Resumen y sinopsis de El castillo de Franz Kafka
El castillo es considerada por muchos especialistas de la obra kafkiana como la cúspide literaria del escritor praguense, debido tanto a su complejidad estructural y a su madurez simbólica y metafórica, como a la densidad intelectual de los motivos que la forman.
Efectivamente, en El castillo, escrito en la última fase de la vida del autor, cuando la enfermedad progresaba con una desesperante tenacidad, la fuerza expresiva de Kafka alcanza una intensidad inusual, siendo testimonio de la falta de compromisos del autor, de su firme voluntad de enfrentarse a un terrible reto existencial: el «asalto contra la última frontera terrenal» su deseo de ser «final o principio». Esta madurez e intensidad, su extraordinario estilo, el cual, como dijo Hermann Hesse, convierte a Kafka en un rey secreto de la prosa alemana, hacen de la novela El castillo un joven clásico de la literatura universal, un clásico que, como El proceso, ha desencadenado un alud de interpretaciones y comentarios, no sólo literarios, sino filosóficos, teológicos, psicológicos, políticos y sociológicos, demostrando así que ha tocado el nervio de nuestra época.
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"Allí estaba el castillo, quieto como siempre; jamás había visto K. en él el menor indicio de vida; quizá ni siquiera era posible distinguir nada a esa distancia; y sin embargo, los ojos exigían esos indicios y se resistían a tolerar esa calma. Al contemplar el castillo, K. sentía, por momentos, como si viera alguien que estuviese tranquilamente sentado, con la mirada dirigida hacia adelante, pero de ningún modo ensimismado ni ajeno a todo lo que le rodeaba, sino en una actitud libre y despreocupada, como si estuviese solo y seguro de que nadie lo observaba; parecía, sin embargo, darse cuenta perfectamente de que sí lo observaban, sin que eso afectase, empero, en lo más mínimo, su tranquilidad..."
Novela inconclusa en la que el protagonista, K., se enfrenta a un mundo externo que pone a prueba su capacidad para adaptarse a circunstancias adversas, intrigas, trabas, amores fallidos, y a una red sin fin de procesos agobiantes, inaccesibles, burocráticos, los cuales le impiden llegar al "castillo" a ejercer su oficio de agrimensor, debiendo conformarse con ser integrante de una aldea cercana, con unos habitantes muy peculiares: Barnabás, Frieda, Amalia, Olga, Pepi, los ayudantes Jeremías y Artur, entre otros, con personalidades también "burocratizadas" en su trato para con K., quien termina por sentir cansancio de ese entorno enrevesado, anodino, lejano a sus propósitos.
La imposibilidad de K. de llegar al "castillo" simboliza la incapacidad de poder medir la condición humana en sus temores, enigmas, aspiraciones, metas, en descifrar un camino que lleve a alguna parte, así como también refleja la confrontación entre la soledad y el sentido de la existencia, junto con el fracaso en trascender, temas muy recurrentes y presentes a lo largo de la trayectoria literaria del autor checo.
Una de sus grandes obras, escrita ya en el tramo final de su vida, por momentos densa y compleja en su lectura.
Libro muy complicado, nos enseña como la voluntad humana se ve frustrada continuamente. Cada capítulo es como un callejón sin salida, surreal y absurdo .Sin embargo los personajes son fascinantes, cada uno con sus estrategias e intereses. Hay que leerlo sin prisa para entenderlo bien.
¡Qué poco se habla del humor de Kafka!
Es en esta obra donde mejor se puede apreciar el humor de Kafka.
¿Por qué el público en general no quiere aceptar que Kafka era un escritor religioso?
La verdad es que no lo he disfrutado. Lectura densa y pesada, en la que se pone de manifiesto la aversión que este autor tenía a la burocracia. Tiene sobre todo personajes muy bien elaborados como los dos ayudantes, pero fuera de eso me ha costado terminarla.
Extraño, inteligente, enrevesado y muy elocuente. Un libro incompleto que te dejará huella.
Se trata de un libro denso y complejo, así que iré por partes. Lo positivo: el protagonista se mueve, o arrastra, en una realidad absurda, irónica, claustrofóbica y opresiva, rodeado de personajes miserables y mezquinos, que tan pronto dicen como desdicen, en un intento por llegar a las autoridades del Castillo, que a cada página se hacen más inalcanzables. Magnífica la forma en que Kafka satiriza la burocracia y las autoridades, volviendo un laberinto interminable a la primera y en pusilánimes a las segundas. Lo negativo: la narración es muy enrevesada, con diálogos (o monólogos, más bien) que se extienden páginas y páginas; hacia la mitad la acción se empantana y avanza poco y nada; reconozco que me costó terminarlo, por eso lo recomiendo únicamente a los seguidores del escritor (entre los que me incluyo, sino no hubiera llegado hasta el final).
El castillo juega en todo momento con la psique de los personajes y con el lector; contribuyendo de ese modo en los acontecimientos y provocando un auténtico debate de reflexiones, teorías y puntos de vista en torno al complejo, dominante e inquisitivo sistema burocrático del que Kafka hace gala en esta novela. Recomendable.
Estoy descubriendo a Kafka, del cual había oído hablar pero nunca me había atrevido con su lectura. Éste es el segundo libro que leo en pocos meses y me ha encantado. A veces denso, muchas con cierta carga de absurdo surrealismo, atrapa, al menos a mí me ha atrapado, y mantiene el interés por llegar al desenlace de la historia, y he aquí lo que más me está gustando de este autor, aunque ya se sabe que es una obra inconclusa, el final me ha dejado con ganas de más, así que voy a ponerme con otro relato de este gran autor.
Uno de mis libros favoritos.
Una lectura densa y difícil, aunque muy recomendable. Una de las obras que mejor representa el adjetivo "Kafkiano". El absurdo y surrealista mundo en el que se ve inmerso K. consigue transmitir al lector la sensación de angustia e impotencia.