Resumen y sinopsis de Los vencejos de Fernando Aramburu
La nueva y extraordinaria novela de Fernando Aramburu tras el éxito internacional de Patria.
Toni, un profesor de instituto enfadado con el mundo, decide poner fin a su vida. Meticuloso y sereno, tiene elegida la fecha: dentro de un año. Hasta entonces cada noche redactará, en el piso que comparte con su perra Pepa y una biblioteca de la que se va desprendiendo, una crónica personal, dura y descreída, pero no menos tierna y humorística. Con ella espera descubrir las razones de su radical decisión, desvelar hasta la última partícula de su intimidad, contar su pasado y los muchos asuntos cotidianos de una España políticamente convulsa. Aparecerán, diseccionados con implacable bisturí, sus padres, un hermano al que no soporta, su exmujer Amalia, de la que no logra desconectarse, y su problemático hijo Nikita; pero también su cáustico amigo Patachula. Y una inesperada Águeda. Y en la sucesión de episodios amorosos y familiares de esta adictiva constelación humana, Toni, hombre desorientado empeñado en hacer recuento de sus ruinas, insufla, paradójicamente, una inolvidable lección de vida.
El libro está bien escrito y tiene momentos buenos de reflexión social. Sin embargo Toni, el personaje principal, y su amigo Patachula no parecen dos adultos de cincuenta y tantos años, sino más bien un par de jóvenes adolescentes.
Con el trasfondo de un suicidio programado por el protagonista a corto plazo (un año), Toni escribirá un diario donde hará un repaso a su vida, su entorno familiar, de amigos, laboral, etc.
Con capítulos cortos nos irá desvelando sus temores, sus sueños rotos y el porqué de su decisión.
Quizás excesivamente largo, pero entretenido.
Libro al que di una segunda oportunidad. Y, confieso, me ha gustado.
Al leerlo, te remueve múltiples situaciones de la vida que, perfectamente, pueden coincidir con la de los personajes de esta novela.
Lenguaje brillante, reflexiones filosóficas muy oportunas, libro muy bien estructurado.
Aramburu nos enfrenta a situaciones personales, familiares, profesionales, morales de sus tres principales protagonistas.
Bastante recomendable.
Es difícil no buscar una comparación con el formidable Patria, pero si dejamos eso de lado nos encontraremos con una muy buena historia. Me fui enganchando de a poco, y a medida que avanzaban los capítulos cada vez se me hizo más entretenido. Humor, personajes detestables que conformaron el entorno del protagonista y un desenlace inesperado. Muy recomendable.
Para mí una estupenda novela con un personaje muy real, con un lenguaje nada pretencioso.
Escrito a base de notas diarias, sin pretender ser para nada un diario, este profesor de instituto nos va narrando su vida actual y la pasada hasta que llegue el último día programado de su vida.
Lleno de personajes encantadores y típicos de la sociedad actual nos transporta a situaciones de lo más cotidianas con un punto de humor.
No he leído Patria, así que no puedo comparar ni lo pretendo, pero a mí está novela me ha encantado.
Del autor de Patria llega Los vencejos, historia de Toni, profesor de instituto que decide poner una fecha para su muerte, hasta que ese día llega nos narra su vida, rodeado de unos personajes que no dejan indiferente.
Historia que podía ser perfectamente real y por lo tanto dura pero con toques de humor.
Abordé la lectura de Los vencejos con reticencias. Por un lado, no me atraía el planteamiento del diario de un suicida, y por otro, después de la excelente Patria, tenia mis expectativas sumidas en dudas. Pero si bien al principio me costó adaptarme al tono en primera persona de Toni, poco a poco me acostumbré al relato de su desencanto salpimentado de humor negro e ironía, hasta acabar plenamente absorbido por su áspera peripecia vital y por la acertada muestra de vivientes de la España actual que le circunda. Leer Los vencejos me ha dejado un regusto largo a miradas en el espejo. Recomendable.
Me ha costado bastante acabar la lectura completa. Tuve alguna tentación de dejarlo. Se me ha hecho demasiado largo, y eso que me gustan los libros extensos. Quizás, al no engancharte como lo haría -pongo por caso- un asesinato o similar, requiere un esfuerzo superior a la media para seguirlo con atención. Es cierto que contribuye para mal el carácter tan cínico, tan apático a la hora de mojarse en cualquier tema del protagonista. También sé que no podemos esperar otra Patria en cada libro. Sin embargo, es un libro muy cuidado, trabajado.
Antes de empezar a leer este libro, ambicioso por su extensión, leí algunas críticas y vi un vídeo con una entrevista al autor en ETB. Tengo que decir que, a toro pasado, la mayoría de las críticas me parecen poco acertadas. Diría que algunos de sus autores no han leído el libro. La entrevista sí que refleja al autor de esta obra. El argumento es bien sencillo: Toni, un profesor de filosofía de instituto de 54 años, decide quitarse la vida el 31 de julio del año siguiente. Como preparativo y quizá, como aliciente y confirmación de su intención, escribe un diario en el que va recogiendo algunos sucesos de ese periodo —los más relevantes pueden ser la muerte de su madre y su sobrina, y su reencuentro con una antigua novia— y añade consideraciones propias de otros, en parte las que ha ido coleccionando en una agenda.
La prosa es moderna, correcta y ágil, la duración de los capítulos-diarios acertada, y la narración coherente de comienzo a fin. Es un libro, por tanto, trabajado. Pero el personaje es sumamente antipático, misógino y, en líneas generales, poco atractivo. No creo que nadie quiera identificarse con él, y dudo que alguien así pueda existir de verdad. El método cumulativo, con unos 365 capítulos breves, va dejando borrones puntillistas que componen una imagen en sí coherente, pero irreal. Excesivo es el derroche de inhumanidad de Toni. Soy consciente de que, si Toni viviera de verdad y leyera estas líneas, respondería: ¿y a ti quién te manda leer lo que yo he escrito?.
Me manda el autor, que escribió un libro memorable sobre un fenómeno que ha marcado entre otros el siglo XX en España, y que sigue dando coleadas. A diferencia de libros largos de otros autores que tampoco me han gustado, en este caso no he tenido la tentación de dejarlo, a pesar de algunos tramos sórdidos y en parte ridículos. A Aramburu le sobra oficio, y es de esperar que el libro tenga un cierto éxito.
Pero espero más bien que encuentre otro tema más real, más cercano a los lectores.
Una lectura densa que si no te engancha desde el principio se puede complicar. Muy lejos de (la) Patria.