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Gabriella Campbell (Página 43)

100 novelas que debes leer (y IV)

AutorGabriella Campbell el 18 de mayo de 2009 en Divulgación
  • Descubre los 25 libros imprescindibles para cualquier lector.
  • Encontrarás clásicos de la literatura contemporánea como el Ulises de Joyce o 1984.

Terminamos nuestra lista de novelas recomendadas en Telegraph.es con los últimos 24:

24. Ulises, de James Joyce

Una adaptación muy especial de la Odisea de Homero, y una de esas obras terriblemente densas que parecen determinar si uno es un lector competente o no. Contiene una de las oraciones más largas del idioma anglosajón: nada más y nada menos que 4391 palabras. Muy recomendable para curar el insomnio.

23. Madame Bovary, de Gustave Flaubert

Al igual que el exceso de libros de caballería llevó a Don Quijote a la locura, el exceso de novelas románticas empuja a la Bovary a una perspectiva muy distinta de su matrimonio, el amor, y la existencia en general.

22. Pasaje a la India, de E.M. Forster

Otra novela sobre la oposición Occidente-Oriente. Una falsa acusación pone de relieve la tiranía británica sobre sus dominios en India.

21. 1984, de George Orwell

Orwell, donde se originó la siniestra figura del Gran Hermano (no confundir con el programa de televisión). De cómo la política y propaganda adecuada puede destruir incluso aquello que consideramos trascendental e intocable.

20. Tristram Shandy (La vida y las opiniones del caballero Tristram Shandy) de Laurence Sterne

Publicada en nueve volúmenes a lo largo de varios años, Tristram Shandy resultó ser un inmenso éxito comercial, pero la crítica se ensañó con ella por su extravagancia, una extravagancia que la convirtió en una de las obras satíricas más revolucionarias de su época.

19. La guerra de los mundos, de H.G. Wells

Conocido sobre todo por el pánico que causó al ser radiada por Orson Welles, este clásico de la ciencia ficción es posiblemente la primera novela que describe una invasión alienígena de nuestro planeta. Se ha adaptado cuatro veces al cine, siendo la protagonizada por Tom Cruise y dirigida por Spielberg la más reciente, y la que la crítica habitualmente considera como más fiel al espíritu de la novela (si obviamos que se centra en Estados Unidos en vez de en Inglaterra).

18. Scoop, de Evelyn Waugh

La historia de un pobre periodista novato que es enviado a Etiopía a cubrir la guerra civil se nos presenta como una feroz sátira al mundo periodístico en general, con diversos personajes basados en personas reales del entorno de Waugh.

17. Tess de D’Urbervilles, de Thomas Hardy

El tono trágico de Hardy envuelve la narración de un personaje femenino de destino predeterminado y mucha mala suerte. La brillante prosa del autor complementa a la perfección un argumento basado en la doble moralidad de la relación entre sexos en un entorno rural de inspirado detallismo.

16. Brighton Rock de Graham Greene

Emocionante novela negra del ganador del Nobel Graham Greene. Un estudio sobre la muerte, el matrimonio y la moralidad.

15. El código de los Wooster, de P.G. Wodehouse

El código de los Wooster nos presenta a dos de los personajes más celebrados del autor cómico Wodehouse: el aristocrático Bertie Wooster y su mayordomo Jeeves. Estos personajes se hicieron aún más famosos gracias a la interpretación de Hugh Laurie y Stephen Fry en la serie realizada por la cadena británica ITV.

14. Cumbres borrascosas, de Emily Brontë

Posiblemente la obra más leída de las hermanas Brontë, y considerada un clásico del romanticismo inglés, Cumbres borrascosas mezcla pasión, desigualdad social y entidades fantasmagóricas para presentar a una de las parejas más desafortunadas y complejas de la literatura universal.

13. David Copperfield, de Charles Dickens

No confundáis al protagonista de esta novela con el archiconocido ilusionista estadounidense. La historia del pobre huerfanito adoptado por su tía y rodeado de una serie de personajes esperpénticos a lo largo de su curioso desarrollo personal no tiene ninguna relación con la magia ni con Claudia Schiffer.

12. Robinson Crusoe, de Daniel Defoe

La narración que inició la temática del náufrago en una isla desierta. Robinson Crusoe se encuentra abandonado en un territorio desconocido, donde se dedica a cazar, adoptar mascotas, construirse un refugio e intentar convertir a un nativo al cristianismo.

11. Orgullo y prejuicio, por Jane Austen

Sobre cómo las primeras impresiones no son siempre las que cuentan, y cómo una historia puede adaptarse hasta la saciedad si incluye a Colin Firth como el Sr. Darcy (desde la versión de la televisión británica hasta Bridget Jones).

10. El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha, de Miguel de Cervantes

No podemos decir nada sobre El Quijote que no se haya dicho ya. En un lugar de la Mancha de cuyo nombre no quiero acordarme…

9. La Sra. Dalloway, de Virginia Woolf

Aquellos que hayan leído Las horas de Michael Cunningham (o visto la adaptación cinematográfica), recordarán la historia de Clarissa Dalloway y su relación con el poeta suicida Septimus, si bien en la obra original la narración, en formato flujo de conciencia, se desarrolla en el periodo de entreguerras. Woolf tuvo la oportunidad de publicar el Ulises de Joyce en Inglaterra y la rechazó, y algunos críticos creen ver en La Sra. Dalloway una respuesta a esta obra, que trata temas de feminismo, sexualidad y psicología.

8. Desgracia, de J. M. Coetzee

Con el lenguaje preciso e intenso al que nos tiene acostumbrados, Coetzee explora las consecuencias sociales de la conquista de una estudiante por parte de un profesor universitario que intenta romper los convencionalismos de la sociedad post-apartheid sudafricana.

7. Jane Eyre, de Charlotte Brontë

La historia de la Cenicienta con un amargo giro de acontecimientos, o de cómo una pobre y poco agraciada institutriz enamora a un ricachón gruñón.

6. En busca del tiempo perdido, de Marcel Proust

Una meditación de siete volúmenes sobre la memoria involuntaria, recreada con extraordinario detalle y una prosa elaborada.

5. El corazón de las tinieblas, de Joseph Conrad

Considerada una obra de culto sobre la ambición del colonialismo, Francis Ford Coppola se inspiró en este relato del escritor polaco para crear Apocalypse Now, en un estudio tan intenso como el original de la oscuridad del corazón humano.

4. Retrato de una dama, de Henry James

Las desventuras de la dama estadounidense de Henry James dan una vuelta de tuerca a la clásica novela anglosajona de relaciones sociales en las clases pudientes de finales del XIX. El perspectivismo de James abrió una ventana a una nueva forma de afrontar la narración y los personajes.

3. Anna Karenina, de León Tolstoi

La larga desventura de Anna, que busca la redención a través de los caminos menos recomendables, es, junto con Madame Bovary y La Regenta, una de las historias más conocidas referentes a la tragedia que planea sobre el adulterio.

2. Moby-Dick, de Herman Melville

De forma obsesiva, en una relación de amor-odio, el capitán Ahab busca la ballena blanca que lo dejó sin pierna. Su carácter enciclopédico puede explicar por qué esta novela no gozó inicialmente de éxito comercial.

1. Middlemarch, de George Eliot

La fabulosa recreación de Mary Ann Evans, que escribía con seudónimo masculino, del entorno provinciano de una pequeña comunidad rural inglesa, del ahogo intelectual de su protagonista y de la triste mediocridad del ser humano, se eleva a obra de arte gracias a su amor por el realismo, la creación de personajes memorables y la exposición de cuadros vitales con la maestría de una de las mejores escritoras de la narrativa anglosajona.


Las 100 novelas que debes leer. Índice de artículos

  • Página 1: Las mejores novelas del 100 al 75
  • Página 2: Las mejores novelas del 75 al 50
  • Página 3: Las mejores novelas del 50 al 25
  • PÁGINA 4: Las mejores novelas del 25 al 1


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Sigurd y Gudrun: Tolkien y los Nibelungos

AutorGabriella Campbell el 11 de mayo de 2009 en Divulgación

Sigurd y Gudrun

Es posible que los seguidores habituales del autor del Señor de los Anillos se sientan decepcionados hasta cierto punto por su más reciente publicación póstuma, una epopeya escrita en verso nórdico que se centra en la historia de los nibelungos, hábilmente comentada por su hijo, Christopher Tolkien. Desde luego, La Leyenda de Sigfrido y Krimilda no es para todos los públicos, y no me refiero a las historias de incesto, homicidio y tortura que acompañan a las leyendas germánicas, sino al hecho de que el verso nórdico no es precisamente la forma métrica más accesible y amena para el lector medio versado en la Tierra Media. Desconozco si alguna editorial se atreverá a traducir semejante texto al español, pero sospecho que el traductor tendrá que realizar una labor casi tan monstruosa como la que realizó John Ronald Reuel al adaptar a un inglés arcaico en un verso casi extinto una historia que ni siquiera existe porque, y he ahí el mérito, la creación de Tolkien es una recreación de algo que ha tenido desconcertados a historiadores y filólogos durante muchísimos años.

Si bien ya lo intentó Wagner en su momento creando su propia versión en su tetralogía operística El anillo de los Nibelungos, La Leyenda de Sigfrido y Krimilda (o más bien la leyenda de la relación entre Sigfrido y la guerrera Brunilda) desarrolla una parte de la tradición mitológica nórdica de la que no se han encontrado textos ni apenas referencias. Es un eslabón desaparecido en la evolución argumental de la problemática saga de los Nibelungos, de la que Tolkien bebió además para crear su propio mundo fantástico (por poner un ejemplo claro, el fabuloso y maldito anillo Andvaranaut inspira el Anillo Único, y el tesoro de Smaug en el Hobbit tiene antecedentes en el que guarda el temible dragón Fafner en la Saga Volsunga, en la que se basa el Cantar de los Nibelungos). Aunque todo apunta a determinado arco argumental, en el que el Príncipe Sigfrido, disfrazado como el Rey Gunter, posee a la valquiria y reina de Islandia Brunilda y le entrega el anillo Andvaranaut como regalo o, como lo llaman los ingleses, “linen-fee”, esta actitud traicionera y lasciva de un héroe en toda regla (cuyo cometido era obtener a la valquiria como consorte complaciente para su rey y amigo, no para sí mismo, siendo de hecho un hombre casado) como es Sigfrido no casa con la psicología del personaje en los cantos y referencias que sí se conservan por escrito, y además contradice la versión canónica, fijada por la Saga Volsunga original, de que el anillo era de Brunilda, y que fue robado por Sigfrido para entregárselo a su esposa Krimilda.

Volsunga

Se necesitaba alguien de la talla de Tolkien para recrear este canto inexistente, manteniendo la métrica original (es fabuloso descubrir cómo rescata las aliteraciones y la estructura del nórdico antiguo adaptando al inglés la antigua lengua germánica que se empleaba en los versos éddicos) y de paso solventando numerosos entuertos al resolver ese vacío argumental, arrojando una nueva luz sobre cuestiones como la rivalidad entre Brunilda y la esposa de Sigfrido, Krimilda. Es posible que haya conseguido resolver, hasta cierto punto, uno de los mayores quebraderos de cabeza de los especialistas en tradición escandinava y germánica hasta la fecha: qué ocurrió exactamente en esas páginas arrancadas de un manuscrito encontrado en Islandia, qué sucedió en esa cúspide de una de las tragedias épicas más importantes de la literatura.

Sea como sea, si alguna editorial se atreve a traducir esta obra póstuma (que Christopher Tolkien asegura que encontró completa, en un manuscrito terminado de su padre), esperemos que no cuente con los mismos traductores que la agencia Europa Press, que nos anuncia el lanzamiento de la obra manifestando que la obra puede “repugnar” a los seguidores de Tolkien. De acuerdo, hay escenas que pueden ser un tanto desagradables, pero más que repugnar, sospecho que el efecto que puede tener este libro será más bien el de aburrir, decepcionar o desencantar a aquellos que esperan una nueva historia épica en prosa de uno de los autores más importantes del fantástico universal.

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La Tontología, de Gerardo Diego

AutorGabriella Campbell el 3 de mayo de 2009 en Divulgación

Gerardo Diego

¿Cuántos de nosotros tenemos bajo llave en un cajón, escondido bajo los zapatos en una carpeta vieja en el armario o sirviendo de marcapáginas en algún libro añejo un fajo de poemas de adolescencia que no hemos quemado por pura dejadez? Ya sabéis, el tipo de poema que se escribe cuando, con el corazón dolorido tras el fracaso del primer amor, ignoramos las reglas más básicas de la estética y nos dedicamos al desahogo inconsciente y despreocupado, hilando unos versos que nos hacen encogernos de vergüenza cada vez que nos los encontramos. Si tantos somos culpables de esta gran afrenta, no van a ser menos los poetas famosos, los poetas celebérrimos y canónicos, los poetas, por ejemplo, de la Generación del 27.

Hay que tener muy mala idea para rebuscar en la buhardilla de tus amigos hasta dar con versos terribles para compilar una antología de lo “menos bueno” de su legado. Eso podríamos pensar de Gerardo Diego que, con toda su buena (o mala) fe, consiguió reunir un despropósito de versos de sus colegas del 27 en su curiosa Tontología, donde llega a burlarse de él mismo, definiéndose en la introducción como “tontólogo”. La edición original se publicó en el último número de Lola, suplemento de la revista Carmen, allá por 1928, pero el Centro Cultural de la Generación del 27 ha realizado una reedición para nuestro gozo y disfrute.

El compendio incluye poemas desastrosos de los hermanos Machado, Juan Ramón Jiménez, Enrique Diez Cañedo, Ramón Pérez de Ayala, Pedro Salinas, Jorge Guillén, Manuel Altolaguirre, Federico García Lorca, Dámaso Alonso, Rafael Alberti y del propio Gerardo Diego. La reedición se presentará en la Feria del Libro de Málaga (que comenzará el día 26 de mayo y cerrará el 4 de junio) de la mano de los profesores Francisco Javier Díez de Revenga y Julio Neira. Es interesante señalar que esta reedición, de sólo 350 ejemplares, se ha realizado en la Antigua Imprenta Sur, que era propiedad del poeta malagueño Manuel Altolaguirre

Para ir abriendo apetito os dejamos algunos ejemplos de estos “poemas malos de poetas buenos”. Ni que decir tiene que a algunos de ellos esta edición no les sentó nada bien en su momento (sobre todo en el caso de Juan Ramón Jiménez, que vio en la publicación un ataque directo a su persona):

De Rafael Alberti:

¡Al sur,

de donde soy yo,

donde nací yo,

no tú!

De Antonio Machado:

Ni vale nada el fruto

cogido sin razón…

ni aunque te elogie un bruto

ha de tener razón.

Y de Juan Ramón Jiménez:

¡Mañana de primavera!

vino ella a besarme, cuando

una alondra mañanera

subió del surco, cantando:

¡Mañana de primavera!

Así que ya sabéis, si desconfiáis de vuestra habilidad poética, pensad que hasta los grandes genios líricos produjeron una aceptable cantidad de versos lamentables.

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Libros para el Día de la madre: Propuestas para madres alternativas

AutorGabriella Campbell el 29 de abril de 2009 en Divulgación

Cantante alemana

¿Cansado de las típicas recomendaciones para el Día de la Madre? ¿Harto de que encuadren a alguien tan especial en el saco de amas de casa conservadoras y ñoñas? A continuación enumeramos una serie de propuestas no aptas para la madre tradicional:

La propuesta erótica: Aunque para cualquier hijo corriente el concepto de erotismo va seriamente reñido con el de madre, sí que es cierto que algunos tienen menos problemas que otros en aceptar que la mujer que los dio a luz también es un ser humano con inclinaciones eróticas. Recomendamos, como propuesta alternativa donde las haya, Memorias de una cantante alemana, atribuidas a la cantante Wilhelmine Schroeder-Devrient, una obra publicada por primera vez en 1862 que no ha perdido ni un ápice de su encanto y modernidad. No apto para puritanos.

La propuesta feminista: Ir más allá de las palabras. Rompiendo las barreras del género: edad, sexo, poder, dinero, músculos es una recopilación de ensayos de la interesante activista feminista estadounidense Gloria Steinem. Esta compilación, publicada por la editorial Paidós, comprende una serie de ensayos que van desde la brutal sátira a la que Steinem nos tiene acostumbrados, a artículos íntimos de esta notable mujer. Para un pequeño anticipo del humor de Steinem os dejamos un enlace a una traducción de su famoso artículo “Si los hombres tuvieran la regla”

-La propuesta exótica: Como Japón está de moda, nunca sobra un recetario especializado en sushi y otras delicatessen niponas. Así también encontramos una alternativa para la madre que disfruta de la cocina pero no necesariamente de la lectura. Proponemos Cocina japonesa para occidentales, de Carmen Domingo, que no sólo incluye recetas fáciles de hacer sino también datos de interés sobre las costumbres culinarias que acompañan.

-La propuesta New Age: Aunque libros de autoayuda hay en todas partes, hay quien los colecciona ávidamente, dispuesto a dar un vuelco a su vida cada vez que abre uno. El libro tibetano de la vida y la muerte, de Sogyal Rimpoché, es una de esas obras cautivadoras que sirven para cualquier forma de vida, creencia o religión. Especialmente orientada y explicada para el lector occidental, Rimpoché amplía las enseñanzas del Libro Tibetano de los Muertos para enseñar una nueva perspectiva sobre la vida, el karma, la meditación y la muerte. Una vez leída esta magnífica obra, será más fácil distinguir la paja New Age de las auténticas obras maestras que pueden dirigirnos hacia la auto-superación y la felicidad.

-La propuesta bibliófila: Para aquellas madres para quienes el libro es ante todo un objeto de veneración, podemos decidirnos por accesorios guiados a fomentar esta saludable obsesión. Para los menos pudientes sugerimos un marcapáginas con la inicial de la afortunada, como por ejemplo éste que podemos encontrar en la Casa del Libro, o estos preciosos marcapáginas artesanales con borla incluida en Dawanda. La página web artesanal Etsy también tiene muchos marcapáginas hechos a mano para elegir, entre los que destacamos éste con su propio marco de fotos, o, para los realmente fetichistas, este enganche de hojas steampunk de latón que incluye un mecanismo de relojería completamente funcional.

-La propuesta poética: Incluido en el grupo de poetas conocidos como La Generación del Medio Siglo, Ángel González falleció en enero del año pasado, no sin antes dejarnos un fantástico legado poético recomendable para aquellos que comienzan a aburrirse de Neruda y de Machado. En el aniversario de su deceso apareció la antología La primavera avanza, que contiene lo mejor de sus versos. Con una cuidada edición, como Visor ya nos tiene acostumbrados, cuenta con un prólogo de su viuda, Susana Rivero, y se trata de un compendio de sus poemas más conocidos, aparte de algunos inéditos hasta la fecha, que intentan transmitir una visión en conjunto de la obra lírica de este excelente escritor ovetense.

Y si todo falla, siempre nos quedará El libro de las madres, de Laura Freixas, un excelente recorrido por textos literarios relacionados con la maternidad, acompañado de ilustraciones famosas también de esta temática.

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Libros pasados a Manga

AutorGabriella Campbell el 25 de abril de 2009 en Divulgación

Quijote

A raíz de la curiosa adaptación que se ha realizado de la Biblia al cómic en formato manga, podríamos preguntarnos qué otras obras han gozado (o sufrido) de esta transformación. Un ejemplo sería el de uno de nuestros clásicos más universales, El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha, publicado al estilo manga por Moebius Editora, con guión de Federico Reggiani y dibujado por Sergio Coronel. La editorial argentina especifica que, debido a que originalmente el Quijote se recibió como un libro humorístico y satírico, han intentado mantener ese tono de diversión de la obra original. No es el único gran clásico que ha experimentado esta transformación, ya que Shakespeare sufrió la misma suerte a manos de la editorial Self Made Hero, gracias a una serie de novelas gráficas que interpretaban obras tan conocidas como Othello, Hamlet o Romeo y Julieta. Todas estas novelas adaptan no sólo el aspecto gráfico, sino también el contenido.

Romeo

Así, por ejemplo, en Romeo y Julieta la romántica Verona italiana se convierte en una calle del distrito de Shibuya en Tokio, en la que se enfrentan los Montesco y los Capuleto, violentas familias yakuza. Self Made Hero no es la única interesada en esta obra de Shakespeare, el estudio japonés de animación Gonzo ha creado una visión poco ortodoxa de los jóvenes amantes para ser representada en anime. Esta vez el escenario es Neo-Verona, una especie de ciudad flotante cyberpunk, donde las circunstancias del enfrentamiento Montesco-Capuleto son muy diferentes, pero en el que los principios básicos de amor, destino y tragedia se mantienen.

No sólo de clásicos de la Literatura con mayúsculas vive el aficionado al manga: Yumiko Igarashi realizó una conocida adaptación de Heidi, la niña alpina de Johanna Spyri, que no debe ser confundida con el anime celebérrimo que se emitió en España con el mismo nombre. También tuvo su traslación a las páginas de un cómic japonés Ana de las Tejas Verdes, con el nombre de Akage no Anne. Y si bajamos en la jerarquía literaria podemos encontrar adaptaciones manga incluso de las conocidas novelas románticas de Harlequín, publicadas por Dark Horse. Si por otro lado lo que necesitamos en que nos expliquen conceptos ideológicos densos, qué mejor que adaptar la obra de Karl Marx: así es, El Capital también tiene manga, gracias a la editorial nipona East Press, que ya ha tomado otros clásicos para su transfiguración: el Fausto de Goethe, La divina comedia de Dante, La metamorfosis de Kafka, El Rey Lear de Shakespeare, Así habló Zaratustra de Nietzsche y muchos más.

Ender

Para los amantes de la ciencia ficción que prefieren el cómic americano al manga, Marvel es la respuesta: el guionista Christopher Yost (que ha escrito para New X-Men y Batman) y el dibujante español Pasqual Ferry (que ha dibujado para Adam Strange y Ultimate X Man II) han colaborado en la versión manga de El juego de Ender, de Orson Scott Card. Marvel es toda una profesional a la hora de adaptar libros a cómic: Han pasado por sus manos obras de Stephen King (La Torre Oscura), de George R.R. Martin (Hedge Night) e incluso La Ilíada. También se han apuntado el tanto de trasladar literatura al cómic en Dynamite, al crear una serie dedicada al ingenioso detective de Conan Doyle, Sherlock Holmes, y podríamos enumerar decenas de títulos más que, en un intento de reinventarse, educar, innovar o simplemente divertir, han tomado forma de nuevo dando el salto a la viñeta.

Y vosotros, ¿conocéis más casos de adaptaciones de obras literarias al manga y al cómic?

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¿Qué regalar el día del libro?

AutorGabriella Campbell el 22 de abril de 2009 en Noticias

Rosa

Una de las cosas buenas de tener un día al año en el que acordarnos de los libros es, obviamente, que es una excusa para regalar y recibir libros. Por supuesto que esta no es tarea fácil: tanto encontrar un libro adecuado para regalar como poder poner buena cara a esos libros recibidos que nos hacen dudar seriamente de la cordura del que regala son imposiciones cuanto menos problemáticas. El que es aficionado a la lectura sabe perfectamente quién se ha molestado en indagar acerca de sus hábitos y preferencias, y quién se ha limitado a adquirir cualquier best-seller o clásico canonizado para salir del paso. A continuación detallo algunos libros que no se deben regalar, y otros que probablemente resulten ser un regalo apropiado y agradecido.

Es muy importante tener en cuenta la edad, la formación y los gustos del lector. No podemos, por ejemplo, regalarle El Quijote a un chaval de quince años, ni El Código da Vinci a un licenciado en filología hispánica, por razones obvias. El nivel de exigencia del agasajado es muy importante, no basta con fijarse en la lista de los más vendidos para complacer a un lector asiduo y culto: un truco común es recurrir a colecciones de probada calidad, como las que ofrecen editoriales como Anagrama o Siruela. Con la primera, acertaremos (siempre que no tenga ya ese libro en concreto, por lo que deberíamos adquirir alguno no muy conocido) en cuanto a calidad del contenido, y con la segunda además complaceremos el esteticismo de los lectores más fetichistas. Los libros joya suelen ser una buena inversión para los lectores amantes de la forma: las ediciones limitadas ilustradas son siempre un obsequio excelente, si bien costoso. También es imprescindible tener en cuenta el grado de confianza que tenemos con el agasajado: una edición de lujo de Historia de O posiblemente no sea bien recibida por un compañero de trabajo con el que apenas hayamos cruzado unas palabras. Debemos huir de libros de autoayuda, pueden ser malinterpretados (“¿Trucos para adelgazar?¿Me estás llamando gorda?”, “¿Cómo tener éxito en el trabajo? ¿Me estás llamando fracasado?”, y un largo etc.)., al igual que las obras de autores con agenda política (hace muchísimo tiempo, en mi supina ignorancia, regalé un libro sobre la Guerra Civil de Pío Moa a un historiador, todavía no me lo ha perdonado). Asimismo, si lo que queremos es incitar a la lectura a una persona joven o poco aficionada a leer, debemos evitar obras densas. En resumen, debemos pensar más en los gustos del otro que en los nuestros. Que Guerra y paz nos parezca una obra maestra no significa que los demás vayan a apreciarlo en el mismo grado. Partiendo de estos principios, allá van mis cinco sugerencias para regalar (a otros o a sí mismo) este año en el Día del Libro.

Guia Zombi

-El libro homenaje: Si queremos reivindicar aniversarios, muertes, eventos, etc., de autores y libros del año, qué mejor que recurrir al libro homenaje. La maravillosa Muertes de perro, de Francisco Ayala, que ha cumplido 103 años y de nuevo se alza como candidato para el Nobel, complacerá a lectores todoterreno. Para una lectura más ligera, recomiendo, en honor a Ballard, recientemente fallecido, la sorprendente Super-Cannes.

-El libro anzuelo: Dícese del libro que se usa para enganchar a alguien a la lectura, normalmente a gente joven que huye de los libros debido a las imposiciones académicas (determinados bodrios recomendados en ESO y bachillerato no hacen más que eliminar el más mínimo interés del estudiante por la literatura). Aunque no soy fan de Lucía Etxebarría, tengo comprobado que Beatriz y los cuerpos celestes es un excelente incentivo para las chicas, y que Manual de supervivencia zombi, de Max Brooks, funciona igual de bien para los chicos. Por supuesto lo del género es intercambiable, aunque todavía no he conseguido convencer a un adolescente masculino de la conveniencia de Beatriz y los cuerpos celestes.

-El libro película: Recomendado sobre todo para aquellos que no suelen gustar de la lectura, el haber visto la película (y haberla disfrutado) es una excusa para que el regalo no permanezca en la estantería cogiendo polvo. Obras como Ensayo sobre la ceguera, de Saramago, por mencionar alguna más reciente, o clásicos como Lo que queda del día, de Kazuo Ishiguro o La casa de los espíritus, de Isabel Allende, pueden ser nuestros aliados en esta contienda. Para los aficionados a las películas de ciencia ficción estilo A Scanner Darkly, Paycheck, Blade Runner, etc., tenemos una completa biblioteca de Philip K. Dick donde elegir.

Ballard

-Clásicos juveniles: A diferencia de lo que se suele pensar, El señor de los anillos no es necesariamente el mejor libro para regalarle a un niño. Muchos abandonaron la obra, decepcionados, tras ver las películas. El libro, aun siendo una indiscutible obra maestra de la fantasía, es largo y denso. Tal vez sea mejor empezar con algo de Laura Gallego, C.S. Lewis, George R.R. Martin o J. K. Rowling o incluso presentar al adolescente en cuestión el genial mundo de la novela gráfica: 300, Watchmen, Sin City, son algunos de los títulos que además cuentan con la promoción cinematográfica como apoyo. Por otro lado, algunas editoriales presentan obras dirigidas al público juvenil que no tienen nada que envidiar a las dirigidas al público adulto. Alfaguara dispone de un excelente catálogo que incluye desde Irène Némirovsky a José Antonio Cotrina. Intentemos recurrir a las sagas tipo Crepúsculo sólo en última instancia; cualquier lectura es buena, pero unas son mejores que otras.

-El libro comodín: ¿Qué regalar a alguien a quien apenas conocemos? Desde luego es complicado elegir un título para alguien de quien desconocemos gustos y tendencias en cuanto a la lectura. Si disponemos de un presupuesto generoso, podemos recurrir, como hemos mencionado antes, al libro fetiche, a alguna edición especial de algún clásico no muy trabajoso, como puede ser alguna antología poética no muy alternativa o cualquier obra de Dickens o de las hermanas Brönte, por poner algún ejemplo. Algunas obras recientes están cautivando tanto a lectores profesionales como ocasionales, como es el caso de la trilogía de Stieg Larsson o del autor japonés Haruki Murakami (After Dark, Tokio Blues, Kafka en la orilla…). Y si realmente estamos desesperados, y nuestro presupuesto pasa de generoso a muy generoso, siempre podemos regalar un lector tipo Kindle, y que elijan ellos mismos qué libros quieren para este día tan señalado.

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100 novelas que tienes que leer (III)

AutorGabriella Campbell el 19 de abril de 2009 en Divulgación
  • 100 libros considerados imprescindibles según críticos ingleses.
  • En esta tercera entrega encontrarás autores que ganaron premios Pulitzer o incluso el Nobel.

Seguimos con la lista de libros recomendados en el diario Telegraph, con la tercera y penúltima sección de esta enumeración de cien obras más que recomendables.

49. Las uvas de la ira, de John Steinbeck

Steinbeck obtuvo el Premio Pulitzer en 1940 y el Nobel en 1962, sobre todo gracias a esta novela. Ambientada en los años de la Gran Depresión estadounidense, narra el éxodo masivo de los pequeños agricultores obligados a abandonar sus tierras y a trasladarse a California para trabajar como jornaleros.

48. Ve y dilo en la montaña, de James Baldwin

Baldwin se enfrentó en su obra a una sociedad racista y homófoba, defendiendo los derechos de la comunidad negra y de la homosexual frente a la actitud represora y discriminatoria de la religión cristiana.

47. La insoportable levedad del ser, de Milan Kundera.

Utilizando escenas cotidianas, Kundera ahonda en las dudas existencialistas del ser humano. Esta historia de amor, también una historia de crítica social y filosófica, no llegó a editarse en la República Checa, país de origen del autor, hasta el año 2006.

46. La plenitud de la Señorita Brodie, de Muriel Spark

La Srta. Brodie, profesora de un colegio privado femenino en los años treinta, intenta inculcar a sus alumnas un profundo amor por la vida y el ansia de libertad frente a un entorno rígido de convenciones preestablecidas.

45. El mirón, de Alain Robbe-Grillet.

Considerada un exponente de la nouveau roman, la obra de Robbe-Grillet se mueve en un torbellino de personajes y acciones donde el narrador tiene poco o nada que hacer. La visita de un vendedor de relojes a la isla donde nació es la excusa argumental para un ejercicio de estilo sorprendente y fascinante.

44. La náusea, de Jean-Paul Sartre

Sartre aprovecha esta obra para exponernos los principios básicos de su filosofía, analizando el planteamiento existencialista en forma de diario a través del personaje narrador, Antoine Roquentin.

43. La serie de libros sobre Harry “Conejo” Angstrom, de John Updike.

Iniciada en 1960 con Corre, Conejo, esta serie de obras de Updike se centra en el personaje de Harry “Conejo” Angstrom, obras que le acabaron valiendo el Pulitzer en dos ocasiones. Este personaje en constante huida de sus obligaciones, cobarde y egoísta, se ganó el cariño de varias generaciones.

42. Las aventuras de Huckleberry Finn, de Mark Twain

Considerada la “Gran novela americana”, el viaje de huida por el río Mississippi del joven Huck y del esclavo Tim, donde se ensalza el valor de la amistad y se desarrolla el tema del racismo y el esclavismo, fue una de las primeras obras estadounidenses en utilizar un lenguaje coloquial y espontáneo, correspondiente a la realidad de la época.

41. El perro de los Baskerville, de Arthur Conan Doyle

Posiblemente la obra más conocida entre las protagonizadas por Sherlock Holmes, en la que el conocido detective tiene que hacer frente a un misterioso y aterrador sabueso en el Condado de Devonshire.

40. La casa de la alegría, de Edith Wharton

Wharton contrapone el amor y la convención social en su novela de costumbres de la clase alta estadounidense.

39. Todo se desmorona, de Chinua Achebe

Una de las novelas africanas más leídas en todo el mundo, Todo se desmorona examina la occidentalización del continente africano y cómo éste se transforma poco a poco, enfrentando una tribu indígena a la llegada de los misioneros europeos.

38. El Gran Gatsby, de F. Scott Fitzgerald

En parte crónica de los alocados años 20 estadounidenses, en parte historia de amor, en parte melodrama, la obra de Fitzgerald no deja indiferentes a sus lectores.

37. El custodio, de Anthony Trollope

La primera novela de la serie de Barchester, en la que el protagonista, el reverendo Harding, un hombre aparentemente bondadoso y justo, se encarga de la administración de un asilo. El estilo costumbrista e irónico de Trollope describe con perfección las estructuras sociales de finales del XIX de la clase rural inglesa.

36. Los Miserables, de Victor Hugo

Los “miserables” de Hugo, los maltratados, los perseguidos, los pobres, se dan cita en esta monumental obra del autor romántico francés, a través de las desventuras de un ex-convicto que lucha por su propia redención en un entorno injusto y una suerte cruel.

35. La suerte de Jim, de Kingsley Amis

Un clásico de la literatura satírica inglesa, Amis (tal vez más conocido en España por ser padre del escritor Martin Amis) narra las aventuras de un profesor de historia medieval de una universidad de provincias con un sentido del humor cáustico y crítico que curiosamente acaba otorgándole un final feliz a un personaje mediocre, abúlico y algo alcoholizado.

34 El sueño eterno, de Raymond Chandler

La primera novela de este maestro del género negro, en la que se nos presenta su célebre detective Marlowe. Chandler no empezó a publicar hasta los 51 años, pero a raíz de esta primera obra su éxito se fue consolidando a pasos agigantados, llegando a escribir más de 15 novelas y varios guiones cinematográficos.

33. Clarissa, de Samuel Richardson

Novela epistolar de Richardson que es, además, una de las obras narrativas más largas de la lengua inglesa. Clarissa Harlowe, una joven hermosa decidida a mantenerse virtuosa hasta el final, debe enfrentarse a la manipulación ambiciosa de su propia familia y a la seducción del vengativo y terrible Robert Lovelace.

32. Una danza para la música del tiempo, de Anthony Powell

En homenaje al cuadro homónimo del pintor Nicolás Poussin, Powell desarrolla una saga de doce libros que en España han sido publicados por Anagrama en cuatro volúmenes: Primavera, Verano, Otoño e Invierno.

31. Suite francesa, de Irène Némirovsky

Una narración sobre la vida en la Francia ocupada por los nazis, Suite francesa fue la obra inacabada de una autora judía que murió en Auschwitz. Escritora conocida y admirada por judíos y antisemitas por igual, dejó su manuscrito en manos de sus dos hijas, que lograron huir de la Francia de Vichy y finalmente publicar la obra de manera póstuma, cuando sus padres ya habían sido ejecutados.

30. Expiación, de Ian McEwan

Otra novela sobre la burguesía rural inglesa, sin embargo dotada de un excepcional psicologismo y una prosa exquisita, en un constante examen del amor, la guerra y escritura donde cada uno de los tres personajes principales busca su propia salvación.

29. La vida, instrucciones de uso, de Georges Perec

Otro abanderado de la nouveau roman, Perec nos muestra un rompecabezas compuesto de diferentes escenas de un edificio de apartamentos parisinos.A través de cada vivienda, Perec radiografía no sólo la vida de sus ocupantes, sino la de todo un siglo.

28. Tom Jones, de Henry Fielding

No es una biografía del archiconocido cantante galés, sino de un personaje que su autor considera “un hombre completo”. Novela picaresca del siglo XVIII, retrata la vida de un pobre huérfano que, finalmente, tras múltiples aventuras y peripecias, consigue volver a casa y casarse con el amor de su vida.

27. Frankenstein, de Mary Shelley

La idea del golem, del robot, de la arrogancia del humano al querer emular al Creador, son conceptos que quedan patentes en la trágica historia que nació en las pesadillas de Mary Shelley y que a día de hoy todavía nos produce escalofríos.

26. Cranford, de Elizabeth Gaskell

Cranford es una aclamada mini-serie de la BBC que se estrenó en el 2007 con Judi Dench como protagonista. Sin embargo, antes era bastante más conocida como la novela por excelencia de la escritora gótica Elizabeth Gaskell, acerca de las vicisitudes de un pueblecito en 1840.

25. La piedra lunar, de Wilkie Collins

T. S. Eliot dijo de esta novela que era “la primera, la más larga y la mejor de todas las novelas inglesas modernas de detectives”.


Las 100 novelas que debes leer. Índice de artículos

  • Página 1: Las mejores novelas del 100 al 75
  • Página 2: Las mejores novelas del 75 al 50
  • PÁGINA 3: Las mejores novelas del 50 al 25
  • Página 4: Las mejores novelas del 25 al 1


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El locus: de ficción a realidad

AutorGabriella Campbell el 11 de abril de 2009 en Divulgación

Mundo disco

En el mundo literario es más que habitual encontrarnos con ciudades, países y regiones inventadas que beben de lugares reales; sin embargo es bastante menos común que dichas ciudades, países y regiones adopten nombres procedentes de la ficción. Por ello siempre es llamativo descubrir estos homenajes a los grandes (y pequeños) topónimos de la literatura. Recientemente la ciudad de Wincanton, en la región inglesa de Somerset, ha nombrado a dos de sus calles Peach Pie Street y Treacle Mine Road, en honor a dos célebres paseos de la serie del Mundodisco, una saga de libros del autor británico Terry Pratchett. No es de extrañar, ya que Wincanton está hermanada con la gran capital del Mundodisco, Ankh-Morpork, siendo la primera ciudad del Reino Unido en hermanarse con un lugar ficticio. Gran Bretaña es aficionada a este tipo de referencias, en una de sus estaciones de tren más conocidas, King’s Cross, podemos encontrar una plataforma 9¾ que hace las delicias de todo fan de Harry Potter. La artúrica isla de Avalon también ha sido el origen de numerosos nombres de calles, no sólo en el Reino Unido sino también en Australia y en Estados Unidos.

Capitán Trueno

Nosotros también tenemos nuestros homenajes: en Oviedo existe la calle de Vetusta en recuerdo del burgo de Clarín en La Regenta; esas primeras páginas que nos describen esa ciudad, obviamente inspirada en la capital asturiana, constituyen motivo de orgullo para sus residentes. Pero en España tendemos a poner nombres de escritores a nuestras calles; no solemos llegar tan lejos como para nombrar pueblos o ciudades en recuerdo de hitos de la literatura, el cine o incluso el cómic, como hacen frecuentemente (cómo no), los estadounidenses. El estado de Illinois tiene un pueblecito encantador a orillas del río Ohio llamado Metropolis, como aquella conocida sede de Superman, con un periódico local denominado The Metropolis Planet en honor al Hombre de Acero. La ciudad ya se llamaba así antes de que surgiera el superhéroe, pero ¿por qué no aprovecharse de la coincidencia como reclamo turístico? Aquí no somos tan extremos, pero sí que recordamos a algunos de nuestros favoritos de Ibáñez, como muestran la Calle Rue del Percebe o la Mortadelo y Filemón en Rivas-Vaciamadrid, que parece especializarse en el tebeo patrio (también podemos encontrar la Calle Capitán Trueno o la Calle Zipi y Zape).

Mundo disco

En Holanda han ido más allá: existe un barrio del municipio de Geldrop, a las afueras de Eindhoven, cuyas calles tienen todas nombres de personajes y conceptos de El Señor de los Anillos. Así, uno podría vivir en Legolas 37, o en Galadriel 2. ¿Y qué ocurre cuando un libro inspira algo más que un nombramiento? El libro A travel from Altruria, de William Dean Howells, que versaba sobre una comunidad utópica de carácter altruista, impulsó a una comunidad cristiano-socialista estadounidense a formar su propia Altruria en California en 1894, si bien es cierto que no duró mucho.

Por todo el globo terráqueo estas ubicaciones imaginadas nos inspiran, hasta el punto de que Aracataca, municipio colombiano natal de Gabriel García Márquez, organizó un referéndum para cambiar su nombre a Macondo, en homenaje a la famosa novela de Márquez Cien años de soledad. Curiosamente, los habitantes no mostraron mucho interés, y el municipio mantuvo su nombre original. A veces es cierto aquello de que nadie es profeta en su tierra.

¿Y vosotros, conocéis más casos de lugares literarios que han traspasado la barrera de la ficción?

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100 novelas que debes leer (II)

AutorGabriella Campbell el 4 de abril de 2009 en Divulgación
  • Si eres lector, no deberías dejar de leer estos libros, según The Telegraph.
  • En esta tercer entrega entran clásicos como El tambor de hojalata o El gatopardo.

Seguimos con la lista que ya iniciamos hace unos días sobre la lista de 100 libros que enumeró Telegraph como libros que merecen la pena. Si bien, como ya comentamos en su momento, siguen una línea más o menos anglocéntrica, la selección no deja de ser interesante.

74. Esperando al Mahatma, de R.K. Narayan. Esta novela mantiene el tono ligero y cómico de Narayan, si bien bajo una lectura superficial pueden descubrirse otras lecturas perspicaces sociales y políticas de la partición de la India y su independencia de Gran Bretaña.

73. Sin novedad en el frente, de Erich Remarque. De temática antibelicista, esta obra gozó de una muy popular adaptación al cine, y recrea los horrores de la guerra de la mano de su autor, un veterano de la Primera Guerra Mundial.

72. Reunión en el restaurante Nostalgia, de Anne Tyler. Considerada por su autora como su mejor novela, la obra nos muestra cómo tres hermanos recuerdan su infancia, y cómo los mismos eventos pudieron ser totalmente distintos para cada uno de ellos.

71. Sueño en el Pabellón Rojo, de Cao Xueqin. Interesante y completa novela del siglo XVIII chino, pueden encontrarse los tres volúmenes editados por la Editorial de la Universidad de Granada.

70. El gatopardo, de Giuseppe Tomasi di Lampedusa. Lampedusa envió esta obra a varias editoriales pero fue rechazada, publicándose finalmente de manera póstuma y cosechando gran éxito. Interpretada como una dura crítica social, hizo famosa la expresión “Algo debe cambiar para que todo siga igual”.

69. Si una noche de invierno un viajero, de Italo Calvino. Representante de lo que se conoce como postmodernidad en el ámbito literario, la obra teje una compleja red donde se mezclan los niveles narrativos, creando una especie de muñeca rusa que explora los límites de la comunicación autor-lector.

68. Crash, de J.G. Ballard. Curiosamente, la novela que habitualmente se recomienda de Ballard es Noches de cocaína, pero cualquiera vale para apreciar el tono nihilista y contemporáneo de este excelente autor a caballo entre el realismo y la ciencia ficción. La distopía de Ballard no es la distopía de “qué pasará dentro de miles de años”, sino “qué puede pasar de aquí a una semana”.

67. Un recodo en el río, de V. S. Naipaul. Una novela del ganador del Premio Nobel de 1979, la obra se centra en los cambios que experimenta al crecer una pequeña nación africana (se ha especulado sobre si la obra está basada en Zaire o en Uganda).

66. Crimen y castigo, por Fiódor Dostoievski. Un análisis complejo de los conceptos de culpa y redención. Tras regresar de Siberia, Dostoievski publicó esta novela inicialmente como folletín de doce entregas en la publicación literaria The Russian Messenger.

65. Dr. Zhivago, de Boris Pasternak La historia de un médico poeta atrapado entre el amor de dos mujeres, con la Revolución Rusa de fondo; se trata de una de las novelas políticas más conocidas del siglo XX.

64. La Trilogía de El Cairo, de Naguib Mahfouz. La trilogía de este Premio Nobel 1988 (fue el primer escritor en lengua árabe en recibir este galardón) se compone de las siguientes obras: Entre dos palacios, Palacio del deseo y La azucarera. Aunque fue editada por entregas en una publicación semioficial, en la actualidad esta trilogía está prohibida en Egipto.

63. El extraño caso del Dr. Jekyll y el Sr. Hyde, de Robert Louis Stevenson. Adaptada enésimas veces a diferentes medios, desde el cine (más de 120 adaptaciones) hasta la televisión, la radio y el teatro pasando por los dibujos animados, este clásico de Stevenson analiza la dualidad del ser humano y la eterna pugna entre el bien y el mal.

62. Los viajes de Gulliver, de Jonathan Swift. Aunque muchas veces se ha entendido como una fábula infantil, la obra de Swift es en realidad una dura sátira política y social.

61. Mi nombre es rojo, de Orhan Pamuk. Novela histórica de intriga ambientada en el Estambul del siglo XVI. La obra obtuvo el prestigioso (y bien dotado) premio IMPAC y muestra el choque cultural entre el Islam tradicionalista y las nuevas costumbres occidentales.

60. Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez. Obra cumbre del realismo mágico, recomendamos hacer un diagrama en un papel aparte para no perderse en la magnífica narrativa de García Márquez repleta de incontables nombres y sucesos enlazados en un inmenso árbol familiar.

59. Campos de Londres, de Martin Amis. Esta novela de Amis invierte tópicos en un contexto apocalíptico, de extraño ambiente meteorológico y político, en el que una mujer decide cuándo morirá, cómo y a manos de quién. El autor mantiene su acostumbrado tono mordaz divirtiendo y sorprende al lector una y otra vez.

58. Los detectives salvajes, de Roberto Bolaño. Comparada en ocasiones con Rayuela, de Julio Cortázar, por su carácter desordenado y fragmentario, la obra se centra en la búsqueda de dos personajes de la poetisa Cesárea Tinajero. Las acciones de los personajes no se narran de forma directa, sino a través de testimonios de otros personajes secundarios.

57. El juego de los abalorios, de Herman Hesse. La última obra de Hesse (y la que se piensa que le valió el Premio Nobel de 1946), se basa en un futuro lejano (el siglo XXV) donde una ciudad, Castalia, se dedica por completo al desarrollo intelectual; desarrollo que se lleva a cabo a través de un curioso juego: el juego de los abalorios.

56. El tambor de hojalata, de Günter Grass. La novela de otro premio Nobel (esta vez de 1959), es parte de la trilogía Danzig, ambientada en el régimen nazi, la obra presenta el conflicto del arte y la guerra a través de un singular personaje que, al cumplir los tres años, decide que no crecerá y que permanecerá así el resto de su vida.

55. Austerlitz, de W. G. Sebald. Sebald mezcla realidad y ficción en una extraña y melancólica obra repleta de fotografías misteriosas y de tragedias ocurridas durante y a raíz del holocausto judío. Austerlitz, nombre del protagonista de la novela, es sobre todo una búsqueda de la identidad al ritmo de formas complejas y recuerdos que poco a poco van revelándose.

54. Lolita, de Vladimir Nabokov. El nacimiento de la nínfula como tema erótico, Lolita ha inspirado películas, poesía y múltiples perversiones.

53. El cuento de la criada, de Margaret Atwood. Una de las obras feministas más significativas de nuestra época. Atwood obtuvo el Premio Príncipe de Asturias de Literatura este pasado 2008.

52. El guardian entre el centeno, de J. D. Salinger. A raíz de este libro, su protagonista, Holden Caulfield, se convirtió en un icono para adolescentes problemáticos de todo el mundo.

51. Submundo, de Don DeLillo. Adentrándose en los últimos 50 años de historia de los Estados Unidos, DeLillo parte de un partido de béisbol y nos presenta un recorrido en forma de analgama de anécdotas y hechos. DeLillo es habitualmente definido como un autor irregular, y Submundo no es, ni mucho menos, la mejor considerada de sus novelas. Recomendamos probar antes con Ruido de fondo, una obra más accesible y mejor valorada.

50. Beloved, de Toni Morrison. Una alegoría sobre la esclavitud y el pasado afroamericano que obtuvo el Premio Pulitzer en 1988.


Las 100 novelas que debes leer. Índice de artículos

  • Página 1: Las mejores novelas del 100 al 75
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Anécdotas de escritores (III)

AutorGabriella Campbell el 31 de marzo de 2009 en Divulgación

-El célebre novelista, periodista y abogado francés Paul Tristan, más conocido como Tristan Bernard, se encontró un día con un amigo por el paseo marítimo de Deauville, llevando una nueva gorra de patrón de yate. Cuando su amigo le preguntó de dónde había sacado el gorro nuevo, Bernard le contestó que lo había comprado con lo que había ganado la noche anterior en el casino. Su amigo le felicitó, pero Bernard lo detuvo, lamentándose: ¡Ay, amigo mío, pero con todo el dinero que perdí podría haberme comprado el yate!

-El conocido humorista británico Alan Coren, decidido a publicar un libro, buscó consejo entre sus amigos editores y conocedores de la profesión, quienes coincidían en que los libros que mejor acogida tenían entre el público eran los que versaban sobre gatos, golf o nazis. Enseguida, Coren reunió varios de sus artículos y los publicó bajo el título Golf para gatos. Su portada mostraba un gato con uniforme nazi, con un palo de golf entre sus patas.

-En 2003, el inventor Selmer Bringsjord, del Instituto Politécnico Rensselaer de Nueva York, presentó un programa de ordenador llamado Brutus One que, tras siete años de desarrollo, era capaz de “crear” relatos. Para probar su eficacia, su inventor publicó en internet uno de sus relatos artificiales, junto con tres otros relatos escritos por seres humanos. Sólo un 25% de los 4000 lectores pudo adivinar cuál era el relato creado por Brutus y cuáles eran los escritos por seres humanos.

Chaplin

Esto puede parecer muy impresionante, pero el propio inventor tuvo que admitir que tenía sus limitaciones, aclarando que Brutus One era sólo la primera versión del programa. Según Bringsjord, el programa era un gran imitador de los estilos literarios que le introducían en la memoria, pero que hasta la fecha sólo podía producir relatos de 500 palabras con un narrador masculino y ambientados en el entorno de una universidad.

-Durante un ensayo de una de sus obras de teatro, un joven actor llamado Charlie que ganaba tres libras a la semana le propuso a Sir Arthur Conan Doyle, al que conocemos sobre todo por ser el creador de Sherlock Holmes, que deberían unir sus ingresos y repartirlos al 50% de manera periódica durante el resto de sus vidas. Aunque la propuesta se dijo en broma y a Doyle le hizo bastante gracia, no la aceptó por razones obvias. Su respuesta al joven fue: No creo que eso sea buena idea, Sr. Chaplin.

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