Resumen y sinopsis de Simón de Miqui Otero
Este libro es una vida entera. La vida de Simón. Que abre los ojos en un bar, entre dos familias que no se hablan. Que crece buscando a su primo, aquel que le prometió una vida de novela y desapareció. Que aprende lo que es la amistad junto a Estela. Que ensaya en restaurantes de lujo las recetas que aprendió en el bar. Que se finge un héroe en yates y billares. Que se obliga a caminar hacia delante en viajes que son huidas. Que se enamora demasiado y mal. Que pronto se da cuenta de que los héroes no existen, las fortunas lo son por algo y las damas no pretenden que las rescaten. Simón. Que un día vuelve. Vuelve para empezar de nuevo, esta vez de verdad, la novela de su vida. *** Miqui Otero se corona con una de las novelas más conmovedoras y auténticas de los últimos tiempos. Una novela llena de lugares y personas a los que regresar.
Me queda muy buen sabor de boca tras seguir durante 500 páginas y tres décadas la vida de este Simón a quien no podemos comprender sin los influjos de su primo Rico, su amiga Estela o El Baraja, su segunda casa.
No negaré que mi idilio con esta novela no fue un flechazo, no surgió explosivamente con el primer capítulo. Sin desagradarme en ningún momento, le costó engancharme, pero cuando nuestro héroe salta de la adolescencia a la emancipación sus andanzas terminan atrapándome, y de ahí en adelante me tiene a su merced.
Era mi primer encontronazo con Miqui Otero, de quien me ha gustado su curiosa mezcla de lirismo romanticoide con resignado escepticismo. La buena experiencia no cambia mi determinación de escapar de su última obra, que me suena demasiado marciana con la música de una orquesta como protagonista. Esperaré con interés a su siguiente propuesta…
No puedo terminar esta reseña sin citar una anécdota, por lo que tiene también de mezcolanza difícil: recientemente fui al Lluís Companys a ver un partido del Barça; al acceder, un guardia de seguridad registró mi mochila; y, contra pronóstico, alteró su proverbial cara de póker cuando descubrió que llevaba ‘Simón’, y con una sonrisa de complicidad me dijo: ‘Gran libro’. ¡Un segurata prescribiendo literatura a las puertas de un campo de fútbol! Lo que se habrían reído con la paradoja Simón y la madre de Estela…
Literatura novelesca, de corte aventurero y romántico, con ciertos ecos del barón rampante, pero con una elegancia más prosaica o menos trabajada. Novela iniciática pero también de emancipación juvenil, no exenta de su poso sórdido y marginal, no en vano nace y muere en la barriada barcelonesa. Demasiado saltos en el tiempo para una obra que se pretende casi biográfica y que en algún momento, si tiene poco vuelo, puede llegar a hacerse bola. A remiendos o jirones la huida del héroe se va haciendo camino, en un retorno infinito que se dibuja con telégrafo. Por último, el personaje atesora suficiente bagaje cultural como para no pasar de puntillas y de forma equidistante por el conflicto catalán, inserto en la historia un poco a salto de mata, porque yo lo valgo. Pese a todo, regusto agradable, como el que suele legar todo aquello que no cumple aspiraciones.