Resumen y sinopsis de La pequeña librería de los corazones solitarios de Annie Darling
Había una vez, en una pequeña librería de Londres, una joven soñadora llamada Posy Morland, quien vivía rodeada de libros y se escondía tras las páginas de sus novelas románticas favoritas.
Un día, cuando la excéntrica y anciana dueña de Marcapáginas murió, Posy se vio obligada a hacerse cargo de la librería, que se encontraba en una situación lamentable, y salir así de su cómodo refugio de romances de ficción.
Sin embargo, Posy no solo debía enfrentarse al ruinoso negocio que había heredado y hacerlo próspero, sino también a las presiones del nieto de la anciana, Sebastian, más conocido como "El hombre más maleducado de todo Londres", empeñado en fastidiar a Posy y desviarla de su plan por transformar Marcapáginas en la librería de sus sueños.
¿Logrará Posy su final Felices para siempre como las protagonistas de las novelas que tanto admira?
Enmarcada dentro de la literatura “feelgood”, La pequeña librería de los corazones solitarios (por cierto ¿qué pasa con los corazones solitarios? Ya he visto varios libros con títulos así), es una lectura amena aunque no por ello deja de ser estúpidamente convencional y banal, con una trama de los más típica y unos personajes que representan magníficamente los estereotipos de esta clase de libros.
La autora de esta obra es Annie Darling, una desconocida dentro del género que debutó con esta novela. Literariamente hablando, Darling es una escritora del montón con un estilo de escritura sencillo pero bien ejecutado, gracias a una prosa dinámica y bien desarrollada, un lenguaje funcional, aunque con una enorme abundancia de citas y referencias literarias, y unas descripciones normalitas sin nada realmente a destacar. Mención aparte hay que hacer de los personajes. Como he dicho arriba son un cliché y cumplen su papel a la perfección e incluso hasta la exasperación. Fuera de los cuatro parámetros descritos por la autora, los personajes no tienen nada más. Ni riqueza ni profundidad ni matices. Nada.
No hace falta ser muy listo para intuir de qué trata La pequeña librería de los corazones solitarios. Y es que no deja de ser la misma historia con el argumento digno de película de sobremesa, de esas que entretiene pero que olvidas demasiado pronto. Pero empezaré haciendo una pequeña sinopsis. En este libro seguimos a Posy Morland, una joven de veintiséis años que tras perder a sus padres en un accidente de tráfico tiene que ocuparse de su hermano menor Sam. Posy trabaja en “Marcapáginas” la librería de Lavinia, una adorable anciana que tras su fallecimiento le deja la tienda a Posy con la promesa de que revitalice el negocio. Así que nuestra osada protagonista decide convertir la tienda en una librería especializada en novela romántica, género literario que ama. Y es entonces cuando aparecen los problemas en forma de Sebastian, nieto de Lavinia. Posy y Sebastian se conocen desde la infancia, tienen ideas contrarias y no dejan de discutir. Pero Posy tendrá que acercar posturas con él si quiere que su proyecto salga adelante. Y hasta aquí puedo contar sin desvelar nada. Pero a poco que seáis un poco listos ya sabéis cómo sigue la cosa, ¿no? Siendo justa, el libro es divertido y se lee en un pispás, pero te resulta en exceso predecible y tampoco presenta ninguna reflexión que quede tras su lectura. Al final, todo ocurre como ya sabías que iba a pasar. Y el desenlace “happy ending” del tipo “todo se soluciona mágicamente” es absurdo e irreal, pero cuadra de manera fantástica con el resto del libro.
Definitivamente, La pequeña librería de los corazones solitarios intenta subirse al carro de la novela para chicas (si es que eso existe) con un toque de sofisticación por usar frases de grandes autores. Y la verdad es que no cuela. Si bien es cierto que te ríes en algunos momentos, no compensa su lectura. Lo único cierto es que las librerías son mágicas, pero nunca he conocido ninguna que tenga el poder de reunir los corazones de las personas. Supongo que la rara seré yo...