Resumen y sinopsis de La memoria del tejo de Marta Huelves
Un misterioso secuestro en el Oriente de Asturias
Una autora prometedora y una nueva voz en la novela de misterio
Los enigmáticos bosques de Asturias se convierten en tierra de leyenda y en el escenario ideal para una novela negra
Colombres, capital del concejo de Ribadedeva. Oriente de Asturias. La plácida vida de Berta Vega se ve trastocada cuando secuestran a su hija durante cuarenta y ocho horas y luego la liberan a más de cien kilómetros de su casa. Todo se complica cuando se perpetra un segundo secuestro que pone en jaque a la policía.
En el curso de la investigación, se descubre una conexión entre las desapariciones de las adolescentes y un suceso que se produjo en Madrid veinticinco años atrás.
La inspectora Roldán, de la Policía Nacional de Gijón, y la cabo Herrero, de la Guardia Civil de Colombres, cuentan con una valiosa pista: la sustancia hallada en la sangre de las víctimas, un potencial alucinógeno utilizado desde tiempos ancestrales que se extrae del árbol del tejo.
La premisa de la historia me pareció muy interesante y de ahí que iniciara mi lectura. Sin embargo, no llegó a cumplir con mis expectativas ni de lejos. Comenzaré remarcando lo que sí me ha gustado, que desafortunadamente no son muchas cosas. Me agradó encontrar al principio del libro un mapa con todas las localizaciones asturianas de la historia; aunque no lo consulté mucho, siempre viene bien tener una guía para situarnos mejor en la acción. Del libro también me gustó que sus capítulos fueran cortos, pues conseguía que la lectura resultara más ágil. Por último, destacaría el uso de ciertas palabras en asturiano y la transcripción de expresiones típicas de la zona, pues ayuda mucho a la ambientación.
En cuanto a lo malo, tengo mucho que comentar. Para empezar, el ritmo tan lento. La trama avanza muy poco, se detiene en detalles que luego no tienen peso alguno en el desenlace de la novela (mucha historia de la zona, de leyendas que, aunque interesantes, no aportan gran cosa). Había pasajes enteros que si me hubiese saltado no hubiese pasado nada. Es decir, le sobran páginas por todas partes. Por otro lado, tampoco me ha gustado la falta de verosimilitud. Por ejemplo, ¿cómo es posible que dejen que alguien implicado personalmente en el caso (Olaya es la mejor amiga de la madre de la víctima) participe en la investigación? Partiendo de ahí, y sin ser yo experta ni mucho menos en asuntos policiales, muchas de las actuaciones no terminaban de encajar. Los personajes parecían superficiales, no conecté con ninguno de ellos, ni con sus motivaciones. No actuaban como personas reales, en ningún momento me los creí; de ahí que no pudiera cogerle cariño a ninguno, simplemente me daba igual lo que les pasara. Además, no hay una voz narrativa determinada, va saltando de una a otro sin ton ni son y eso me desconcertaba y me desconectaba totalmente del hilo argumental. En muchas novelas este recurso es indispensable para la trama, pero en esta en específico no resulta beneficioso, al contrario, entorpece la lectura. Llegó un punto en el que seguía leyendo por el simple hecho de que la quería terminar. Otra cosa de la que me he dado cuenta es que trata las enfermedades mentales desde un prisma muy negativo y despectivo; son pequeños detalles, no lo hace abiertamente, pero es algo en lo que siempre me fijo al leer y la forma en que se trata “la locura” no me ha gustado un pelo.
Por todo lo anteriormente mencionado no recomendaría su lectura. La investigación es un caso más, no destaca de otros libros del género que haya leído. Muchos personajes, mucho indagar en sus vidas sin profundizar realmente, y personalidades muy planas y sin prácticamente evolución. Algunas tramas parece que se quedan a medio hacer y el final no da sensación de cierre. A pesar de que ha habido ciertos aspectos de la obra que me han resultado atractivos, en general no me ha convencido para nada.