Resumen y sinopsis de Nadie muere en Zanzíbar de Fernando García Calderón
Mi nombre es Mei, porque nací con las lluvias más intensas que mi padre recordaba, las de un mayo que trajo desgracias a mi pueblo, pero siendo todavía niño lo perdí. [...] Un día, huyendo de una reprimenda, me subí a una acacia y me quedé allí a pasar la noche. Dormido, no escuché los gritos de los míos, afanados en mi búsqueda. Desde entonces fui Chui, que en su idioma significa leopardo; un felino solitario al que los árboles sirven de cama. Tengo otros nombres. Yusuf, Goa, Fernando y Ferdinand Okello. Me dedico a negocios de importación y exportación, para lo que recorro medio mundo todos los años. Vengo a España, sin embargo, por vez primera. Mi nacionalidad actual, facilitada por un matrimonio de conveniencia, es la inglesa. Soy divorciado y reconozco por hijo a un chiquillo despierto que estudia en un colegio de Londres y para el que querría construir un imperio.