Resumen y sinopsis de Leones muertos de Mick Herron
Los miembros de la Casa de la Ciénaga, adonde los mandos del servicio de inteligencia británico envían a los espías caídos en desgracia, reciben el encargo de proteger a un oligarca ruso de visita en el país que el MI5 pretende alistar en sus filas. Mientras dos agentes son asignados a las tareas de vigilancia, Dickie Bow, un veterano de la Guerra Fría, es hallado muerto en los asientos traseros de un autobús con un críptico mensaje en su teléfono móvil. Y aunque todos los indicios apuntan a un fulminante ataque al corazón, el zafio y corrosivo Jackson Lamb, que reina en la Casa de la Ciénaga, está convencido de que Dickie Bow, un mito del espionaje gracias a su trabajo en el Berlín de los años de plomo, ha sido asesinado. Así, cuando Lamb y sus hombres, sus «caballos lentos», empiezan a investigar, ponen al descubierto una turbia maraña de secretos que parece conducir hasta Alexander Popov, una antigua leyenda soviética y tal vez el hombre más peligroso del mundo. Con una red de células durmientes agitándose por todo el territorio y una infinidad de alarmas a punto de estallar, Lamb hará lo que sea para que su scaballos lentos aparquen los recelos mutuos y venzan a un enemigo invisible capaz de atentar contra el rascacielos más emblemático de Londres.
Segunda entrega de una de las series de espionaje más originales y brillantes, Leones muertos obtuvo el reputado Gold Dagger Award de la CrimeWriters' Association y el premio al thriller del año concedido por The Times, dos reconocimientos que han catapultado al estrellato al irreverente y cáustico Jackson Lamb y su desprestigiada tripulación. Mediante una prosa efectiva, exenta de devaneos retóricos, y una elevada dosis de humor, Mick Herron ha logrado renovar como nadie los cánones del género.
Demasiadas vueltas para llegar a un final que no tiene mucho sentido. La trama es un poco enrevesada.
Los personajes (agentes del MI5 británico apartados) ante un caso de espías de la Guerra Fría.
Podían sacarle más partido al tema.
Cuando se empieza dando muchas vueltas y preparando el terreno, puede que se pierda la perspectiva de lo que se está tramando u ocurriendo y lleguemos a perder el interés. Aquí se salva un poco por los buenos personajes que pueblan la novela, pero el fin último de sus acciones no se tiene claro hasta bastante avanzada la historia, lo que puede que te lleve a abandonar.