Resumen y sinopsis de Tengo un whatsapp de Susana Rubio Girona
Si los polos opuestos se atraen... ¿por qué a veces es tan difícil que se encuentren? Por primera vez en papel el gran éxito autopublicado de Susana Rubio.
Andrea es la señorita prudencia, ella mismo lo dice. No le gustan las aventuras, el peligro y mucho menos el sexo sin sentimientos de por medio.
Víctor es el descaro personificado, o sea, todo lo contrario. Es divertido, bromista... El chico perfecto.
Así que, inevitablemente, se atraen. MUCHO.
Pero los astros no se han alineado correctamente y una serie de fortuitos -y no tan fortuitos- sucesos impiden que Andrea y Víctor disfruten de su historia de... ¿amor?
Aberrante novela perteneciente al género chick-lit, Tengo un whatsapp es una de esas historias en las que no dejas de preguntarte qué drogas consumiste cuando decidiste leerla. Y es que esta obra facilona y tediosa es un tormento insufrible que parece no acabar nunca.
El primer, y posiblemente último, libro de la autora Susana Rubio que he leído me parece nefasto. Rubio es una escritora profundamente mediocre con un estilo de escritura simplón, pesado y ejecutado sin ninguna fuerza o ingenio. Cuenta con una prosa lentísima, desarrollada con muy poco acierto, un lenguaje vulgar y funcional, y unas descripciones que mejor que no hubieran aparecido, puesto que cuando lo hacen te ponen los pelos de punta de los horribles que resultan. Pero si hay algo espantoso de verdad son los personajes. En especial la pareja protagonista. Andrea es una joven estúpida que se pasa toda la novela haciendo cosas que en el capítulo anterior ha jurado (por Snoopy, supongo) que no va a hacer. Y Víctor es el típico dios griego, descarado e igual o más tonto que la chica, que parece ser bipolar. El resto de los personajes oscilan entre lo penoso y lo anodino. Aunque afortunadamente no tienen demasiado peso en la novela.
La historia que debemos de sufrir en Tengo un whatsapp es tan convencional que te dan ganas de reírte, porque llorar no es una opción. Me explico. En esta novela seguimos a Andrea, una chica que tras ser engañada por su novio Marcos decide irse cinco meses a Bristol a cambiar de aires. Pero ahora está de vuelta en España. Y, como por arte de magia, consigue casa y trabajo casi al instante. Y por si esto no fuera poco, también conoce a un bombón, Víctor, cuando va a hacerse un tatuaje (¿?) que, por supuesto, acaba muy interesado en ella. A partir de ahí se establece una historia de amor lenta, aburrida y muy tediosa que pone a prueba tu paciencia. Y es que está plagado de escenas superfluas, diálogos de besugos, sexo a raudales y conspiraciones ridículas que crean una trama difícil de tragar y peor de digerir. Y obviamente con su clásico final “happy ending” de costumbre que te deja una cara de tonto espectacular.
En resumen, Tengo un whatsapp es una obra aburrida que trata el amor desde la misma perspectiva de siempre. Así que solo tenemos una historia llena de personajes carentes de interés que cometen los mismos errores una y otra vez, en parte porque NUNCA se sientan a hablar. Si queréis desesperaros con individuos que parece que le faltan muchísimas neuronas para ser seres humanos adultos funcionales, este es vuestro libro. En caso contrario, es mejor que eliminéis este “whatsapp” de vuestro cerebro y os busquéis lecturas mejores. Algo que tampoco es demasiado complicado...