Resumen y sinopsis de El tejido de los días de Carlos Aurensanz
Un taller de costura, un romance prohibido y un secreto familiar.
Tras la trilogía «Banu Qasi», Carlos Aurensanz firma esta magnífica saga familiar.
Zaragoza, 1950. La joven Julia llega a la ciudad sola y embarazada, fruto de una relación prohibida con un hombre que acaba de morir. Aunque conoce las dificultades que entraña ser una mujer en sus condiciones, el deseo de labrar un futuro digno para su hijo la lleva a montar un salón de alta costura, con la ayuda de Rosita, una joven modista.
Atraídas por su talento, las mujeres de las familias más adineradas de Zaragoza no tardarán en frecuentar el taller para admirar las modernas telas y los vestidos más glamurosos de la época. Será así como Julia conocerá a la familia Monforte y las vidas y los anhelos de quienes trabajan para ellos: el portero, las doncellas, el chofer, la institutriz y la cocinera que, en esos días, se convertirán en su familia.
Mientras Julia intenta esconder el pasado del hombre al que amó y construir un futuro para su hijo, un secreto inconfesable que se había estado oculto durante generaciones en la mansión de los Monforte saldrá a la luz y cambiará para siempre la vida de sus habitantes.
Carlos Aurensanz se consagra como uno de los narradores más talentosos de nuestro país en esta novela en la que, de igual manera que las hebras se entrecruzan en la urdimbre de las telas, la vida cotidiana de los personajes se entrelaza para dibujar el tapiz de una gran historia.
Una novela histórica y personal, que da la visión de una época de España, a través de los ojos y las vivencias de sus protagonistas.
A pesar de lo triste y lo sórdido de algunos de sus capítulos, se lee fácilmente y consigue engancharte durante toda la trama.
No sé si el final es demasiado creíble.
Interesante relato de la posguerra en Zaragoza muy bien ambientado y documentado, que intenta reflejar las contradicciones de una clase dirigente que cuidaba las apariencias ante una estricta moralidad religiosa y de principios nacional fascistas, y que en cambio estaba en gran medida corrompida, enriqueciéndose con el estraperlo, y abusando del alcohol, el sexo, la violencia...
Cualquiera que vea la portada del libro podría esperar una historia dulce, cándida a juzgar por la chica, que se supone es la protagonista, en un taller de costura con una máquina de coser al fondo, rollos de telas, etc.
Sin embargo, nada más lejos de la realidad. La espina dorsal de la trama es uno de los temas más sórdidos de nuestra sociedad que sigue arrastrando hasta nuestros días: el tema de los abusos sexuales, en ese entonces, “del señor adinerado” hacia las trabajadoras del servicio de su casona.
A día de hoy chocan la mayoría de los personajes, incluida la supuesta protagonista que se presenta como una mujer embarazada, con una mente muy liberal para la sociedad del momento, que ha perdido a su pareja con la que no estaba casada, económicamente acomodada, tal que le permite abrir un atelier en el centro de Zaragoza y que se convierte en novedad para las señoras pudientes de la ciudad, pero que entra también en la trampa de aceptar, ella sí, aceptar, esos mismos abusos.
Si el cómo está contada es porque “era otra época”, flaco favor nos estamos haciendo hoy en día si se cuenta algo así con esa ligereza.
Y, el desenlace en el cual se supone que el malo paga por sus actos, es más propio de una telenovela que otra cosa. Aparte de que se necesita lápiz y papel para dibujar la historia del árbol genealógico, el supuesto “final feliz” suaviza, hasta hacerlo casi desaparecer, lo denunciable de lo que se narra.
Ojalá utilizáramos los libros, aunque sea con una historia de ficción, para denunciar hasta el límite las sombras más oscuras de nuestra sociedad, ya sea pasada, presente o incluso futura.