Resumen y sinopsis de Un destino propio de María Montesinos
El mundo está cambiando y nadie podrá impedirlo. Una sociedad se resiste al fin de una época. Una mujer busca su propio destino.
Algunas novelas tienen el poder de reflejar la vida en todo su esplendor, trasladarnos a una época prodigiosa, captar el instante preciso en el que todo estaba a punto de cambiar. Esta es una de esas novelas.
Micaela es una joven maestra que llega a Comillas, uno de los pueblos más elegantes de la costa cántabra, en el verano de 1883. Allí conoce a Héctor Balboa, un indiano que acaba de regresar de Cuba tras amasar una gran fortuna y está construyendo una escuela para los hijos -y no las hijas- de los aldeanos. Micaela empieza entonces su batalla para que también las niñas puedan recibir la educación que merecen y necesitan, al tiempo que entre ella y Héctor va surgiendo una atracción capaz de derribar todas las barreras.
Ambientada a finales del siglo XIX, en un momento histórico decisivo y lleno de contrastes, Un destino propio nos habla de aquellas primeras mujeres valientes que se atrevieron a alzar la voz contra una sociedad que se negaba a escucharlas.
Muchas veces hemos escuchado lo de adaptar una novela a la pantalla; pues en este caso debería ser lo contrario, la adaptación de una “comedia romántica” a la novela. Esto es “Un destino propio” de María Montesinos.
Una historia simpática de tintes románticos, aunque el trasfondo sea la incorporación que la protagonista, con los medios que tiene a su alcance, quiere inculcar en la sociedad de la época (España 1883-1893), de las mujeres a la educación, más allá de la oferta educativa existente que se limitaba al bordado, caligrafía, y unas pocas de operaciones matemáticas, las justas para llevar las cuentas domésticas del hogar.
Su aventura empieza en Comillas donde es enviada a pasar unas semanas del verano en casa de su tía y primas, y donde ella aprovechará para entrar en contacto con una escuela de señoritas de Santander en la que aspira a trabajar como maestra.
A partir de ahí se desarrolla la historia dentro del micro mundo de la aristocracia de Comillas que se entremezcla con la opresión y el analfabetismo del campesinado, y se mezclan sus ansias de cambiar la educación con una trama de intriga, venganzas y amores entrecruzados que sacan unas risas en más de una ocasión.
A pesar de que la desigualdad de género en la educación nos queda afortunadamente muy lejano, es una oda a todas aquellas mujeres que lucharon por buscar su propio camino frente a lo que la sociedad les imponía y, tal y como termina el libro, saber transformarnos como los gusanos de seda en mariposas que vuelen libres (lo que en el mundo actual se llama “resiliencia”, pero mucho más poético la imagen de las mariposas).
Merece la pena leerlo.