Resumen y sinopsis de Godos de Pedro Santamaría
Año 376 d. C.
Un nuevo y extraño enemigo ha irrumpido desde las estepas y lo arrasa todo a su paso. Nadie sabe quiénes son, ni de dónde proceden. Es imposible encontrar información sobre ellos en los archivos imperiales; ningún historiador, ningún geógrafo los ha descrito antes. Son hábiles jinetes, menudos, de piernas arqueadas y extraños rasgos, implacables; son los hunos.
Decenas de miles de godos, incapaces de resistir el empuje imparable de esos demonios, se ven obligados a dejar sus hogares y las tierras de sus antepasados. Solo hay una salida: dirigirse a la frontera del Danubio y pedirle asilo a Valente, emperador romano de Oriente, quien acepta: necesita hombres para sus guerras y campesinos que puedan volver a producir cosechas para el Imperio en las fértiles llanuras que yacen abandonadas. A los godos se les prometen esas tierras, trabajo y comida en un lugar que consideran luminoso y próspero. Sin embargo, la codicia de los gobernantes romanos acabará por llevar a los godos al límite, y estos se alzarán contra el Imperio.
Arnulf, un joven godo; Alexandra, una muchacha constantinopolitana, y el propio emperador Valente cobran vida en este intenso relato sobre uno de los momentos clave de la historia y sobre la batalla que, para muchos historiadores, supuso el principio del fin del Imperio romano: la batalla de Adrianópolis.
El concepto "novela histórica" abarca un campo muy amplio, más de lo que a simple vista pudiera parecer. Desde una novela de aventuras, o romántica, con una trasfondo histórico poco definido hasta la narración precisa de un hecho histórico o la biografía "novelada" de un personaje real. Y en medio, todo un abanico de grises. En el caso de "Godos", el autor parece haber hallado el centro exacto de este abanico (en el centro está la virtud, reza el dicho), el punto de equilibrio del concepto de novela histórica.
En las páginas de "Godos", el autor nos novela la primera parte de la larga odisea (larguísima) que habrá de tener este pueblo de origen escandinavo desde que llega a las fronteras exteriores del imperio romano hasta que penetra en él y acaba consiguiendo un lugar en el que asentarse. La mayoría de personajes que aparecen son reales y los ficticios cumplen a la perfección su papel. Los enfrentamientos y batallas, en especial la de Adrianópolis, están escritos con una eficiencia envidiable, y de igual forma está narradas los tejemanejes de la política romana y las tiranteces internas de los godos. Lo justo para que nos enteremos bien sin aburrirnos.
El autor ha dedicado dos libros más a contar la larga epopeya "romana" de los Godos, hasta su asentamiento definitivo en Hispania.