Resumen y sinopsis de Camino a Macondo de Gabriel García Márquez
Un fascinante recorrido literario a través de las ficciones que contribuyeron a la construcción del espacio mítico de Cien años de soledad.
«...lo que hay entre La hojarasca y Cien años de soledad son unos quince años de fastidiarse mucho, de vivir mucho y de estar pendiente de esto todos los días, tratando de ver cómo eran las cosas.» Gabriel García Márquez
García Márquez sostuvo en diversas oportunidades que para escribir un libro primero había que aprender a escribirlo y, solo entonces, enfrentarse a la máquina de escribir. A él le tomó casi veinte años "vivir" en Macondo, para aprender a escribir ese portento de la literatura de todos los tiempos que es Cien años de soledad. Esta antología, realizada con el ánimo de rastrear la andadura del escritor, compila todos los textos publicados en los que ese universo mítico fue tomando forma. Desde sus apuntes para una novela de 1950 y primeros relatos, hasta La hojarasca, El coronel no tiene quien le escriba y La mala hora en 1966, en lo que supone la efervescente antesala a la creación de Cien años de soledad.
Bienvenido, lector, a este Camino a Macondo.
"Macondo no es un lugar sino un estado de ánimo que le permite a uno ver lo que quiere ver, y verlo como quiere."
Un repaso que se interna en la configuración de una obra excepcional: "Cien años de soledad" (1967), cuyos orígenes se remontan a escritos sueltos donde García Márquez comenzó a dar forma a una idea, a un imaginario perteneciente a sus propios recuerdos, a sus primeras impresiones infantiles, a una percepción de cosas y seres cercanos que dejaron profunda huella en su mente y cuya experiencia vital quiso plasmar a través de la literatura, otorgándole una atmósfera donde el manejo del tiempo, las relaciones familiares y la dinámica introspectiva navegan entre la ficción y la fantasía, pero con la intención de ser tomada también como una realidad, mágica y a la vez presente, a través de lugares y personajes de vidas extraordinarias, como solo el escritor colombiano pudo concebirlos a través de los años, con sus propias certezas, sus demonios internos y la resignación ante el destino inexorable cuya sombra se cierne en cada uno, dejando una estela de soledad que diluye poco a poco el pasado y las cosas que más se estiman.
Este camino para llegar al reino de Macondo se puede apreciar en obras tempranas como La hojarasca (1955), las posteriores La mala hora (1962), Los funerales de la Mamá Grande (1962), además de pequeños relatos iniciáticos (entre 1950 y 1954), en los que ya aparecen referencias al nombre del pueblo y algunos habitantes de la estirpe fundadora de los Buendía. Eran sus "apuntes para una novela" que, luego de varios años, desembocarán en su creación literaria más célebre, la cumbre de un viaje existencial particular que desde niño marcó su vida.
Una compilación de "obras macondianas" que invitan a recorrer nuevamente aquellos hitos, aquellas señales dejadas por García Márquez acerca de su propia historia y su mundo alucinante de lluvia, viento, recuerdos de la última guerra civil, pescaditos de oro, mariposas amarillas, pergaminos misteriosos, epidemias de insomnio y de olvido, entre otros elementos fascinantes inmortalizados por un gran referente de las letras universales.