Resumen y sinopsis de Zafarrancho en Cambridge de Tom Sharpe
Porterhouse es un college de Cambridge que, si nunca se ha distinguido por su buen nivel académico, destaca, en cambio, por su excelente cocina y por la sospechosa facilidad con la que "expenden" títulos universitarios. De hecho, su decadencia empezó cuando uno de sus administradores dilapidó en Montecarlo los bienes de Porterhouse, lo que obliga a que su subsistencia se base en donaciones con las que los padres de los alumnos logran que éstos ingresen y se gradúen.
Insoportable, Zafarrancho en Cambridge es una de esas lectura clasificadas dentro del género de la comedia, que ni los amantes del humor más extravagantes podrían considerar divertidas. Se convierte, por tanto, en una lectura pesada y aburrida que estás deseando acabar para volver a desterrarla al cajón de las lecturas prescindibles y olvidables.
Conocí a Tom Sharpe, autor de este bodrio insufrible, con “Wilt”, una deliciosa novela que me hizo reír a carcajadas. Con esto quiero decir que Sharpe ha bajado mucho en mi escalafón como literato. Ahora me resulta un escritor mediocre con un estilo insulso, tedioso y poco trabajado. Para ello cuenta con una prosa exageradamente lenta y desarrollada de forma nefasta, un lenguaje excesivamente enrevesado para el tipo de novela que es y unas descripciones básicas, superficiales y concisas que no ayudan para nada a la hora de leer esta historia. Y luego tienes a los personajes, sin duda alguna, una de las peores cosas del libro. A pesar del gran número de individuos que pueblan esta historia, todos ellos resultan unas construcciones literarias horribles. Carecen de atractivo o personalidad suficientes para enganchar al lector, o para mejorar una trama que hace aguas por todas partes.
La historia que nos narra Zafarrancho en Cambridge pretende ser una sátira despiadada contra las rígidas tradiciones británicas que rigen las universidades desde hace siglos. Y si bien es cierto que captas demasiado pronto las intenciones del autor, la trama empieza a desvariar muy rápido convirtiéndose en una obra delirante y absurda que ni entretiene ni critica realmente nada. Pero, para entender un poco mejor mis argumentos, haré una breve sinopsis de la novela. En este libro nos ubicamos en Porterhouse College, una universidad que deja muchísimo que desear y que se ha ganado con creces su reputación de centro de estudios destinado a zoquetes ricos. Con este panorama a la vista, Sir Godber ha sido nombrado nuevo rector. Su principal preocupación es la de aniquilar las vetustas tradiciones, que hacen de Porterhouse College una institución más cercana al medievo que a la época actual, Y entonces estalla la guerra. Mientras se van sucediendo una serie de peculiares desastres, Sir Godber se encontrará con la feroz oposición del personal que usará todos los medios posibles para evitar alguna clase de modernización. Pero será Skullion, el viejo portero de la universidad con su inmovilismo y acérrimo clasismo, el que hará saltar todo por los aires, poniendo en peligro la reputación de la institución que dice amar por encima de todas las cosas. Y hasta aquí puedo contar para no desvelar nada sustancial. Pero la trama está clara, se trata de la típica batalla de lo nuevo contra lo antiguo, versión British. El problema es que el autor pierde mucho tiempo contándonos tejemanejes políticos, discursos grandilocuentes y reflexiones vacías, como para que la novela acabe de engancharte. Y eso sin hablar del final. El desenlace, además de ser abrupto, es de lo más descorazonador que he leído en mucho tiempo.
En suma, Zafarrancho en Cambridge es una obra que parte de una premisa interesante y bien planteada, que se diluye demasiado pronto hasta quedar en una historia frívola y trivial. Al final, te resulta una lectura desesperante que te cuesta terminar, y cuando lo haces, solo te deja la sensación de haber perdido el tiempo. Así que mi consejo es que huyáis lo más lejos posible. A no ser que queráis presentar batalla contra este tipo de libros. Si es así, podéis considerarme una aliada.
Novela sin ningún tipo de pretensiones que sin embargo consigue hacerte pasar una buena tarde.
El título en castellano me parece que no le hace ningún favor con respecto al 'Porterhouse Blue' original.
El eterno enfrentamiento entre modernidad y conservadurismo sirve de trasfondo para el desarrollo de esta entretenida novela de Tom Sharpe. Sin llegar al nivel de su mejor obra, "Wilt", el autor inglés nos cuenta la lucha entre la tradición y la renovación en una sociedad tan orgullosa de sus costumbres, especialmente en el campo de la educación. Con un tono desenfadado e irónico la historia transcurre sin altibajos, suficiente para entretener pero que no enganchará a lectores exigentes, y que decepcionará si se ha leído antes la serie de Wilt, su personaje estrella.