Resumen y sinopsis de Perversas criaturas de Lawrence Osborne
Durante una excursión en la soleada isla de Hydra, donde pasan sus vacaciones de verano, Naomi y Samantha tienen un encuentro inesperado: un hombre llamado Faoud yace exhausto sobre unas rocas, a la intemperie, como si hubiese sido barrido por el mar. Naomi, hija de un rico coleccionista de arte británico que posee hace años una villa en las exclusivas colinas de la isla, convence a Samantha, una americana más joven e inexperta, para ayudar a ese hombre desconocido y misterioso. A medida que intimen con Faoud, un refugiado sirio y una de las muchas víctimas de la crisis humanitaria que causa estragos en el mar Egeo, la incipiente amistad de las chicas se intensificará hasta cotas insospechadas. Sin embargo, cuando fracasa su estrategia para ayudar a Faoud a construir una nueva vida, las dos amigas se verán obligadas a afrontar las trágicas consecuencias de un crimen que no entraba en sus planes. Lo que empezó como una aventura de verano terminará cambiando sus vidas para siempre.
En este brillante estudio psicológico de la manipulación y la codicia, Lawrence Osborne escarba en el corazón de las tinieblas que late bajo la superficie de las mejores amistades, y muestra hasta qué punto puede ser cierto el tópico de que el camino al infierno está empedrado de buenas intenciones.
Juega nuevamente el autor en “Perversas criaturas” lo que viene a ser su tema básico, similar al de las anteriores “Cazadores en la noche” (2019), “Los perdonados” (2020): ricos millonarios anglosajones de turismo o vacaciones por un contexto étnico, geográfico y social pobre o miserable, Camboya en la primera novela, Marruecos en la segunda, y en esta que comento, una isla griega del Mar Egeo.
Este planteamiento de injusticia crea desde principio una gran tensión en estos relatos, el contacto de estos millonarios con personas de rango “inferior” desencadena el delito y la tragedia, en algún caso es la casualidad, como en “Los perdonados” un accidente de coche causado por el conductor borracho acaba con la vida de un joven marroquí; en “Perversas criaturas” es la condescendencia de dos jóvenes ricas de vacaciones con inmigrante ilegal que huye de la guerra de Siria, lo que termina provocando un crimen de gran magnitud.
Entonces se desatan otros subtemas, no menos interesantes, como las relaciones familiares en el seno de estas familias acomodadas, la falta de cariño o la pérdida de valores humanos, sobre todo el dominio del egoísmo y el interés personal, que este escritor asocia a la riqueza. Desde el otro lado, el rencor de estos desfavorecidos, el inmigrante ilegal, se canaliza a través de la violencia y la venganza. En la última parte el relato adopta un tono de persecución casi policiaco.
Y todo envuelto en un marco cosmopolita. Islas vacacionales del Egeo, Grecia continental, algún paseo turístico por Atenas, la huida y persecución tras el asesinato desde el sur de Italia hasta Toscana, donde las descripciones del paisaje y los lugares juegan un papel fundamental en el marco caluroso y asfixiante de los meses de verano típicos del Mediterráneo. Y el alcohol, omnipresente en las novelas de Osborne.
Y con su estilo inconfundible, seco, directo, que focaliza y nos hace pasar de unos a otros personajes para convertir al lector en un observador extrañado por las motivaciones de sus actos. Más que apreciable novela.
Posiblemente no he entendido lo que quiere contar el libro porque soy incapaz de asociar el título a la trama.
Un refugiado llega a una isla griega en patera y una mujer ociosa, abogada en paro, e hija de rico, intenta ayudarlo con la colaboración de otra chica que también se aburre en ese resort de millonarios extranjeros en que se ha convertido la Grecia de la crisis.
Esa ayuda tiene consecuencias inesperadas y las dos mujeres tienen que convivir con eso.
Si la primera parte del libro me ha resultado atractiva la segunda me ha parecido bastante floja.