Resumen y sinopsis de Se atormenta una vecina de David Reinoso
Aunque uno se pase la vida sin salir de casa, el crimen siempre se las arregla para llamar a la puerta.
Una mujer aparece muerta en un patio de vecinos. Cuando el inspector Cobos y su nuevo compañero, el joven y apocado Ortega, se presentan en el lugar de los hechos, se dan cuenta inmediatamente de que no fue un suicidio. El disparatado vecindario guarda muchos secretos, y casi todos mienten.
Mientras investiga, Cobos lucha por superar su trágico pasado, un caso que no pudo resolver y que le ha alejado de su mujer y de su hija. Cuando un segundo cadáver aparece colgado del ventilador de su piso, con una nota autoinculpatoria aunque con extrañas lesiones que señalan un forcejeo, Cobos tiene la certeza de que allí hay gato encerrado.
Extremadamente simplista, Se atormenta una vecina solo tiene de ingenioso el juego de palabras del título. Y es que a este burdo intento de novela policiaca le falta mucho para llegar a ser medianamente interesante y atrapar mínimamente al lector.
David Reinoso, novato en la literatura, firma la autoría de una novela torpe, mal desarrollada y peor terminada. Y es que es obvio que Reinoso es un escritor mediocre con un estilo simple, insustancial y tedioso que se apoya en una prosa lenta, carente de interés y poco trabajada, un lenguaje meramente funcional y unas descripciones que, la mayoría de las veces, brillan por su ausencia, pero que cuando aparecen te hacen querer salir corriendo por lo poco elaboradas que son.
De los personajes puedo decir bastante poco, protagonistas incluidos. Su construcción es tan nefasta e incompleta que todos te resultan superficiales e intrascendentes, aunque tengan un gran papel en la obra. Tanta vacuidad acaba irritando y hastiando al lector que espera que termine pronto la tortura para alejarse de estos “pintorescos” ejemplares.
La historia que nos cuenta Se atormenta a una vecina comienza como cualquier novela de misterio que se precie, con un cadáver. En esta ocasión una mujer llamada Maira aparece muerta en un patio de un edificio. Maira no tiene buena reputación entre sus vecinos y circulan toda clase de chismorreos sobre ella en el edificio. El inspector Cobos, policía de la vieja escuela con un trauma a sus espaldas que le ha separado de su familia, y su compañero Ortega, un chavalín recién salido de la academia, llevarán la investigación. Y aquí termina lo interesante. El resto son rumores, divagaciones, estupideces y demás tonterías propias de cuando se junta un gran grupo de cotillas. Y eso sin contar el final. El desenlace es de una estupidez tal que no sabes si reír, llorar o tirar el libro por la ventana.
Definitivamente Se atormenta una vecina es un libro pesado, cuyo único misterio consiste en intentar averiguar por qué se hace tan largo, pese a tener solo unas 200 páginas. Con una historia aburrida y una elaboración que deja mucho que desear, leer esta novela es perder claramente el tiempo. Y es que no sé si a la vecina, pero a los lectores les atormentas un rato.