Resumen y sinopsis de La Nena de Carmen Mola
Vuelve Carmen Mola, el último fenómeno de la novela negra española (150.000 lectores) y su autora más audaz y enigmática, con una entrega aún más revulsiva, violenta y sorprendente.
«Nadie regresa del infierno indemne.»
Es la noche del fin de año chino, empieza el año del cerdo. Chesca, al mando de la Brigada de Análisis de Casos desde hace un año, ha quedado con Ángel Zárate, pero en el último momento este le da plantón. Aun así, ella sale a divertirse, conoce a un hombre y pasa la noche con él. A la mañana siguiente, tres hombres rodean su cama, a la espera de unirse al festín. Y un repulsivo olor a cerdo impregna la estancia.
Después de un día entero sin dar señales, los compañeros de la BAC empiezan a buscar a su compañera. Cuentan con una ayuda inestimable: Elena Blanco, que aunque dejó la policía tras la debacle que supuso el caso de la Red Púrpura, no puede dar la espalda a una amiga. Pronto se darán cuenta de que tras la desaparición de Chesca se esconden secretos inconfesables.
Tras el abrumador éxito de La novia gitana y La Red Púrpura, Carmen Mola regresa en esta tercera entrega de la serie protagonizada por la inspectora Elena Blanco con nuevos e impactantes personajes, y una historia «no apta para lectores sensibles».
Ya con Carmen Mola (quiero decir, con los tres autores que están detrás de ella escribiendo a su nombre) tengo una suerte de relación amorosa establecida. Tercer libro que leo al hilo de ella (ellos), tercer volumen protagonizado por la (cada vez más humana) inspectora Elena Blanco. Es el volumen más personal. Es con él precisamente donde conocemos los demonios de esos personajes que nos han acompañado desde 'La Novia Gitana'. Es un libro cruel, por momentos dejar de leer puede resultar el mejor de las vías a seguir.
El final podría haberse desarrollado de una manera más elaborado, pero no. Los autores decidieron cortar por lo sano y entregarnos un desenlace "pasable" pero efectivo a los efectos.
No obstante, 'La Nena' no deja de ser un thriller trepidante, cercano en cuanto a que ya conocemos a los personajes y es inevitable no padecer con (y como) ellos los acontecimientos agónicos que aquí se desarrollan.
Me quedo con una espinita, hay algo que no me cuadró en la trama. Y estoy seguro que esto se resolverá en las siguientes entregas sobre los casos de la Inspectora Blanco y la BAC.
¿O quizá no?
La que más me ha gustado de la tetralogía. Ritmo trepidante, la historia engancha desde el primer capítulo. Recomendable 100%.
Hay que ver como se escandaliza la gente por dos moscas y unos gusanitos de nada... yo que esperaba apetitosos pasajes y nadar en la abundancia de lo asqueroso... hasta manguitos me había puesto... (mis habilidades acuáticas van por otros derroteros) en fin... como los empalamientos y torturas de Sebastián Roa, no hay nada.
Novela negra de manual, sin cielos que espumeen cristalinos colores bifocales, ni noches que caen como gotas de rocío incandescentes, ni pollos en vinagre (el dicho se refiere a la hermana pero no quiero ser soez).
La narrativa de Mola (le cuelgue o no algo, no sabemos nada del seudónimo) renuncia a cualquier tipo de arabesco, hipérbole o floritura literaria y pone cada letra exclusivamente al servicio de la historia.
O lo que es lo mismo, novela negra de las antiguas.
Aquí el pájaro que vuela, acaba sí o también en la cazuela.
Mucho me equivoco o la trilogía ya estaba planificada desde el principio, pues deja Mola —y ¡¡cómo mola!!— suficiente recorrido para que sus personajes crezcan.
Amén de pintar mi coche de rojo (más vale prevenido que virginal) el texto tiene un ritmo adecuado y, sobre todo, giros inesperados.
Con ello no digo que hayan triples saltos mortales a lo Dan Brown, sino que quien parió la obra, nos engaña continuamente, ahora sí, ahora no, consiguiendo lo más logrado que toda novela policial añora, que el lector vea al asesino en todos los personajes y en sus predicciones, acabe más perdido que el abuelo de Heidi en New York.
La novia gitana no ahonda en costumbres de esta raza, tan sólo un par de referencias culturales que nada tienen que ver con el caso, y que las asesinadas lo son (no sé dónde he leído alguna animalada al respecto, ¡qué memoria!).
Sublime, te atrapa y no te suelta, la tensión narrativa te hace arañar las orejas del sofá, apretar el libro con ansiedad, o pellizcar el brazo de la parienta (allá cada cual con su técnica) que es justo lo que le pido al género.
El alarde de literatura sin la magia del tiempo detenido, está de más.
Eso sí, para aquellos que padezcan de próstata o esfínter... mejor leer con pañal.
Sí, 5 estrellas, las merece.
Si los dos primeros libros de esta saga me parecieron fabulosos, este roza la excelencia y está incluso un escalón por encima. La saga evoluciona, aquí no se centra tanto en la inspectora Blanco, sino en Chesca, una de las compañeras de la inspectora en la brigada. Un drama personal del pasado la pondrá en peligro dentro de un universo rural sórdido y crudo. Tiene más hechos escalofriantes este libro que sus predecesores, consiguiendo que el lector contenga la respiración en más de un episodio. Los personajes malvados están perfilados a la perfección con atributos que me parecieron muy originales. Una obra maestra.
Pues también me ha gustado mucho. Me gusta bastante que no traten de describir situaciones rocambolescas para despistarte, confundirte y que sea el final más inesperado de la historia. Sencillo, entretenido y fácil de leer para disfrutar la lectura. Seguiré la saga.
Sigo en la misma línea que las otras dos, es rápida, adictiva y para mí esta es bastante más dura que las anteriores. Hay que tener en cuenta que los escritores son guionistas de series y películas de televisión, con lo cual lo hacen más fácil para visualizar y meterte dentro de cada escena. Es de las pocas trilogías que he leído seguidas sin aburrirme. Al contrario, quería seguir leyendo. Eso sí, no sé si algún día seré capaz de verla en televisión.
Para mí el más flojo de los tres. La última parte parece escrita con premura y escenas difíciles de entender que distraen al lector.
Hay una regla de oro que es: No decir, sino mostrar. En este libro no muestra nada, solo se limita a decir. A veces me pregunto si no está escrito por un amateur.
El libro continúa con su misma tónica de lectura fácil, sin complicaciones.
Me esperaba más. Después de tanta publicidad que se le ha dado me ha defraudado.
Como este libro en le mercado hay millones.
Al igual que los anteriores de la saga, muy fácil de leer con una acción trepidante, sin tregua, en todos los capítulos ocurre algo. El libro se devora en dos tardes.
Pero también sigue faltando literatura, arte, solo hay mucha acción contada.
El mejor acierto: la Nena y la gata.
Al menos en este los personajes tienen más profesionalidad.
Igual que los anteriores, lo coges y no lo sueltas, trepidantes... La investigación avanza, van ocurriendo sucesos que te atrapan y te tiene en vilo hasta el final. Aunque esta vez el final me ha parecido resuelto con rapidez, podía haber dado muchísimo más de sí y haber explicado algunas cosas más sobre determinados personajes.
Saga fácil de leer, entretenida, pero muy mediocre. Es más fácil empatizar con los malos que con los protagonistas, los cuales se pasan 3 libros haciendo cosas sin sentido tanto en lo personal como en lo profesional.