4 novelas chick lit para disfrutar en verano
- El verano incita a desconectar y escoger para nuestras lecturas historias frescas y divertidas.
- Dentro de la novela romántica, el chick lit es una opción estupenda para leer en la época más calurosa del año.
La literatura romántica no es un género estático y único. A ella pueden pertenecer libros de numerosos subgéneros: histórica, contemporánea, erótica, juvenil, de suspense… Entre ellos se encuentra el chick lit, un término que une los términos chick —chica en inglés— y lit —abreviación de literatura—. Tal y como puede intuirse por su nombre, la narrativa chick lit es literatura por y para mujeres; su historia arrancó con la publicación de El diario de Bridget Jones de Helen Fielding, obra de referencia a partir de la cual surgieron muchas otras como Sexo en Nueva York de Candace Bushnell.
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Los abuelos son una de las figuras que más nos marcan a lo largo de nuestras vidas. A ellos, que nos recogían del colegio y disfrutaban viéndonos corretear por el parque, que nos pasaban billetes por debajo de la mesa (no se fueran a enterar nuestros padres), que nos defendían a capa y espada, que nos consentían todo y más… A ellos les debemos, en gran parte, el habernos convertido en quienes somos ahora. Son ellos, con su amor incondicional, sus valiosas lecciones, sus “historias para no dormir” y sus innumerables anécdotas que no nos cansamos nunca de escuchar a quienes más admiramos y respetamos. ¿Cómo no hacerlo sabiendo todo lo que tuvieron que vivir (y sobrevivir)?
La amistad es, junto a otros temas como el amor y las relaciones paterno-filiales, un tópico ampliamente tratado en los libros. No es complicado dar con algunas de las 
El verano es la estación idílica para enamorarse de alguien. Las tardes de risas y helado en cualquier terraza, las vacaciones en el pueblo de nuestra infancia, los paseos interminables en la orilla del mar, las noches eternas, los baños nocturnos en la playa… Los días de verano nos dan esa sensación de paz y desconexión que tanto hemos anhelado durante el transcurso del año.
La novela negra cada vez gana más adeptos en España. Lo que hace de esta narrativa una fuente tan interesante de entretenimiento para el público es que se aleja de la literatura policíaca clásica, en la que el detective o policía que investiga el caso es el eje principal de la narración, para prestar atención a otros aspectos del crimen como son el contexto social en el que se desarrolla —la injusticia y la corrupción, por ejemplo, son temáticas muy presentes en el género— y las motivaciones y conflictos que mueven a los seres humanos a actuar como lo hacen.
Los lectores nos deleitamos con la inmensa imaginación que demuestran los escritores y escritoras al crear una trama de cero. Sin embargo, algunos de ellos no parten de la hoja en blanco, sino que se inspiran en hechos que ocurrieron realmente para escribir sus novelas. Aunque esto pudiera parecer, en principio, una ventaja, se trata de un arma de doble filo: ¿hasta qué punto puede el autor inmiscuir su pluma en una historia verídica sin desdibujarla por completo?
La infancia y la adolescencia son las etapas de la vida en las que conformamos nuestra identidad. Cuando crecemos necesitamos encontrar en el cine, la televisión y la literatura referentes con quienes sentirnos identificados. Solo así podemos dejar de lado la angustiosa sensación de que estamos solos en el mundo, de que nadie está pasando por lo mismo que nosotros y que, por lo tanto, nadie es capaz de comprendernos.
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El boca a boca siempre ha sido una técnica capaz de convertir un libro desconocido en todo un éxito de ventas. Ahora con las redes sociales e Internet de por medio ha aumentado la posibilidad de que una historia se popularice. El más claro ejemplo de ello es BookTok, la comunidad literaria de TikTok en la que sus usuarios recomiendan las novelas que más les gustan a través de vídeos de hasta 3 minutos. Conforme se acrecienta el número de opiniones positivas, más ganas le entran a todo el mundo de leerlas y juzgarlas por ellos mismos. Esto da pie a que se produzca un efecto dominó: un vídeo lleva a otro y en un parpadeo el libro se ha transformado en la sensación del momento hasta el punto de agotarse en librerías y favorecer que se traduzca a otros idiomas.
La lectura ya no está limitada a un único formato. Desde hace años tan pronto puedes leer una obra en físico, como llevarla contigo a todas partes en tu libro electrónico o incluso escucharla mientras realizas las tediosas tareas del hogar. En cuanto a gustos no hay nada escrito: hay lectores que se ciñen a uno de los tres formatos y no hay manera de salir de él, mientras que otros aficionados a la literatura la disfrutan en todas sus vertientes y formas.