencer con una marca de joyas «sostenible» que hacen niños en Bangladés y que comparte en Instagram frases como «Si quieres, puedes» o «Hakuna Matata». Es decir, un adulto funcional siguiendo los consejos de Pumba, el jabalí de El Rey León.
Así comienza esta historia: una embarazada ciclotímica, una actriz fracasada, una influencer inestable y una guionista frustrada tendrán que enfrentarse a una vida que no es la que realmente querían ni esperaban. Una novela sobre la inacción frente a los problemas del día a día que narra con ironía la historia de unas amigas, que se vuelven a reencontrar para descubrir que lo único que tienen en común es el paso del tiempo.
Mi valoración es porque el libro, a pesar de tener un argumento muy simple, me ha hecho reír muchísimo. Los mismos disparates que suelta en su podcast, los suelta en el libro, aunque sea en forma de novela. De hecho, me lo leí con su voz en la cabeza. Me parece la mejor humorista de España, pero te tiene que gustar su estilo, claro...
Aunque, quizás, no me ha llegado mucho la historia, me deja un sabor agradable.