Resumen y sinopsis de Trastorno de Thomas Bernhard
Supuso el inicio de la sólida reputación literaria de Thomas Bernhard. Se trata de un relato desarrollado en el clima asfixiante e intenso de un cerrado valle que culmina en el frío castillo de Hochgobertnitz, donde el príncipe Saurau, un noble decadente y patético pero inequívocamente genial, se halla tan próximo a la sabiduría total como a la locura definitiva. Hasta llegar a él, figura culminante de la novela, Bernhard nos presenta un mundo novelesco que -pensando como parábola de la sociedad austriaca- es también la metáfora de «una población básicamente enferma, propensa a la violencia y al desvarío». Esta novela justifica plenamente ese juicio de George Steiner según el cual su autor es «el novelista más original e intenso en lengua alemana».
Bernhard es una suma de contradicciones en sí mismo. El hombre social resulta detestable, pero el individualista recalcitrante no es mucho mejor. Tanto la ignorancia del común de los mortales como la minuciosa labor intelectual de las mentes privilegiadas suponen la misma incitación al suicidio. La primera mitad de la novela contiene párrafos, pero la segunda (ocupada por el extenso y delirante monólogo del príncipe Sarau, típico personaje bernhardiano) es una muestra de ese estilo endiablado, embarullado, típico del escritor. El hijo de un médico acompaña a su padre durante una jornada de visitas a enfermos; pronto descubriremos que la enfermedad que aqueja a los habitantes de la región no es sólo física, sino que parece arraigada profundamente en todos ellos como comunidad. Igualmente, lo que aqueja al príncipe es, tal vez, una locura nacida del aislamiento total y de la incapacidad para relacionarse con sus congéneres, una misantropía apocalíptica que le hace dueño de una extraña lucidez, convirtiéndolo (eso sí) en un ser torturado y nada envidiable, atrapado tras las murallas de un castillo convertido ya en prisión y tumba. Bernhard, como sus protagonistas, no escribe para el lector, no aspira a ser comprendido plenamente, si no es por la forma (más que por el contenido) de sus novelas, que son toda una prueba de resistencia lectora, nada recomendable para blandengues.