Martin no tenía suficiente con una serie en HBO
Habéis leído bien, el movimiento Canción de hielo y fuego se extiende de nuevo más allá de lo estrictamente literario y se adapta a otro medio, esta vez al mundo del videojuego. En otoño de este año llega Génesis, basada en la muy popular novela de fantasía épica, sexo y gore, Juego de tronos, de George R. R. Martin. Cyanide ha sido la responsable de esta hazaña, y ofrece una experiencia de estrategia, desarrollo y batalla que recuerda a otros RTS (juegos de simulación en tiempo real) como la saga Age of Empire y similares. Sin embargo, lo que diferencia a Génesis de otros juegos del mismo género es, precisamente, su fidelidad al espíritu de Canción de hielo y fuego. El ganador no es, en última instancia, el que más ciudades conquiste o más cultura ostente, sino el que sepa trabajar con mayor precisión la delicada balanza de equilibrios entre las diferentes facciones del juego.
Así, una de las figuras más importantes es el espía, que puede poner a una corte foránea en tu favor, o incluso acabar con la vida de la princesa que ha enviado uno de tus rivales a una corte ajena para conseguir una alianza de sangre. Las posibilidades parecen ser inmensas, conforme te educas en el avanzado arte de la manipulación, la traición y el maquiavelismo en general. Teniendo en cuenta que muchos videojuegos simplemente utilizan el nombre de un producto para garantizar una serie de ventas, sin respetar realmente la esencia de dicho producto, será interesante ver hasta qué punto Génesis ha sabido hacer uso de las herramientas de diplomacia que Martin usa con fluidez en sus libros. Necesitarán un saber hacer original y atractivo, ya que es complicado superar (o incluso igualar), en lo que a narración se refiere, a otros juegos semejantes con toda una historia propia como es Warcraft, que supo atrapar a sus jugadores en una red narrativa mitológica con personajes y razas atractivas. Warcraft, en sus diferentes sabores (MMO, RTS, lo que quieras echarle a Blizzard) a diferencia de Génesis, no se ha basado en una serie de libros, sino que ha originado ella misma toda una literatura de fantasía épica. Como dato curioso cabe señalar que el origen de Warcraft está en un contenido inicialmente desarrollado para Games Workshop, productora de la saga Warhammer y para quien Cyanide también ha creado juegos como la notable y sangrienta BloodBowl.
Como extra, Cyanide ofrece una página web sobre Génesis que explica parte del trasfondo del juego, con anotaciones relativas a las diferentes familias presentes en Westeros (una tierra que el juego ha sabido recrear de manera bastante profesional, con una correcta producción artística). En ella se nos da un avance de lo que parece que será una detallada atención a los personajes y a las características propias de cada una de las grandes casas creadas por Martin.
George R. R. Martin
Juego de tronos. Canción de Hielo y Fuego I