Resumen y sinopsis de Nadie es normal de Jordi Sánchez Zaragoza
Fresco, divertido, original, imprevisible, sincero, así es Nadie es normal, el sorprendente libro de Jordi Sánchez
Una asistenta con incontinencia verbal, unos matones septuagenarios realizando el que creen su último trabajo, un taxista insolente y preguntón, amigos, vecinos, compañeros de reparto, pelotas, pesados…, estos son los variados y característicos personajes que trufan las páginas de este divertido, entrañable y, en ocasiones, surrealista libro de relatos.
Historias de ficción cargadas de humor, salpicadas de ternura, y con un punto de acidez y crítica necesarias con las que el autor igual nos adentra en su mundo profesional, con sus respectivos sinsabores, como nos presenta personajes descacharrantes con la capacidad de enternecer a cualquier lector o escenas tan costumbristas como disparatadas.
Un pintoresco paisaje en el que la invención parece brotar de la cruda realidad, lo improbable se codea con el realismo más mundano y donde las anécdotas están servidas. Un libro para disfrutar.
Divertida y fascinante, Nadie es normal es una antología de relatos breves adictiva, fácil de leer y que deja un profundo poso de reflexión. Es, por tanto, una de esas obras que se te hacen demasiado cortas y que en vez de sorprender por su intrascendencia, lo hace por dejarte pensando mucho sobre la manera que tenemos de vivir nuestra vida.
No conocía a Jordi Sánchez, autor de esta obra. Aunque sería más exacto decir que si, en realidad sí le conocía. Yo, y todos los que alguna vez hayamos visto La que se avecina y conozcamos a Antonio Recio, el pescadero casposo de la serie. Pero no conocía la faceta literaria del actor que da vida a dicho personaje. Como escritor, Sánchez me parece aceptable. Posee un estilo de escritura sencillo, ejecutado con gracia y mucho ingenio. Para ello cuenta con una prosa dinámica con un buen desarrollo, un lenguaje funcional y unas inexistentes descripciones que cuando deciden hacer acto de presencia es mejor que no lo hagan.
Como ya he dicho, Nadie es normal es una curiosa recopilación de cuentos cuyo nexo en común es el mundo cotidiano. Así que Sánchez nos va mostrando una retahíla de pintorescos personajes que llenan sus historias de un humor desbordante, una ternura indescriptible y la pizca de acidez necesaria para realizar una crítica de la sociedad en la que vivimos. A lo largo de las páginas nos vamos encontrando maravillosos personajes con los que nos podríamos cruzarnos a diario por la calle: Maritrini, la asistenta en la cincuentena que ha tenido una existencia llena de batallas y sinsabores, pero también de pequeñas alegrías; Cipriano, matón septuagenario y hombre de los de “antes” que sabe de los golpes que da la vida y, que por ello quiere espabilar de la misma manera a su hijo; una anciana cuya única ilusión es la muerte; un taxista maleducado y caradura, etc. Sánchez disecciona las relaciones humanas, desde la más estrecha hasta la más circunstancial, para demostrarnos que todo lo que nos rodea es absurdo al principio, para después ir revelándose enternecedor, hilarante o sencillamente real. Por eso estas historias no tienen un final. Terminan de manera abrupta, pero abierta. Porque mientras que estemos aquí no hay un final para ninguna de ellas.
En definitiva, Nadie es normal es una novela que destila humor del bueno usando elementos de la vida cotidiana. Así que estamos ante una obra que le gustará a todo el mundo. Sin excepción. Y es que la realidad puede ser igual de hilarante que la ficción. Y, como en esta, también llega el momento de bajar el telón. Así que recordar que nadie es normal del todo y que la vida siempre te da una cal y otra de arena, puede hacer que recorrer el camino sea un poco más fácil.