Resumen y sinopsis de El malogrado de Thomas Bernhard
Reclamado por el suicidio de su mejor amigo, un hombre viaja hasta su antiguo hogar y rememora su común pasión por el piano. Da cuenta de la turbia amistad que les unió, trastocada tras conocer al virtuoso Glenn Gould. A través de sus pensamientos se irá deshilando un discurso en torno a la infelicidad, la existencia y la pulsión nihilista que acompaña una ambición desmedida. Novela que reflexiona sobre el sentimiento ambiguo de admiración y frustración que implica percibir al genio en otro, su desarrollo nos muestra la erosión gradual del carácter de quienes son incapaces de asumir su condición. Pero tras la inflexibilidad despiadada del artista malogrado se desprende una extraña compasión. El estilo preciso de Thomas Bernhard nos adentra sin rodeos en los motivos más complejos de la psicología humana. Ambientado en el contexto de una Europa central ya decaída, este libro también supone una puesta en cuestión de los valores de superación y excelencia tan característicos de nuestras sociedades.
En ésta novela, el autor recrea de manera obsesiva y minuciosa las vidas de tres personajes, a través de un denso monólogo en primera persona por parte de uno de ellos. Ofrece una visión del ser humano muy pesimista, pero para bien o para mal muy acertada, la idea de que el hombre es víctima de sus propias debilidades y limitaciones, de su propia locura, contra la que no puede hacer nada y termina por conducirle a la infelicidad y a la autodestrucción. Es la historia del fracaso y la frustración de alguien que quiere ser un genio, pero no puede conseguirlo y por ello encuentra su vida carente de sentido. Transcurre además en el contexto de una Europa degradada, en un país descrito en términos nada positivos.
No es lectura fácil ni para todos los gustos, la trama no es lineal, sino una constante evocación a veces desordenada en la que abundan repeticiones y digresiones reflexivas, sin apenas pausa. A mí me ha servido para descubrir a un gran escritor al que seguramente volveré a leer.
Aunque Bernhard no sea un autor de fácil digestión, especialmente por ese rasgo tan característico de su estilo que es la repetición, tal vez esta novela sea, junto con sus cinco textos autobiográficos, la mejor manera de entrar en ese mundo de obsesiones y fracasos, en esa despiadada indagación de la naturaleza humana que constituye su narrativa.