Resumen y sinopsis de El huerto de Emerson de Luis Landero
«La vida puede ser breve, pero la memoria de lo vivido no se acaba nunca.»
Tras el éxito prolongado de Lluvia fina, Luis Landero retoma la memoria y las lecturas de su particular universo personal donde las dejó en El balcón en invierno. Y lo hace en este libro memorable, que vuelve a trenzar de manera magistral los recuerdos del niño en su pueblo de Extremadura, del adolescente recién llegado a Madrid o del joven que empieza a trabajar, con historias y escenas vividas en los libros con la misma pasión y avidez que en el mundo real.
En El huerto de Emerson asoman personajes de un tiempo aún reciente, pero que parecen pertenecer a un ya lejano entonces, y tan llenos de vida como Pache y su boliche en medio de la nada, mujeres hiperactivas que sostienen a las familias como la abuela y la tía del narrador, hombres callados que de pronto revelan secretos asombrosos, o novios cándidos como Florentino y Cipriana y su enigmático cortejo al anochecer. A todos ellos Landero los convierte en pares de los protagonistas del Ulises, congéneres de los personajes de las novelas de Kafka o de Stendhal, y en acompañantes de las más brillantes reflexiones sobre escritura y creación en una mezcla única de humor y poesía, de evocación y encanto. Es difícil no sentirse transportado a un relato contado junto al fuego.
Memorias, recuerdos, sentimientos. Eso es todo lo que relata en este libro Landero.
Muy agradable su lectura.
Es difícil encontrar un libro con el que sentirme tan identificada. La lectura de El huerto de Emerson lo ha conseguido. Ya lo dice Landero al principio: es un libro no planeado, que se ha ido haciendo solo. El resultado son reflexiones, anécdotas de su pueblo, su infancia, la familia, historias (algunas parecen rozar el realismo mágico)... Con el añadido de sus comentarios a libros y autores. Inserta poemas, fragmentos... A mí me ha encantado y he tenido que reprimir las ganas de subrayarlo todo.
Una lectura que nos hace reflexionar sobre la vida y el paso del tiempo, con relatos de la propia vida del autor.
Con una exquisita prosa, Luis Landero nos cuenta momentos personales de distintas épocas de su vida.
Me gustó mucho leer sobre sus gustos literarios, así como en especial el capítulo de él como profesor y los consejos que daba a sus alumnos para hacer frente a los estudios y a la vida.
Cuando ya parecía que había contado todo sobre su vida, aparece este último libro de Landero, que es como una miscelánea de recuerdos de su infancia, su juventud y sus años como profesor. No faltan las lecturas que marcaron su vida personal y profesional, sus reflexiones sobre el oficio de escribir, sus inquietudes vitales... Es un libro escrito en una prosa impecable, pero en el que, a mi juicio, le ha faltado la emotividad que tenían sus anteriores libros de memorias. Me ha sabido a poco, aunque como él mismo dice en la página 12, "la memoria de lo vivido no se acaba nunca".