Resumen y sinopsis de Todo lo que no te pude decir de Cristina Peri Rossi
Siempre hay algo que no podemos decir, que quizá cambiaría nuestra vida, que acaso nos convertiría en inocentes... o en culpables. Todo lo que no te pude decir es la esperada y subyugante novela de Cristina Peri Rossi, donde ratifica por qué se mantiene desde hace décadas como la más moderna y audaz de las escritoras hispanas. En esta apasionante y lúcida historia coral, los personajes se enlazan con relaciones muy diversas (amor, sexo, amistad, poder, posesión...), pero con un hilo común: la asimetría que oculta algo, lo indecible, lo que frustra la comunicación plena. Con una prosa llena de hallazgos expresivos, la hispanouruguaya asume aquí todos los riesgos, porque transgrede convenciones sociales, pero también al huir de la ruta narrativa previsible, transitada, trivial.
Es una lectura que exige dejarse llevar y dejar a un lado los prejuicios. Una cartografía del eros, una novela escrita con absoluta libertad, sin trama o argumento especialmente definido, sin preocupación por el realismo o lo verosímil, más bien surrealista. Se limita a seguir los pasos de una serie de personajes sin más hilo conductor que el amor, tan a menudo tortuoso, que les vincula a unos con otros; se funde la narrativa, más parecida a la de un conjunto de relatos independientes que a una narración única, con el arrebato poético, con lo filosófico.
Como en un crisol de estilos, se mezcla la sensualidad en su faceta más carnal y provocativa con divagaciones más teóricas o especulativas; constantes reflexiones, eruditas alusiones mitológicas, literarias, científicas, cinematográficas… que forman un “totum revoltum” anárquico pero extrañamente coherente, una especie de galería íntima de esta uruguaya por la que desfilan sus preocupaciones y temas preferidos, siendo el principal de ellos el del tan complejo como indescifrable sentimiento amoroso, de alguna manera unido al silencio, sin olvidar uno tan obsesivo como el de las consecuencias de la violencia, el exilio y la traumática experiencia de las dictaduras en América Latina, donde se acaban cruzando lo personal y lo político; igualmente otro silencio del que se hace necesario hablar, un intento por exorcizarlo sin lograrlo nunca, más allá de su serena aceptación con el tiempo.
El amor se presenta como misterio, como algo que se concentra en torno a un punto ciego, a un vacío que de algún modo nos fascina, nos invade con un ansia, un querer ir más allá en la posesión y en el conocimiento de la persona amada, a la que hacemos parte de nuestro ser, pero sin conseguirlo nunca del todo. Amor como asimetría y como diferencia, como lo que une y a la vez separa a los amantes, extraños entre sí; aquí entra la cuestión difícil de la debilidad aparente de las mujeres que son asesinadas, violadas o explotadas, pero también la de los hombres que sufren, su soledad, sus necesidades emocionales tan pocas veces satisfechas y alcanzadas… como puede verse en un estereotipo tan de masculinidad clásica como es el del detective tras el asesino.
El humor da paso a lo trágico, el erotismo adopta las formas más diversas, sea entre personas del mismo sexo, sea incluso amor animal, próximo a un reino de instintos primarios, que superan la mera razón. Hasta con detalladas descripciones de zoofilia se atreve nuestra autora, y ni siquiera sobre este particular se pronuncia, como asumiendo que todo amor tiene su motivo oculto, sin que el conocimiento puramente científico tenga la última palabra; quizá sea el simio el que se parece sospechosamente al humano... o quizá sea el ser humano quien, pese a todo, mantiene viva una conexión con la criatura salvaje que una vez fue.