Resumen y sinopsis de Quédate conmigo de Ayòbámi Adébáyò
Yejide espera un milagro, un hijo. Es lo único que quiere su marido, lo único que quiere su suegra, y ella lo ha probado todo: duros peregrinajes, consultas médicas, plegarias a Dios. Pero cuando sus familiares se empeñan en buscar una nueva esposa, cruzan el límite de lo que Yejide es capaz de soportar. Y se verá abocada a los celos, la traición y la desesperación.
Con el telón de fondo de las revueltas sociales y políticas de los años ochenta en Nigeria, Quédate conmigo se desarrolla y resuena con las voces, los colores, las alegrías y los miedos de su entorno. Ayòbámi Adébáyò escribe una historia demoledora sobre la fragilidad del amor conyugal, la destrucción de la familia, la desdicha del dolor y los vínculos que devoran la maternidad. Es una novela sobre nuestros intentos desesperados de salvar del desengaño a nosotros mismos y a quienes amamos.
Un melodrama barato y cursi. Eso es lo que me parece, Quédate conmigo, un libro que logra despertar las ganas de leerlo al principio, pero que se hunde según avanzas en la lectura, hasta resultar un cóctel de emotividad y estupidez difícil de tragar y de soportar.
La autora de esta novela, Ayòbámi Adébáyò, es una escritora joven muy prometedora. Ésta es su primera obra y, mal que me pese por la horrenda historia que trata, esta impecablemente bien escrita. Su estilo de escritura es dinámico y elegante, con una prosa ágil, un lenguaje muy cuidado, en ocasiones cercano a la prosa lírica, y unas descripciones aceptables, aunque podrían ser mucho más vistosas. Sin embargo, lo peor de este libro son sus personajes. La autora no ha sabido dotarlos de profundidad psicológica, por lo que resultan planos y muy superficiales. Horriblemente estereotipados no logran transmitirme ni hacerme sentir nada, más allá de un profundo desagrado y un enorme hastío por tener que seguirles.
Quédate conmigo cuenta una historia trágica sobre como las relaciones humanas pueden verse alteradas por el entorno en el que nacemos y vivimos. En este caso, nos situamos en la Nigeria de los años 80. Un país y un tiempo en el que las tradiciones y la modernidad chocan irremediablemente afectando la vida diaria. Es también una época de gran incertidumbre política caracterizada por revueltas y golpes de estado. En este contexto conocemos a un matrimonio joven formado por Akin y Yejide. Viviendo en una urbanización con estudios universitarios y una posición económica desahogada, lo único que podría completar la vida de esta pareja es tener un hijo. Y aquí empiezan los problemas, ya que parece ser que tienen dificultades para concebir. En una sociedad que considera que lo único importante de la vida es tener hijos y que cae en los tópicos primitivistas sobre la maternidad, vemos el impacto que tiene en los dos personajes, la ausencia de niños en su relación, así como la presión del entorno que les llevará a tejer una red de engaños que acabará por destrozar su relación. Como se puede ver la historia es lo más estándar del mundo. Resulta repetitiva y aburrida, porque está cargada de altas dosis de sensiblería que entorpecen la lectura. Y en ese aspecto, el final es lo peor. El desenlace, además de abierto, resulta empalagoso, un intento de redimir una historia que, por momentos, resulta absurda por su excesiva carga emotiva.
En definitiva, Quédate conmigo, es una novela prescindible que trata el manido mundo de las relaciones humanas y la influencia del espacio donde nos toca vivir. Y, aunque debo admitir que la autora no lo hace mal, da rabia que la historia sea tan convencional, sin originalidad o algún elemento diferenciador.
Mi recomendación es que ignoréis el título y hagáis cualquier cosa salvo quedaros con este libro