Resumen y sinopsis de Nunca me abandones de Kazuo Ishiguro
A primera vista, los jovencitos que estudian en el internado de Hailsham son como cualquier grupo de adolescentes. Practican deportes, tienen clases de arte y descubren el sexo, el amor y los juegos del poder. Hailsham es una mezcla de internado victoriano y de colegio para hijos de hippies de los años sesenta donde no dejan de repetirles que son muy especiales, que tienen una misión en el futuro, y se preocupan por su salud. Los jóvenes también saben que son estériles y que nunca tendrán hijos, de la misma manera que no tienen padres. Kathy, Ruth y Tommy fueron pupilos en Hailsham, y también fueron un juvenil triángulo amoroso. Y ahora, Kathy se permite recordar Hailsham y cómo ella y sus amigos descubrieron poco a poco la verdad. Y el lector de esta novela, utopía gótica, irá descubriendo con Kathy que Hailsham es una representación donde los jóvenes actores no saben que sólo son el secreto terrible de la buena salud de una sociedad.
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Aunque en cierto modo es un libro de ciencia ficción, el que se acerque por su género se va a desilusionar. El género es solo una excusa, aunque también es algo que suma y aporta misterio e intriga. Pero no es el eje. El eje, creo, es más profundo: es una historia de soledad, de amor, de mucha incomprensión, de la esperanza y de lo que parece indefectible y de cómo pequeñas decisiones y momentos marcan una amistad, un amor, una vida. Es una historia profundamente nostálgica, es la reconstrucción de muchos recuerdos. No es muy ligero, pero su intriga engancha. Y una vez enganchado, su profundidad golpea. Recomendado.
Novela de tintes distópicos y futuristas, la protagonista narra su vida recordando el pasado y las relaciones junto a sus amigos del colegio, una especia de institución que los forma para un determinado servicio que deben realizar una vez llegados a adultos y que no queda muy claro de que se trata; personajes rodeados de una sensación de soledad y tristeza que nunca llegan a sentir algo que pueda definirse como alegría.
En lo personal me gustan este tipo de novelas, tal vez falte sumarle algo a la trama para hacerla más atractiva; considero que por su desarrollo lento no es un libro recomendable para todo el mundo.
Creo que no he comprendido del todo este libro. No le entiendo el sentido a los personajes, a su búsqueda, al final, al desarrollo… a todo. La verdad es que no lo recomiendo. Al principio parecía que iba a dar mucho de sí y en pocas páginas se desinfla y se vuelve tedioso.
La obra del autor Británico, desarrolla en una insípida historia de amor una atmosfera sosegada y cautivante de un mundo, que simplemente para sus personajes y el lector es inevitable. La narración que en general parece pesada por la falta de elementos de juicio y profundos análisis de la situación personal de los estudiantes de Hailsham cumple definitivamente el cometido finalistico que buscó el autor con el desenlace en el tercer acto de la obra. Es un libro para conocer el nuevo modo de ser fatalista en estos nuevos tiempos.
El tema es interesante, habla básicamente sobre algunos alumnos de un colegio donde se va descubriendo que todos los que están ahí son seres clonados, sin embargo el ritmo del libro es lento y sin cosas significativas que sucedan a través del mismo, por lo que se me hizo un poco tedioso.
Imaginemos que a finales de la segunda guerra mundial se alcanza un gran avance tecnológico y científico con la capacidad de crear clones humanos, unos clones humanos que son utilizados como donantes de órganos del resto de la humanidad. El libro nos relata como una persona clonada cuenta sus memorias desde la infancia hasta la actualidad.
Porque estas memorias nos exponen a unos humanos clonados que aceptan casi como un deber el hecho de dar sus órganos, no hay quejas, no hay violencia, no huyen, no hay lucha, aceptan el donar los órganos suyos, incluso su posible muerte como algo normal y esto me resulta difícil de creer e inquietante, aunque… a lo mejor son así porque los han clonados para ser pasivos y tranquilos…, pero lo peor es la actitud de los humanos “normales” que no los ven como semejantes suyos, son diferentes, siempre existe una distancia en el trato, quizá por eso la considero una novela distópica porque nos convertimos en una sociedad indeseable y deleznable.
Nunca me abandones es toda una joya de la literatura. Aunque catalogada erróneamente, por lo menos en mi modesta opinión, como una obra de ciencia-ficción, esta novela es todo un poema a la humanidad, a la vida y a los sentimientos que no da tregua y que, una vez ha captado al lector, no lo suelta hasta la última de sus páginas.
De Kazuo Ishiguro, el autor, no había leído nada anteriormente. Pero, con esta novela ha demostrado de sobra, su gran maestría en el arte de la escritura. Su forma de escribir es pausada y armoniosa, el ritmo narrativo, dinámico pero pausado, las descripciones, visuales y complejas, pero a la vez sorprendentemente concisas y claras, y los diálogos, profundos pero calmados, con una gran fuerza narrativa y tan impactantes e importantes como los silencios.
Y luego están los personajes, complicados, verosímiles y terriblemente humanos. Construidos tan magníficamente bien que cuesta imaginar que no estén realmente vivos.
La historia, dividida en tres partes parejas a las edades del hombre (infancia, adolescencia y madurez) nos cuenta las vivencias de Kathy H, cuidadora de profesión, aunque no por mucho más tiempo. Este cierre de ciclo, permite a Kathy recordar a Hailsham, el internado donde se crió, y punto de referencia en la vida no solo de la propia Kathy, si no también de sus dos mejores amigos, Ruth y Tommy.
A través de los recuerdos de Kathy, tan cotidianos como los de cualquiera, Ishiguro con un portentoso conocimiento de la naturaleza humana, va desplegando un abanico de emociones, con los que cualquier lector puede sentirse identificado. Además de ser capaz de representar las relaciones humanas de manera cruda pero a la vez conmovedora. Y todo ello mientras vamos desvelando el secreto de Hailsham, que involucra tanto a los de dentro (kathy y cia) como a los de fuera (la sociedad)
El desenlace es una belleza. Quizás podría haber sido más concreto y un poco menos abierto. Pero da la impresión de que la historia, al igual que la novela, está "de paso" y, de que los lectores hemos tenido la enorme suerte de encontrarnos con ella en el camino.. Por eso, los lectores somos una parte más del libro, ya que la protagonista no deja de interactuar con nosotros. Como si nos hubiéramos encontrado por casualidad en una gasolinera o un parque.
En resumen, Nunca me abandones ha sido todo un acierto. Es una preciosidad de libro que no se deja catalogar fácilmente en un género, puesto que funciona como varios a la vez. Pero etiquetas aparte es una gran novela que nos enseña, si eso es posible, a ser más humanos, aunque estemos en una sociedad, cada vez más, cruelmente aséptica.
Escrito de manera muy delicada, expresa magistralmente lo complicado de las relaciones humanas en un mundo distópico.
Buena novela. Una prosa vigorosa que me ha recordado a Paul Auster, y una manera de evocar por lo que se calla muy del estilo japonés. Una construcción narrativa chapó, un penúltimo capítulo más condescendiente con el lector y un final poético inspiradísimo que no defrauda.
He disfrutado mucho leyendo este libro. Me ha parecido una distopia distinta a las tipicas representaciones totalitarias a las que nos tienen acostumbrados. Me resulta que, mas alla de la clara critica al avance, a veces deshumano, de la ciencia actual, es posible extrapolar las circunstancias narradas a nuestro dia a dia y cuestionarnos nuestra actitud frente a lo que la sociedad nos impone como algo natural y, por ende, obligatario