Resumen y sinopsis de La Virgen de los Sicarios de Fernando Vallejo
«La Virgen de los Sicarios es una descarnada parodia de la violencia que afectó a Medellín durante el auge del cartel dirigido por Pablo Escobar. Aquí Vallejo se representa como un anciano homosexual de conservadoras costumbres y de espíritu elitista que se dedica a la gramática y que regresa a su ciudad natal después de largos años de exilio en busca de amantes adolescentes y en espera de la muerte. Con humor cáustico describe la ciudad y sus habitantes, nada escapa a su afán desacralizador y a su mirada critica»
Libro muy a tener en cuenta para comprender la trayectoria literaria de Fernando Vallejo.
Ha participado en esta ficha: ERB_Lector
Libro bien narrado y ameno. Fiel reflejo de la época difícil en la Medellín de los sicarios.
No soy un lector timorato, pero nunca me ha agradado el tono de Fernando Vallejo en sus libros. Y éste en particular es crudo, descarnado, resaltando lo más violento y abyecto de Medellín. Definitivamente no es lo mío, aunque reconozco su mérito
Aquí Vallejo escribe sobre la corrupción, la explosión demográfica, el vandalismo, el narcotráfico y todo eso en el ayer y en el hoy interminable de una historia que se repite no solo en Colombia, sino en el caótico laberinto de muchos países que, desde su punto de vista, carecen de pasado, presente y futuro.
Esta novela nos transporta a una Medellín en el medio de un pantano, donde lo único que parece prosperar como la peste es el crimen, en concreto, los crímenes de los sicarios. Niños, varones todos ellos, de doce a diecisiete años, si llegan a vivir tanto, con un revólver en la cintura y balas listas en todo momento. Son asesinos a sueldo con aspiraciones de niños de la calle, con madres abandonadas por el marido a veces, por la vida siempre, sin esperanzas más allá de lo más o menos inmediato.
No hay esperanzas ni futuro en toda la novela, excepto de quien es más hábil en el robar. Los niños matan porque le molesta que silbes, porque eres el enemigo de su padre, de su hermano, de su abuelo que murió a machetazos. Ni las mujeres embarazadas se salvan de las balas de estos sicarios, que le rezan a su Virgen y llevan escapularios en el cuello, la mano y el pie. O rezan todas las noches, o ninguna noche de su vida.
El protagonista, un señor mayor en busca de jovencitos con los cuales ser "generoso" (recibiendo su compañía en público y en privado a cambio), apadrina a uno de estos sicarios, un muchachito llamado Alexis. Un niño que no e más futuro que el que le puede brindar su revólver de seis balas, al que le gusta la música y la televisión, y que no tiene paciencia para leer. Su extraña felicidad dura bastante poco: la violencia no perdona a nadie, y en las pocas páginas del libro (ciento cuarenta) hay cientos de muertes, miles de balas, decenas de sicarios y una decepción constante en una sociedad que chapalea en el barro de la podredumbre humana.
Es un libro deprimente, sin duda, y por momentos se nos olvida que el protagonista podría ser, sin problemas, padre o incluso abuelo de sus "niños". Hay escenas fuertes, ninguna pornográfica, muchas sobre tiroteos y el derrumbe de una sociedad vista por los ojos de quien la ve como inculta, promiscua, inútil, nociva, viciosa y llena de pereza y maldad.
¿La recomendaría? A personas selectas, sin duda. No es para cualquiera.
La virgen de los sicarios que leí al segundo grado y lo encontré divertido, con las andanzas del intelectual homosexual colombiano entre los sicarios de baja estofa.
La virgen de los sicarios, libro publicado en 1994 narra la violencia generada por el narcotráfico de Medellín. El libro fue llevado al cine por Barbet Schroeder en 2000, con una película hispano-franco-colombiana que causó gran polémica en Colombia por lo « truculenta y siniestra » hacia Medellín y todo lo colombiano. Hubo incluso amenazas para no visionarla. Esta controvertida película trata de la descomposición moral y social en una ciudad como Medellín, donde los jóvenes de barrios marginales, son contratados como sicarios por el narcotráfico, para matar de manera deshumanizada, sin conflicto moral alguno, pero al mismo tiempo y muy paradójicamente, mezclar cierta religiosidad en sus actos asesinos. En este contexto de descomposición moral y pobreza, el narcotraficante o capo de la droga, se convierte en un personaje contradictorio, temido y admirado a la vez, en un héroe social que emana de un estrato social bajo e invierte parte de su dinero en la mejora de las condiciones de vida de las clases populares, lo que hace que es percibido como alguien capaz de hacer frente al poder constituido y generar alternativas de supervivencia.
Una descripción fiel de la degradación de la sociedad como resultado de la incustración del narcotráfico en la cotidianidad. Don Fernando Vallejo, resalta desde una perspectiva semiautobiográfica y narración en primera persona, las diferentes causas y efectos de dicha degradación, que lejos de enmendarse, se agudiza permanentemente.
Este libro es de lectura obligada, previa consideración de una mente abierta a leer plasmadas las atrocidades en que uno puede estar inmiscuido incluso indirectamente.
Maravilloso. Duro. Cruel. Portentoso. No deja títere con cabeza. Es una narración atroz del día a día en el submundo de los sicarios, y a la vez, una narración poética, lírica, de soberbias descripciones de sensaciones y amor, y odio, mucho odio hacia las Instituciones, y hacia todo; un desencanto del que ni siquiera el amor logra salvarlo. Es a la vez brutal y tierno. Con un lenguaje que me desborda, que me llega, a pesar de que hay tantas palabras nuevas para mí; pero me atrapa. No he podido dejar de leer; quería saber más y sobre todo, cómo lo contaba, con esas palabras tan precisas que me ponían en el lugar y lograba "ver" con todo lujo de detalles. Cómo me ha hecho ir por donde él ha querido; cómo me ha llevado de la mano a los ambientes y a los personajes (las personas).
Todo un descubrimiento el de este poeta y ante el que caigo rendida.
Excelente libro, describe de manera genial la violencia y deshumanización producidas por las desigualdades sociales en América latina , no sólo Colombia.
Paralizante, aterrador y lleno de una crueldad que está avalada por su propia vivencia de lenguaje humano virulento, este escritor deja ver la sangre sin metáforas, el amor físico en su contexto salvaje pero elocuente, la decadencia del sentido de la existencia en la aceptación de la supresión del otro sin reflexión alguna y sin miramiento. Escritura arrasadora que precisa una firme convicción que no nos deje indiferentes, que a lo sumo, no nos hiera.