Resumen y sinopsis de Lo que falta de noche de Laurent Petitmangin
¿Puede el amor de un padre evitar que su hijo se llene de odio?
Premio Stanislas al mejor debut del año
Premio Fémina de los Estudiantes
Premio Georges Brassens
El hombre que narra esta historia perdió a su mujer y ha criado a sus dos hijos lo mejor que ha podido. Son dos chavales buenos y educados que quieren a su padre tanto como él a ellos, aunque no lo expresen a menudo. Comparten la afición por el futbol, los recuerdos sobre su madre y el orgullo humilde de clase trabajadora. Hasta que de repente el mayor habla cada vez menos, se aleja de su padre y empieza a codearse con jóvenes de extrema derecha.
Con la sensibilidad frágil y profundamente humana de quién no tiene herramientas para expresar cómo se siente, asistimos al relato de un amor imperfecto entre un hijo y un padre que no sabe cómo evitar que su chico se llene de odio. ¿Por qué alguien con la vida por estrenar puede contener tanta furia? ¿El amor de un padre puede perdonarlo todo?
Esta historia inolvidable se hace las preguntas adecuadas, las que más duelen y las que escapan a una respuesta fácil. Seleccionada como el mejor libro del año por los estudiantes franceses, resuena con fuerza en un mundo estupefacto ante el auge del odio y la incomprensión.
Dos hermanos se quedan huérfanos siendo muy niños. Pese a haber sido educados por su padre en igualdad de condiciones, un hermano va por muy buen camino y el otro hermano, todo lo contrario. Libro corto que se lee muy rápido. Esta muy bien escrito. Historia dura y por momentos sórdida.
Uno de esos pequeños tesoros, inesperados, que suponen una alegría tremenda. No recuerdo a santo de qué compré este libro, si fue que escuché o leí alguna recomendación, o me dejé guiar por el instinto en alguna librería… Pero vamos, fue un acierto rotundo.
Lo único que lamento es que sea tan breve, apenas 120 páginas que se leen en un suspiro. El placer me ha durado muy poquito…
El narrador de la historia es un padre que acaba de enviudar, y que relata las vicisitudes que vive como cabeza de familia monoparental con dos cachorros a su cargo, Fus y Gillou. Es Fus, el mayor, el que más quebraderos de cabeza le va a causar, y no es una frase hecha. Cualquier papá o mamá que sufra desvelos por las malas notas de su prole, o por ese hijo adolescente que llega media hora más tarde de lo permitido, sentirá un gran alivio por pura comparación…
Me encanta el tono con el que el narrador cuenta los acontecimientos, sin añadir condimentos a algo que no lo necesita. Las elipsis narrativas, aunque son causa fundamental para la brevedad de la que me he quejado, son simplemente brillantes. Y el último capítulo, de estilo epistolar, le pone un virulento broche a una historia potentísima pese a estar relatada con aparente modestia.
Seguiré futuras novelas de este Laurent Petitmangin cuyo tardío debut como novelista me ha encantado.