Resumen y sinopsis de La mejor voluntad de Jane Smiley
Bob Miller ha creado el paraíso con el que siempre soñó: una granja en lo alto de un valle, a cinco kilómetros del pueblo más cercano, donde él y su esposa Liz viven y crían a su hijo de siete años, Tommy, cultivando su propia comida, hilando y tejiendo su ropa, fabricando sus propios muebles. Él mismo construyó la casa en la que habitan, sin teléfono ni televisor, sin automóvil, sin más conexión cotidiana con el mundo exterior que los viajes diarios de Tommy a la escuela. Allí viven, piensa Bob, y allí vivirán siempre.
Bob y Liz se enorgullecen del estilo de vida autosuficiente que han escogido, pero si de algo se siente verdaderamente orgulloso Bob es de Tommy, ese chico entusiasta, receptivo, obediente y dispuesto a dejarse guiar por su padre. Por eso nunca habría imaginado que un día su hijo fuera capaz de agarrar dos muñecas de una compañera de clase y destrozarlas. Sin embargo, ese día llega y a Bob le recorre un escalofrío. Algo va mal, realmente mal, y él no lo ha visto venir.
En La mejor voluntad, un súbito arrebato de violencia es el detonante que removerá los cimientos del aparente edén familiar de los Miller. En una narración que avanza con paso inexorable hasta un final impactante, Jane Smiley, con su distintivo talento para retratar las relaciones familiares, se sumerge en los miedos y las esperanzas que depositamos en nuestros hijos, y una vez más subraya los modos en que, sin darnos cuenta, boicoteamos nuestros propios sueños, incluso cuando actuamos con la mejor de las intenciones.
Novela corta en la que la autora se entretiene mucho en las descripciones de paisajes y otras cosas carentes de importancia para lo que es importante en la historia. No profundiza nada en los personajes y mucho menos en el porqué del comportamiento del niño, que es lo realmente importante.
Un hecho sin apenas importancia protagonizado por un niño de seis años desencadena la trama de esta breve novela que me ha despertado muy poco interés. El relato es tan simple que es difícil intuir el dramático desenlace final que es bastante sorprendente por tratarse de una acción de un niño tan pequeño y en apariencia inocente. La autora tiene un estilo literario que me gusta, pero esta historia no me ha entusiasmado.
Me ha resultado angustiosa la historia que cuenta. Quizás es eso lo que se pretende, angustia, irracionalidad o racionalidad, según para quién. Pero le falta algo o más profundidad en los personajes o más narración. Demasiado protagonista y sus ideas, los demás podrían aportar más.