Resumen y sinopsis de El radiofonista pirado que desenterraba filósofos para explicarse el mundo de Chema Sánchez Alcón
Un joven que trabaja en la radio decide hacer un programa que despierte en los oyentes las inquietudes que todo ser humano se plantea -o debiera plantearse-, para dar un sentido auténtico y profundo a su existencia, es decir, un programa de radio y filosofía. Al principio, dedica cada programa a lanzar preguntas que relacionan la filosofía de un pensador determinado con la vida cotidiana. Una monja, un aspirante a concejal, un ama de casa, una mujer preocupada por la ecología y el trato a los animales, un profesor de filosofía..., son los primeros oyentes/participantes. Días después, intervienen los "pensadores recién nacidos", los que se han embarcado en la arriesgada y maravillosa aventura de pensar..., y "ser". Partidos de fútbol, conflictos familiares, quejas u opiniones, a la luz de la reflexión, metáfora o paralelismo, descubren un mundo diferente en el que la filosofía tiene su lugar.
Innovador y sorprendente, El radiofonista pirado es un de esas pequeñas joyas que no esperas encontrarte en tu camino. Y es que una novela que incorpore grandes conceptos de filosofía de forma amena y estimule a dudar y pensar es más que necesaria para defendernos de la desinformación y del mundo cotidiano en el que vivimos.
No conocía a Chema Sánchez Alcón, autor de esta curiosa obra, pero no me ha extrañado saber que es un profesor de Filosofía. Y es que solo alguien versado en la materia podría reconvertirla en algo común y corriente que todo el mundo pudiera entender. Y aunque no sea escritor profesional, para ser su primera obra hace un buen trabajo. Su estilo de escritura oscila entre la claridad más meridiana y la pedantería más insufrible, aunque debo aclarar que predomina más lo primero que lo segundo. Cuenta con una prosa sencilla y equilibrada, un lenguaje funcional aunque con un gran número de ornamentos líricos bellos (al estilo filosófico) y unas descripciones tan parcas y poco relevantes como si no hicieran acto de presencia. Sus personajes no dejan de ser “voces” en la mayoría de los casos, por lo que no es necesario una construcción completa. Pero esto mismo se puede aplicar al protagonista, llamado como el autor, del que tampoco conocemos demasiado. Y es que en esta novela no importa “ser”, solo conocer, dudar y preguntar.
La historia que cuenta El radiofonista pirado es curiosa desde el título, pero muy enriquecedora e ilustrativa. En esencia seguimos a Chema, un locutor de radio local que presenta las noticias. Un buen día, Chema decide que se está cansando de su vida y empieza a leer filosofía. Las grandes dudas de los genios de este campo le inspiran para crear un programa radiofónico sobre el tema. Pero, ante la negativa de su jefe y la poca colaboración de sus compañeros, Chema decide colarse una noche en la emisora y hacer él mismo el programa. A lo largo de toda la novela, seguimos el programa, sus extraños, anecdóticos y revisados contenidos filosóficos, así como a los oyentes que se atreven a intervenir y que poco a poco se van convirtiendo en un grupo de filósofos recién nacidos. Así que lo que tenemos en este libro, además de cientos de preguntas sin respuestas, es una revisión y modernización de las grandes, abstractas y, a menudo, difíciles de comprender, ideas que transformaron el mundo de la filosofía y guiaron a los errantes del conocimiento a aprender a pensar con lucidez pero inmersos en las dudas. Desgraciadamente, si hay algún contenido actual a más no poder, es el final. El desenlace algo trágico, te hace comprender cómo la sociedad prefiere certezas aunque sean mentiras absurdas a cuestionarse alguna vez la realidad.
En suma, El radiofonista pirado es una obra muy entretenida que nos ayuda a sobrevivir en un lugar lleno de caos ideológico en el que se presupone que jamás hay que dudar porque siempre habrá alguien que te diga que es lo que tienes que hacer. Aprender a pensar y utilizar tus pensamientos de forma productiva es una obligación que todo ser humano debería tener. Lástima que la gran mayoría desperdicie su gran cerebro en cosas nimias sin ninguna importancia.