Resumen y sinopsis de El libro hallado en un coco de Richard Maynard
Hay un náufrago olvidado en una isla en los miles de kilómetros del Océano Pacífico. Escribe su historia en una novela de bolsillo maltratada, rellenando el espacio que queda entre las líneas impresas y alrededor de los márgenes. Después, lanza el libro a la deriva dentro de la cáscara de un coco con la esperanza de que alguien lo encuentre.
¿Quién es este hombre olvidado? Haciendo gala de sus grandes habilidades creativas, Richard Maynard registra los pensamientos, los sentimientos y la lucha por la supervivencia del último náufrago, un hombre cuyo nombre y antecedentes nunca se nos dice, pero cuya vida interior llegamos a conocer íntimamente.
Solo, en los pocos metros cuadrados de arena, rocas y palmeras que le rodean, el protagonista escribe sobre su desesperación y autocompasión, sus triunfos y fantasías, su lucha por mantenerse con vida. Ocupa su tiempo midiendo la isla que se ha convertido en su prisión, y la araña solitaria que comparte su hogar se convierte en su única amiga. A medida que pasa el tiempo los sueños y la realidad comienzan a mezclarse. Se da cuenta de que el anciano que aparece ante él es un producto de su imaginación, como también lo son los sonidos y la risa que le llegan desde una isla que aparece oculta tras una lejana neblina. Un día encontrará el coraje para nadar hasta la isla, siguiendo los sonidos de la música...
Insufrible, El libro hallado en un coco es una de esas obras absurdas llenas de paja moralista en un ambiente totalmente inadecuado para tanto pensamiento estúpido. En su conjunto resulta tan pesada que leerla se convierte en una proeza, pese a no llegar a las 200 páginas.
Richard Maynard, autor de este grandísimo bodrio, era un absoluto desconocido para mí. Y, francamente, hubiera preferido no tenerle que conocer, literariamente hablando, nunca. Su estilo de escritura resulta enrevesado y denso. Su prosa lenta hasta la extenuación, su lenguaje, en ocasiones de una complejidad absurda pero siempre sin adornos literarios y unas descripciones de dudosa calidad, convierten a este libro es un claro exponente del tedio más absoluto. Y luego están los personajes. Decir que son muy planos y superficiales es ser en exceso generosa con ellos.
El libro hallado en un coco narra una historia disparatada que no tiene el más mínimo sentido, pese que al comienzo parece tener cierto atractivo. En esencia podríamos decir que estamos ante una historia dentro de otra. El protagonista de la primera historia, Richard, descubre en sus vacaciones en alta mar un extraño coco unido con un trozo de tela. En su interior hay un libro de bolsillo partido por la mitad, en el cual hay un relato escrito por un náufrago. Y es aquí donde empieza la segunda historia, con el diario de un hombre que, tras un accidente aéreo, llega a una pequeña isla. A partir de aquí la cosa vira hasta convertirse en un relato que oscila entre el aburrimiento más absoluto y el leve entretenimiento. Y es que esta narración parece contemplar dos cosas: los aspectos más técnicos de la pura supervivencia que comprenden una relato ameno y entretenido, y las reflexiones, divagaciones filosóficas, recuerdos, etc., que además de ser mortalmente aburridos, parecen la antesala a la locura del personaje principal, del cual no conocemos ni el nombre. Al final, el relato de nuestro superviviente se termina sin más, mientras que Richard comienza a realizar las pesquisas para encontrar al pobre hombre atrapado en un islote. Y ya está. El desenlace es abrupto, descorazonador y, lo más doloroso de todo, increíblemente abierto.
En suma, El libro hallado en un coco es la peor obra de supervivencia que he leído nunca. Y, salvo el curioso título, el resto es un compendio de pensamientos que no dejan de hastiar al desprevenido lector, haciéndole desear que este libro (y el coco que lo contenía) se hubiera hundido en el mar librando a la humanidad de semejante tormento.