Resumen y sinopsis de Alicia en el país de las maravillas de Lewis Carroll
Escrito en 1865, Alicia en el País de las Maravillas es un clásico no sólo de la literatura juvenil, sino de la literatura en general. Popularizado por las decenas de versiones que de él se han llevado a cabo, el relato que el reverendo Charles Dodgson, verdadero nombre de Lewis Carrol, escribiera para la niña Alicia Liddell, de diez años, es un delicioso entramado de situaciones verosímiles y absurdas, metamorfosis insólitas de seres y ambientes, juegos con el lenguaje y con la lógica y asociaciones oníricas que hacen de él un libro inolvidable que habría de tener una secuela equiparable, cuando no superior, en "Alicia a través del espejo".
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Es un libro diferente, donde impera lo absurdo y lo ilógico, con unos personajes increíbles, pero a la vez muy interesante y divertido, me ha provocado muchas sonrisas. La segunda parte A través del espejo me ha gustado menos.
Lectura rápida y entretenida, con situaciones curiosas donde abunda lo absurdo. En mi opinión, un libro algo sobrevalorado.
Es un libro hermoso y de una extensión precisa. Una fantasía que esconde una crítica mayúscula a su época. Un texto que yo marcaría como imprescindible dentro de cualquier biblioteca, puesto que así como "Las mil y una noches", establece un paradigma, en este caso, de la literatura de fantasía.
Es una delicia y, a pesar de tener ya cierta edad, me ha hecho retroceder a la niñez o mejor dicho a ver el mundo con los ojos de un niño. Me ha sorprendido el sentido del humor y los juegos de palabras con que nos deleita el autor, acompañado y bien traducido por Luis Maristany.
Por algo es un clásico y por poner un ejemplo del alcance de esta obra, podemos ver la influencia que ejerce en otros genios como Magritte.
No la recomiendo. Me resultó tan tediosa que no pude iniciar la segunda parte...
Un clásico que siempre es bonito leer y disfrutar.
El país de las maravillas es un sitio en el que hay que sumergirse al menos una vez en la vida
Original y absurdo, Alicia en el país de las maravillas, se ha convertido en uno de los cuentos infantiles más famosos del mundo. En líneas generales, la historia de este pequeño relato es de sobra conocida por el gran público. Sin embargo, me ha sorprendido encontrarme con algunas escenas que desconocía y partes que no recordaba de la misma manera.
El autor de esta pequeña obra es Lewis Carroll, pseudónimo de Charles Lutwige Dodgon, matemático de profesión. Carroll se inventó el cuento una tarde que estaba paseando con las hermanas Lidell, hijas de un colega y tiempo después decidió escribirlo, aunque con un título distinto. Años más tarde publicaría una versión extendida del cuento, convirtiéndose en un éxito en ventas de la época, que le granjeó un puesto entre los autores clásicos de la literatura universal.
Al ser un cuento, es difícil analizar el estilo del escritor. En esencia podemos decir que su manera de escribir es muy elegante y depurada, producto de la época victoriana en la que se generó. Su prosa es un poco lenta (algo increíble para un relato dirigido al público infantil), su lenguaje imaginativo y sencillo y sus descripciones son, simplemente, increíbles. Minuciosas y detalladas, te introducen en un mundo de fantasía de tal forma que luego resulta complicado salir.
Como dije anteriormente todo el mundo conoce la historia que narra Alicia en el país de las maravillas, tanto por la propia narración, o por cualquiera de las múltiples versiones cinematográficas. En esencia no cuenta las aventuras que le ocurren a Alicia cuando llega al País de las maravillas tras caer por una madriguera al seguir a un conejo blanco. Este país es muy extraño y confuso. La propia Alicia puede crecer y disminuir de tamaño de forma entera o por partes. Tanto cambio hace que a la niña le sea complicado adaptarse a la nueva situación. Y si a eso le añadimos una colección de seres estrambóticos y situaciones peculiares constantes, el autor consigue que incluso los lectores estemos desorientados. En su viaje, Alicia escuchará muchas historias curiosas y sin demasiado sentido, descubrirá a míticos personajes que todos conocemos: la oruga, el sombrerero loco, la liebre de Marzo, la Reina de corazones, etc. y aprenderá a vivir en un mundo de cambio constante que resulta un sinsentido de principio a fin. A pesar de ser un cuento para niños, los diálogos son muy ingeniosos y parecen haber salido fruto de una profunda y meditada reflexión. Constantemente tenía la sensación de que decían mucho más de lo que pretendían en un principio y algunos de ellos me sorprendieron ampliamente.
El desenlace está a la altura del resto de la historia y, lo que es mejor, la explica completamente. Es capaz de provocarte una sensación de nostalgia porque es inevitable no evocar nuestra infancia.
En definitiva, Alicia en el país de las maravillas, es una obra fascinante, capaz de ofrecer al lector mucho más que un simple cuento infantil. Resulta recomendable leer esta maravillosa novela donde la ficción se une a la fantasía para crear un universo atemporal y conocido donde volver a ser niños y disfrutar del tiempo que pasemos en el país de las maravillas.
Un relato sin una trama fija de una serie aleatoria de eventos que son entretenidos y curiosos, pero poco más, Es interesante ver como una niña intenta encontrar lógica en lo que está viviendo siendo este un mundo surreal y absurdo.
Historia totalmente absurda y sin sentido alguno.
Por ser una obra que es un referente en la literatura universal me animé a leerla, sin embargo el desarrollo no fue en ningún momento de mi gusto, junto con ello me pareció que los hechos se sucedían uno tras otro porque sí, ni siquiera había un hilo conductor que lo justificara. Puede que al leerlo en otro idioma, tal vez se pierdan mensajes ocultos o cosas que puedan hacer más "llamativa" la historia. Creo que el único motivo por el que no lo abandoné es por su corta extensión, lo que ciertamente ayuda a que no se haga tan pesada la lectura.
Como no todo es tan malo, debo destacar las ilustraciones las cuales están muy bien.
Ni pensar en leer la continuación.
Dejando aparte las múltiples lecturas que se han hecho de este gran clásico, como cuento es increíble. Es un lujo para leer en tardes tranquilas que entretiene muchísimo y contiene una gran sabiduría