Philip K. Dick vuelve de la tumba
Philip K. Dick es uno de los grandes escritores de ciencia ficción de la historia y también, gracias a las múltiples adaptaciones cinematográficas, uno de los más populares. Tanto en sus cuentos cortos (publicados en castellano por Minotauro) como en sus novelas insistía en algunos temas que le obsesionaban: la realidad (como Ubik), la naturaleza humana (Sueñan los androides con ovejas mecánicas) o la identidad (como en el Padre Cosa). Sus obsesiones, bastante influenciadas por el consumo de drogas, o viceversa, cambiaron de tercio tras una experiencia religiosa creyendo que había contactado con una entidad divina; de esta nueva fase surge la conocida como trilogía VALIS; si no has leído antes nada de Dick, mejor empezar por otras obras como Fluyan mis lágrimas, El hombre en el castillo, ganadora del premio Hugo en 1963, o la propia Ubik.
Un sistema de realidad virtual toma consciencia y se rebela a ser tratado como un simple sistema de entretenimiento. Juntamos este argumento con el descenso a los infiernos de Dante y con Fausto y podríamos obtener una novela del Philip K. Dick más clásico. Y así es, en parte. Cuando Dick murió en 1982 estaba escribiendo una nueva novela The Owl in the Daylight (La lechuza a la luz del día) que ahora ha sido recuperada por su mujer Tessa Dick (la quinta del genial escritor) que ha terminado de escribirla esperando haber mantenido “el espíritu” de la obra. La novela ha sido publicada a través del servicio CreateSpace de Amazon, un servicio de publicación bajo demanda ya que no ha encontrado editor que se hiciera cargo de esta obra, lo que da que pensar sobre la posible calidad de la novela, que, recordemos, no está escrita por Dick sino por su viuda, reconvertida así en un trasunto de Christopher Tolkien.
Por lo que ha trascendido de la historia parece que estaríamos frente a una de las novelas “clásicas” de Dick en las que jugaba con maestría con aspectos como la identidad, la realidad o la naturaleza humana, aunque, bien pensado, la inteligencia artificial podría ponerse a hablar con dios y tendríamos un nuevo libro “místico”. Sea como sea, será interesante poder leerla sobre todo si Tessa Dick ha mantenido ese espíritu al que aludía, aunque dudo mucho que estemos ante una obra maestra.
Siempre cabe la posibilidad de que, si ha quedado lo suficientemente simple, algún productor de Hollywood decida llevarla al cine con Nicolas Cage como protagonista, con lo que Philip K. Dick se convertiría en el primer autor del que hacen una película sobre un libro que no ha escrito; seguro que le encantaba.
Philip K. Dick