Lecturalia Blog: reseñas, noticias literarias y libro electrónico 112.562 libros, 24.650 autores y 91.943 usuarios registrados

Gabriella Campbell (Página 23)

Arre, caballito

AutorGabriella Campbell el 4 de marzo de 2012 en Divulgación

Equus

Michael Morpurgo es uno de los autores de libros infantiles más importantes del mundo anglosajón. ¿Recordáis que hace un tiempo os hablamos de cómo McDonalds estaba regalando libros con sus menús para niños? Estos libros eran de Morpurgo. También puede que os resulte familiar la película Caballo de guerra, de Steven Spielberg: está basada en una novela de este autor (y en la adaptación de ésta para teatro).

No es el primer libro con un caballo protagonista que llega a la gran pantalla. Los caballos tienen un innegable encanto que parece entusiasmar sobre todo a los más pequeños, ya sea en su versión más edulcorada (como en el caso de franquicias como Mi pequeño pony, que ofrece, además de los conocidos juguetes, libros de cuentos y varias adaptaciones a la televisión y al vídeo) o en la más aventurera, como ocurre con la obra de Morpurgo. Pero también hay historias lacrimógenas que han sabido encontrar su lugar en el corazón de lectores de todas las edades, como demuestra Belleza negra, de Anna Sewell, una reivindicación de los derechos de los animales en general y una loa al carácter de los caballos en particular. La novela de Sewell gozó de gran popularidad nada más publicarse, si bien su autora la escribió ya al final de su vida y sólo pudo disfrutar de su éxito unos cinco meses antes de fallecer. El interés y el respeto de la escritora por los caballos venía de su propia minusvalía; una lesión mal curada en la infancia la había dejado casi paralítica, por lo que dependía de estos animales para su transporte; su empatía con ellos la llevó a crear una obra narrada desde el punto de vista del propio caballo, algo revolucionario para la época. Belleza negra también ha tenido varias adaptaciones cinematográficas, la más reciente data de 1994, dirigida por Caroline Thompson; y también inspiró una serie de animación.

Si nos alejamos del terreno de lo infantil y juvenil, recordamos la llamativa interpretación que realizó Daniel Radcliffe, conocido por su papel recurrente de Harry Potter en las películas basadas en las novelas de J. K. Rowling, cuando decidió dejar atrás su imagen infantil e interpretar el papel principal de la obra Equus, un texto dramático escrito por el británico Peter Shaffer que versa sobre un psiquiatra que atiende a un paciente obsesionado con los caballos de una manera religiosa y sexual. Radcliffe, que contaba con tan sólo 17 años en 2007, interpretó al paciente adorador de caballos, con la escena de desnudo frontal que exigía la obra. La controversia de este acto respondía, con seguridad, a la vinculación del actor con un clásico juvenil, ya que otros actores menos conocidos habían representado dicha escena sin problema desde hacía años. La obra en sí lleva versionándose e interpretándose desde 1979.

¿Cuáles son vuestras obras favoritas con caballos como protagonistas o personajes principales? ¿Estas obras son libros infantiles o para adultos? Esperamos vuestras respuestas, como siempre, en los comentarios al artículo.

Autores relacionados Autores relacionados:
Anna Sewell
Michael Morpurgo
Peter Shaffer
Libros relacionados Libros relacionados:
Belleza negra
Caballo de batalla
Equus

Autor de webcomics bate récord de Kickstarter

AutorGabriella Campbell el 29 de febrero de 2012 en Noticias

The Order of the Stick

Una vez más nos encontramos con el caso de un autor que ha conseguido un éxito importante tras ofrecerle su producto a sus seguidores de manera gratuita. El escritor y dibujante anglosajón Rich Burlew, autor del webcomic The Order of the Stick (La Orden del Palo ), no tenía muchas esperanzas cuando creó su proyecto de crowdfunding en la popular web Kickstarter, una página dedicada a financiar todo tipo de objetivos gracias a la colaboración económica de sus visitantes (en España tenemos algunos equivalentes, como Verkami o Lánzanos). Burlew necesitaba reunir 57,750 dólares (43.341 €) para financiar su primer gran proyecto impreso. Ya había publicado algunos libritos sueltos de tiras del cómic, pero no podía permitirse los elevados costes de impresión de una publicación mayor. Así que imaginaos su sorpresa cuando empezó a ver que las cifras subían y subían; finalmente, se ha cerrado el proyecto con una recaudación de 1.254.120 dólares (más de 940.000 €), batiendo el récord de la web estadounidense en el apartado de proyectos de cómic.

Lo llamativo de todo esto es que ninguna de estas personas necesitaba comprar la obra de Burlew para leerla, ya que la ofrecía en línea de modo totalmente gratuito. Como bien apunta el autor, el éxito de su recaudación no proviene de personas que quieren pagar por un producto que ni siquiera sabrán si disfrutarán, sino de aficionados que ya han leído el cómic, saben que les gusta y quieren poder obtenerlo en papel (por no hablar de los múltiples y divertidos extras que ha ido ofreciendo a sus donantes, desde imanes para la nevera hasta tiras especiales cada vez que se superaban determinadas metas). Burlew contaba con un público inmenso que o bien ya conocía su obra, o que llegaba a ella por recomendación de sus seguidores acérrimos. Este seguimiento se ha traducido en una cantidad increíble de dinero que proporcionará a sus lectores todo tipo de material y que además, no hay duda de ello, habrá hecho sentirse al escritor y dibujante muy pero que muy satisfecho. The Order of The Stick, un cómic de dibujo muy sencillo basado en rol tradicional y en videojuegos tipo RPG de género épico-fantástico, no ha contado con una gran campaña de márketing, ni es el mejor webcómic disponible en el mundo virtual, pero por alguna razón se han confabulado factores positivos de todo tipo que han contribuido a que Burlew obtuviera mucho más de lo esperado. Como cualquier autor o músico podría confirmaros, conseguir el objetivo en Kickstarter o cualquier web similar no es, ni mucho menos, fácil.

Esto no significa, por supuesto, que el crowdfunding sea la panacea del mundo cultural (al fin y al cabo, suele ser más fácil atraer a grandes masas de seguidores produciendo un superventas tópico que creando un producto arriesgado y de calidad), ni que ofrecer tu obra de manera gratuita te asegure una exposición rentable (cada vez son más los autores que optan por este recurso). Pero sí que es un síntoma más de las nuevas direcciones en las que apunta el complicado mundo editorial.

¿No más secuelas para El Padrino?

AutorGabriella Campbell el 28 de febrero de 2012 en Noticias

El Padrino

Ya que últimamente parece que el tema de los derechos de autor (y lo que los herederos hacen con éstos) está más que candente, llama la atención otro caso de disputa entre los familiares de un escritor ya fallecido y otras instituciones interesadas en su obra. Hablamos nada más y nada menos que de los herederos de Mario Puzo, a quienes se acusa de haber incumplido el contrato que Puzo firmó, allá por 1969, en el que le concedía derechos sobre la creación de nuevas producciones audiovisuales y literarias relacionadas con su novela El padrino a la productora estadounidense Paramount, la misma que llevó su obra al cine bajo la dirección de Francis Ford Coppola.

Parece ser que Paramount autorizó la publicación de una secuela literaria de la novela de Puzo, la obra El padrino. El regreso de Mark Winegardner, publicada en 2004 por la editorial Random House. No parece que autorizaran, sin embargo, la siguiente obra de Winegardner, El padrino. La venganza, en 2006, un texto que Paramount considera que ha dañado la reputación y la integridad de la obra original. Todos los rumores apuntan a que los herederos de Puzo tienen planeado autorizar una tercera secuela, titulada The Corleone Family (La familia Corleone), y Paramount amenaza con llevar el asunto ante la justicia.

Por otro lado, Bertram Fields, el abogado de Anthony Puzo, hijo del escritor y representante de la familia, asegura que se le notificó en repetidas ocasiones a Paramount que se publicaría la novela (que aparecerá en mayo de este año) y que la productora no había presentado ninguna objeción, por lo que la demanda de este gigante del cine le ha resultado del todo inesperada. Define como “escandaloso” que una empresa que, según Fields, ha obtenido decenas de millones de dólares de la obra de Puzo, ataque directamente a “los niños” del escritor. El abogado también ha declarado que el contrato en cuestión no impedía posibles secuelas a la obra original. Por otro lado, Paramount afirma que los hijos de Puzo se han lucrado todo lo posible con imágenes obtenidas de las propias películas, permitiendo el uso del famoso logotipo de una mano de marionetista en todo tipo de artículos (videojuegos, software, ropa, etc.), sin solicitar permiso en ningún momento de la productora.

Es difícil saber en estos casos quién puede llevar razón. Si bien la existencia de un contrato que obligara a Puzo y a sus herederos a cederle todo tipo de derechos para posibles secuelas y películas a Paramount parece muy abusivo por parte de la productora, tampoco es rara la ocasión en la que son los herederos de un autor los que abusan de los derechos de su obra; puede que no hayan hecho lo correcto al permitir la creación de productos mediocres por simple avaricia, conscientes de que Paramount no se atreverá a pararles los pies por miedo a una repercusión mediática que podría favorecer a los que son, en apariencia, más vulnerables. Sea como sea, sí que resulta triste que una gran empresa se crea con más derecho a representar la imagen e integridad de una obra que la mismísima sangre de su sangre.

Autores relacionados Autores relacionados:
Mario Puzo
Mark Winegardner
Libros relacionados Libros relacionados:
El Padrino
El Padrino. El regreso
El Padrino. La venganza

Cierra Literatura Prospectiva (I)

AutorGabriella Campbell el 25 de febrero de 2012 en Noticias

Literatura Prospectiva

El día 17 de este mes de febrero la página web Prospectiva nos sorprendió con un artículo donde detallaba su próximo cierre, ofreciendo explicaciones y aclaraciones al respecto y despidiéndose de todos los lectores que hemos seguido el proyecto desde hace tres años. Prospectiva se centraba en el mundo de la literatura especulativa, cubriendo sobre todo el género de la ciencia ficción, si bien también encontrábamos referencias a la fantasía y al terror, y ofrecía todo tipo de información vinculada a estos ámbitos, además de textos literarios.

Hemos tenido la suerte de poder entrevistar a dos de sus editores, Ignacio Illarregui y José Ramón Vázquez, que nos han dado apuntes muy valiosos sobre el funcionamiento de este tipo de portales literarios y el entorno de la ciencia ficción en España.

-En primer lugar, quiero daros la enhorabuena y las gracias por haber trabajado, junto a los anteriores editores y todos los colaboradores, para ofrecernos contenidos de calidad en el ámbito de la ficción prospectiva. Ahora que podéis volver la vista atrás con cierta objetividad, ¿hay algo que os habría gustado hacer de modo diferente, algo que habríais cambiado desde un principio?

JRV: Poco puedo decir del principio porque en realidad yo empecé como un colaborador puntual, con una columna llamada “El follonero” cuando todo estaba montado. Era una columna en la que, básicamente, denunciaba todo aquello que me parecía que funcionaba mal en la ciencia ficción. Las polémicas más grandes de la web han estado relacionadas con esa columna y por lo visto a muchos disgustaba su tono corrosivo hasta el punto de no querer ver su nombre “mancillado” por su presencia. Hoy no sé si la repetiría, pero sí que sé que no me arrepiento y, es más, estoy orgulloso de ella aunque reconozco que es posible que sin ella tal vez se hubiera logrado aumentar la masa de colaboradores (aunque lo dudo). Quizá en retrospectiva el fallo más grave que tuvo la web fue la autoimposición de una actualización diaria. Durante mucho tiempo condicioné mis lecturas y casi toda mi producción escrita a la web para cumplir con esa exigencia. Tal vez una periodicidad más relajada habría sido más asumible.

II: A mí sí me habría gustado leer más entregas de tu columna. Arrojaban aire fresco en un mundo que, tradicionalmente, siempre ha sido de una seriedad mortal (364 días al año; el 28 de diciembre era otro asunto). Me da envidia el mundo del cómic, con estómago para esos acercamientos iconoclastas.

Entre los aspectos que no hemos sabido cuidar, hay dos que me gustaría destacar. La inclusión de nuevos colaboradores que aumentasen la diversidad de opiniones; aunque poco a poco hemos incorporado nombres nuevos, el número siempre ha sido pequeño y por detrás de los que dejaban de colaborar. Y haber hecho una página visualmente más atractiva e introducido una faceta más social. Hemos pecado de demasiado 1.0 en estos tiempos 2.0.

-El cierre de Prospectiva coincide con la reciente clausura de la editorial de género NGC Ficción!, en un entorno en el que quedan cada vez menos pequeñas editoriales concentradas en la literatura especulativa. Obviamente vuestros motivos son muy diferentes pero, ¿creéis que es un mal momento para el género fantástico, más allá de la obvia situación de crisis económica en general?

II: Para nada. Hace años que los temas y las técnicas habituales del género fantástico, y particularmente la ciencia ficción, se han convertido en habituales en las mesas de novedades. Son tratados por autores tanto de dentro de género como de fuera. Ha aumentado la diversidad y la calidad de las obras. Hay muchos ejemplos en la actualidad. El primero que me viene a la cabeza es Kelly Link, una autora de la que se llevaba hablando años en el entorno aficionado pero ninguna editorial se había atrevido a publicar: escribe relatos, su ficción no se mueve por los terrenos que más gustan al aficionado tradicional… Ha tenido que ser Seix Barral la que reparase este olvido publicando Magia para lectores. Paolo Bacigalupi, Graham Joyce, Patrick Rothfuss, un clásico como William Gibson… cada vez son más los escritores que escapan del microuniverso de las colecciones especializadas.

Sí que es cierto que esto, y un entorno editorial cada vez más hostil, han complicado la supervivencia de las pequeñas editoriales. Es doloroso en el caso de NGC Ficción! porque ponían especial cuidado en su labor editorial. Pero si llegar al lector ya resulta de por sí complicado, se convierte en una quimera cuando tus libros apenas se ven en los puntos de venta y se habla poco de ellos en los canales de comunicación que pueden empujar a los lectores.

JRV: Hay una boutade de Norman Spinrad que define a la ciencia ficción como todo aquello que se publica en una colección de ciencia ficción. Precisamente uno de los objetivos originales de Prospectiva era hablar de esos libros que aparecen en colecciones generalistas y hablan de clones, extraterrestres y sociedades futuras. La literatura prospectiva, según la definió Julián Díez, uno de los fundadores de la web, es aquella parte de la ciencia ficción que se preocupa por temáticas más alegóricas frente a los argumentos más aventureros o la especulación científico-tecnológica a la ciencia ficción. Por recurrir al ejemplo cinematográfico, Gattaca o Blade Runner frente a La Guerra de las Galaxias. En ese sentido sí estoy de acuerdo con Nacho en que el género prospectivo vive un gran momento. La ciencia ficción en el sentido clásico del término, en cambio, está casi desahuciada.

NGC Ficción!, por sus características, estaba en tierra de nadie. Más próximo a la CF que a la prospectiva en estética, aunque el único título que llegó a sacar de CF (y primero de la colección) era más cercano a esta última. Si se suma a una apuesta arriesgada a los problemas mencionados por Nacho y se salpimenta con una escena en la que hay más cocineros que comensales sucede lo que le ha pasado con NGC. Era curioso darse cuenta de los gestos de duelo generalizados por redes sociales. Muchos lamentaban más haber perdido una editorial de referencia en la que poder publicar sus obras que el no poder leer nuevas novelas que merezcan salir en ese sello.

II: Sobre estas lamentaciones, me pregunto cuántos han apoyado el proyecto antes del cierre, comprando sus novedades.

Autores relacionados Autores relacionados:
Graham Joyce
Kelly Link
Paolo Bacigalupi
Patrick Rothfuss
William Gibson

Libros de dietas, ¿qué se nos viene encima?

AutorGabriella Campbell el 24 de febrero de 2012 en Noticias

Dietas Milagro

Mientras aquí en España (y en una parte significativa del mundo) todavía intentamos ignorar la campaña publicitaria del omnipresente Método Dukan (sobre la que, por razones de espacio, no hablaré, pero respecto a la cual aconsejaría un prudente vistazo a la opinión de la OCU), que la encuentra poco o nada recomendable, en Estados Unidos, país de vanguardia en todo lo que se refiere a autoayuda, autoengaño y esoterismo variado, líderes en el llamativo arte de producir libros sobre absolutamente cualquier cosa que se nos ocurra, comienzan a aparecer las obras dedicadas a la dietética que se llevarán, a la última moda, en estanterías de todo el mundo para la próxima temporada.

Y digo dietética por decir algo, ya que no son muchos los autores de este tipo de libro que puedan presumir de un título serio de nutrición. El New York Times ha señalado en concreto tres que prometen grandes ventas, por lo menos en el mercado anglosajón. Como siempre, algunos son más sensatos que otros, exponiendo consejos prácticos, cuidados y útiles para lo que parece que es el objetivo único de toda mujer (y muchos hombres): perder peso. Otros, sin embargo, no tanto.

De primeras, ninguno de los tres títulos recomendados parece ofrecer nada nuevo, pero tampoco anuncian el ansiado efecto milagro que acompaña a tantos libros de éxito. En Bread is the Devil, la nutricionista (hasta con letritas de esas al final de su nombre que indican un título universitario) Heather Bauer nos ayuda a identificar nuestros diablos, es decir, aquellas pequeñas cosas que comemos sin pensar en el daño que nos hacen y que son las que realmente contribuyen a que engordemos (Bauer habla del pan, de las patatas que no se ha comido tu hijo, o de comer cuando estás aburrido o estresado. Asumo que da por sentado que de lo de la hamburguesa triple con helado todos los días te habrás dado cuenta por ti mismo). Parece sobre todo indicado para personas sin problemas de alimentación graves, con leve tendencia a engordar, y pueden ser útiles sus consejos que ayudan a encontrar nuestro punto débil y darle solución.

Por otro lado, nos encontramos con la obra The Lean: A Revolutionary (and Simple!) 30-Day Plan for Healthy, Lasting Weight Loss, de la ex-modelo Kathy Freston, que utiliza conceptos del mundo de la economía, enumerando además pequeños hábitos útiles para sustituir los menos saludables que hayamos podido adquirir a lo largo de nuestra vida. Teniendo en cuenta que Freston suele abogar con firmeza con el veganismo, no sabemos hasta qué punto será práctico su sistema para los omnívoros. Y por último, la periodista Eileen Daspin, que en The Manhattan Diet expone cómo se percató de que todos sus amigos de Manhattan estaban delgaditos, y asegura que su secreto es comer en casa, cocinar porciones pequeñas y andar mucho. En resumen, poca comida y mucho ejercicio, un concepto… ¿novedoso?

Más allá de que estos libros realmente no parezcan introducir ideas revolucionarias en el mundo de la alimentación, se agradece que hagan hincapié en la idea de crear hábitos de nutrición a largo plazo frente a la fea costumbre a la que nos tienen acostumbrados estos supuestos expertos de ofrecer dietas insanas que prometan una pérdida de peso estrafalaria en un tiempo mínimo.

Libros relacionados Libros relacionados:
El método Dukan ilustrado: Cómo adelgazar rápidamente y para siempre

No hay gatos en Copenhague… ni paz para el legado de Joyce

AutorGabriella Campbell el 21 de febrero de 2012 en Noticias

Los gatos de Copenhague - James Joyce

No ha pasado mucho tiempo desde que os hablábamos de la liberación de los derechos de autor del escritor irlandés, y ya nos encontramos con una nueva polémica al respecto. Y es que las leyes de copyright son, cuanto menos, complicadas. Sabemos que todas las obras publicadas de Joyce ahora están libres de derechos, por lo que cualquier editorial o particular puede reproducir su texto, ¿pero qué ocurre con las obras que estaban sin publicar?

Parece ser, según leyes de propiedad intelectual aplicables en la República de Irlanda, que una vez liberados los derechos de autor de un escritor, el primero en publicar un texto inédito de éste adquiere nada menos que 25 años de derechos sobre dicho texto. Y esto es precisamente lo que ha ocurrido con The Cats of Copenhagen (Los gatos de Copenhague). Allá por 1936, el escritor de Dublineses tenía por costumbre mandarle cartas a su sobrino, Stephen James Joyce. Tras enviarle, junto a una carta anterior, un gato de juguete repleto de caramelos, Joyce se trasladó a Copenhague y descubrió que era imposible encontrarle algo similar en la capital danesa, por lo que le escribió una carta que incluía un relato que explicaba por qué no había gatos en dicha ciudad. Este relato fue donado, con el tiempo, por un familiar de Joyce a la Fundación James Joyce de Zúrich, donde ha permanecido hasta la fecha. La Fundación ofrecía acceso libre a estudiantes, investigadores y a cualquier lector interesado en Joyce, y seguramente por esto le ha tenido que molestar de un modo especial que alguien se dedicara a fotografiar o copiar a mano el cuento en cuestión para luego correr a publicarlo con ánimo de lucro… obteniendo además el ansiado beneficio de los 25 años de derechos que parece ofrecer la ley en Irlanda. Esto es lo que ha llevado a cabo la editorial Ithys Press, que anuncia la próxima publicación de una edición limitada e ilustrada del relato, cuyo precio oscilará entre 300 € y 1,200 € por libro, según la versión.

Más allá de la conveniencia de ofrecer una obra dirigida al público infantil a precios tan elevados, la Fundación se lamenta del hecho de sentirse robada y estafada, ya que ellos mismo prefirieron no publicar la obra por el momento debido a la complicada situación legal que la rodeaba (no queda muy claro si la liberación de derechos atañe del mismo modo a obras inéditas, por lo que ni siquiera es seguro que Ithys Press pueda llevar a cabo su publicación de manera completamente legal). Y no hay que olvidar que contamos con más jugadores en esta partida; conociendo el pasado belicoso de los herederos directos del escritor, es más que probable que lleven a cabo alguna acción legal contra la editorial. Tal vez si Ithys no hubiese insistido en hacer de un cuento infantil un libro joya tendrían más simpatizantes (al fin y al cabo, mejor compartir la obra y permitir que llegue al público lector, ¿no?), o si el abuso de la buena voluntad de la Fundación suiza no fuera tan obvio. Por ahora, los únicos que podrán decidir acerca del futuro de este relato serán los especialistas en leyes, aquellos que sepan navegar los farragosos mares de la propiedad intelectual.

Autores relacionados Autores relacionados:
James Joyce

Libros con música

AutorGabriella Campbell el 20 de febrero de 2012 en Divulgación

Cielo Rojo Banda Sonora

Cada vez se hace más popular el fenómeno del booktrailer, el anuncio (generalmente vía internet) en forma de vídeo de un libro a punto de publicarse o recién estrenado. Concederle algún tipo de acompañamiento visual, y sonoro, a la esencia de una obra escrita se convierte en un añadido muy interesante para muchos lectores, dejando el suficiente margen a la imaginación como para suplir el resto (a diferencia, por ejemplo, de las adaptaciones cinematográficas, que nos imponen su propia visión de un texto). Del mismo modo, cada vez es más común que los escritores, sobre todo los novelistas, busquen “bandas sonoras” que puedan complementar sus libros.

De la magia y el poder de la música ya saben mucho los poetas, que llevan siglos utilizándola para acompañarlos en sus recitales. El ritmo musical es un extra muy útil para el texto poético: las repeticiones de sonidos, los cambios de velocidad, las pausas… son todas herramientas de las que hacen uso tanto músicos como poetas, cuyo objetivo no es del todo distinto, pues al fin y al cabo la poesía es lo más parecido que podemos encontrar a una música textual. Por supuesto es indiscutible la influencia que sostiene la música sobre otros géneros literarios como el dramático, pero por lo general estamos acostumbrados a disfrutar de nuestras novelas favoritas en absoluto silencio (aunque hay quien lee con música de fondo, y por otro lado, ¿quién no se ha imaginado alguna vez una melodía para acompañar las mejores escenas leídas?). La influencia de lo musical es, empero, poderosa, y llega también (ha estado llegando desde hace tiempo) al género novelístico.

Del mismo modo que algunos videojuegos crean páginas web con contenido relativo a la trama del juego, algunos autores ofrecen enlaces en sus libros a auténticas bandas sonoras para acompañar su lectura. Este es el caso, por ejemplo, de David Lozano, quien con su trilogía de La puerta oscura obtuvo una excelente composición musical gracias a la iniciativa de su editorial de convocar un concurso para crear una melodía para sus libros. Los ganadores, el grupo almeriense Sweet Paine 78, obtuvieron como premio la grabación de su obra, y la oportunidad de interpretar su tema, “El Elegido”, en la Sala Caracol de Madrid. Parece que a Lozano le gustó la experiencia, ya que para su siguiente libro, Cielo rojo, contó con una compositora y cantante estadounidense para crear todo un acompañamiento musical, bajo el nombre de “Rebecca Welsh” (una de las protagonistas de la novela). El escritor se muestra más que satisfecho con el resultado, al igual que sus lectores.

Por otro lado, no es necesario una composición única y exclusiva para cada cosa que leamos. Gracias a la aplicación BookTrack, disponible para teléfonos móviles, PC y Mac, podemos comprar libros digitales que incluyen acompañamiento musical inteligente. La música de estos e-books se acompasa al ritmo de lectura de su usuario, es decir, aprende a adaptarse al lector, por lo que no resulta intrusiva. Ha recibido valoraciones muy positivas, y aunque por ahora cuenta con un catálogo muy limitado (algunos clásicos anglosajones y un relato de Salman Rushdie), ofrece títulos a precios muy bajos o incluso gratuitos, y esperemos que poco a poco amplíe su oferta a otros idiomas para que también podamos disfrutar de esta iniciativa en nuestra lengua.

Autores relacionados Autores relacionados:
David Lozano Garbala
Salman Rushdie
Libros relacionados Libros relacionados:
Cielo rojo
La puerta oscura: El viajero

Los satélites del libro

AutorGabriella Campbell el 19 de febrero de 2012 en Divulgación

Dickens leyendo

En Lecturalia hemos publicado una serie bastante completa de artículos que analizan el proceso completo de producción de un libro, desde su escritura hasta su venta, explicando la función de todos los profesionales que suelen intervenir en dicha cadena, desde agentes literarios hasta encargados de prensa. Pero de lo que no somos conscientes por lo general es del negocio que se genera alrededor de ese proceso, un negocio relativo a los servicios complementarios por y para el escritor, que pueden ser útiles, necesarios o simplemente absurdos.

El escritor Ewan Morrison comentaba hace poco en un artículo para el periódico británico The Guardian que le resultaba sorprendente que la publicación de su obra The End of Books, un ensayo sobre el futuro del libro en una industria cambiante, le procuraría mayores ingresos que sus propios libros de ficción. Morrison se mostraba asombrado de que, a pesar de contar con un reconocimiento aceptable para sus obras, su ensayo, de una naturaleza mucho más práctica, producía una avalancha continua de invitaciones a conferencias, congresos y lecturas; evidentemente la industria editorial estaba muy interesada en lo que tenía que decir, pero también los propios escritores, preocupados por los cambios que están afectando a su ya de por sí volátil profesión. Morrison apuntaba, con gran acierto, que estamos en un momento burbuja en el que crece de manera exponencial la demanda de información para escritores en estos tiempos inciertos: las librerías, sobre todo las virtuales, están llenas de libros que explican cómo crear y vender un libro electrónico.

Algo parecido ocurrió (y hasta cierto punto sigue ocurriendo) con las bitácoras online. Si bien sólo hay una decena de personas en el mundo que pueden haberse hecho millonarias con su blog (y gran parte de ese dinero proviene de ofrecer cursos, conferencias y actos similares, por no hablar de ventas de productos afiliados), se produjo una explosión de manuales para crear blogs de éxito. Ahora que los blogs parecen entrar en declive frente al poder de atracción de las redes sociales, surgen obras especializadas, unidas también a conferencias, talleres y cursos, dedicadas a enseñar al escritor a promocionarse a través de éstas. Uno no puede dejar de preguntarse si los escritores que realmente han obtenido un gran número de ventas gracias a las redes sociales estaban apuntados a estos cursos o si han recurrido a a) un talento natural de márketing o b) un spam tan insidioso y pesado que todo el mundo ha acabado comprando su libro sólo para poder respirar tranquilo. Por no mencionar que los escritores que han conseguido un alto volumen de ventas a través de las redes sociales son, realmente, muy pocos, y deben su éxito más bien a conceptos novedosos de venta e ideas de promoción muy originales y creativas.

El escritor se halla sujeto a la caza y captura al igual que lo está el ciudadano medio. El mercado está repleto de libros sobre cómo enriquecerse en cinco minutos, perder ocho kilos en tres días o encontrar la felicidad en los posos del café, ¿cómo no iban estos mismos productores de libros en cadena aprovecharse de esta burbuja de la que habla Morrison? Y cuando la burbuja explote, cuando el mercado esté saturado y/o el escritor decida que no necesita ocho manuales de cómo vender millones de libros a base de anuncios en Tuenti, no importará: siempre habrá un nuevo campo que explorar.

Un proyecto ambicioso. El canon occidental convertido en cómic

AutorGabriella Campbell el 18 de febrero de 2012 en Noticias

Quijote - Erdogan

No es extraño encontrarnos con novelas gráficas o cómics que son adaptaciones directas de otras obras literarias (poemas, novelas, o incluso teatro). Introducir imágenes en el texto original, o, de hecho, cambiar el propio texto para concederle una fluidez en consonancia con dichas imágenes, suele producir resultados interesantes, sobre todo cuando se cuenta con un artista excepcional. Cada vez es más común contar con adaptaciones al cómic de obras de éxito, como una forma más de darle salida el mercado (como ocurre, por ejemplo, con las novelas cortas de George R. R. Martin), pero también se producen versiones especiales, dotados del toque personal de artistas fabulosos como Lucy Knisley, que abrevió en divertidísimos cómics-póster su visión de Harry Potter.

Pero imaginaos que tuvieseis que adaptar el canon occidental. Ahí queda eso. Primero, decide qué libros vas a incluir en este “canon” (parece ser que se han incluido también algunas obras del canon oriental). Acto seguido, escoge ilustradores. Y entonces prepárate, porque con tres volúmenes, de 1.334 páginas en total, igual te quedas corto.

Pues esto es exactamente lo que se les ha ocurrido a la editorial Seven Stories, que ha contado con algunos de los mejores dibujantes de nuestro tiempo para crear un compendio de grandes obras, reducidas cada una a un máximo de 16 páginas. Los artistas han recibido vía libre para adaptar el texto a su gusto, y algunos se habrán tenido que pelear por su obra favorita, ya que hay dos o tres libros que se repiten (caso del siempre popular Moby Dick). Seguramente habréis oído hablar de Robert Crumb, de Bill Sienkiewicz o Hunt Emerson; nombres de lujo para un proyecto ambicioso que promete. Los títulos de los tres volúmenes ya indican algunas de las obras adaptadas: From the Epic of Gilgamesh to Shakespeare to Dangerous Liaisons (De la Epopeya de Gilgamesh a Shakespeare a Las amistades peligrosas); Kubla Khan to the Brontë Sisters to The Picture of Dorian Gray (De Kubla Khan a las hermanas Brontë al Retrato de Dorian Gray); y From Heart of Darkness to Hemingway to Infinite Jest (De El corazón de las tinieblas a Hemingway a La broma infinita). Da gusto ver que se incluirán también obras contemporáneas, como da a entender que mencionen la obra de Philip Roth, y sabemos asimismo que veremos adaptaciones de clásicos (El Genji Monogatari o El libro tibetano de los muertos entre otros) y modernos asiáticos (Haruki Murakami con Crónica del pájaro que da cuerda al mundo). Figurará, por supuesto, nuestro Quijote, para el que se utilizará la adaptación que ya realizó en su momento el difunto Will Eisner. Los editores encargados del proyecto aseguran que se les ocurrió la idea al ver una novela gráfica basada en la obra de Kafka, y que su intención es crear un compendio de obras trascendentales, al estilo de los famosos manuales Norton, que expresen la literatura a través de un medio más visual.

Autores relacionados Autores relacionados:
Franz Kafka
George R. R. Martin
Haruki Murakami
Philip Roth
Robert Crumb
Libros relacionados Libros relacionados:
Crónica del pájaro que da cuerda al mundo
La novela de Genji

Malas críticas, buenas ventas

AutorGabriella Campbell el 16 de febrero de 2012 en Divulgación

Malas críticas

En un sentido ordenado y lógico, uno podría pensar que una obra literaria que sufriese de una recepción crítica nefasta no tendría ninguna oportunidad en el mercado. Pero en el extraño mundo de la oferta y la demanda, resulta que suele cumplirse ese viejo dicho, “toda publicidad es buena”. Parece ser que lo importante es generar mucho ruido, sea del tipo que sea. Las reseñas, críticas y opiniones negativas a veces son, precisamente, lo que incita a otros lectores a adquirir un libro. O tal vez nos encontramos con libros que suscitan polémica, ya que enfrenta de manera enfurecida a sus grandes detractores (que expresan su desprecio de manera contundente) con sus más fieles defensores.

Y si no, que se lo digan a la Sra. Meyer, ya que Crepúsculo goza de un estatus que el escritor medio no envidiaría: es el líder en lo que se refiere a malas críticas. Stephanie tiene 669 valoraciones mínimas (de una estrella) en Amazon.com, seguida por escritores muy populares como Stieg Larsson (Los hombres que no amaban a las mujeres), George R. R. Martin (Dance of Dragons), Kathryn Stockett (Criadas y señoras), Sara Gruen (Agua para elefantes), Janet Evanovich (Explosive Eighteen), Christopher Paolini (Legado), Deborah Harkness (El descubrimiento de las brujas), Suzanne Collins (Los juegos del hambre) y la mismísima J. K. Rowling (Harry Potter y la piedra filosofal). Todos estos son grandes nombres superventas, lo que nos da a entender que lo que le gusta a la mayoría no tiene por qué gustarle a todos. De hecho, lo que gusta a la mayoría con frecuencia produce un efecto vengativo, producido por la envidia, el ansia por ejercer de abogado del diablo o, en algunas ocasiones, gozar de una capacidad crítica sana que permite distinguir texto de baja calidad producido en masa de auténticas obras de arte destinadas a pasar a la posteridad. Y es importante diferenciar los medios de crítica. La reseña media de páginas como Amazon o similares no suele más que una opinión de consumidor, mientras que otros medios especializados se centran más en una crítica elaborada y razonada del libro. O debería ser así, ya que la crítica profesional y la opinión media en internet (ya sea a través de páginas de compra, blogs o redes sociales) mantienen límites de distinción cada vez más difusos.

Y si reflexionamos más sobre el asunto, podríamos preguntarnos… ¿y si esas mismas críticas negativas son las que impulsan a comprar una obra? ¿Cuántos de vosotros habéis hojeado Crepúsculo, intrigados por la acumulación de mala leche en su contra? A veces, nos puede más el “¿será tan malo como dicen?” que el “¿será tan estupendo como aseguran?”. La curiosidad y el morbo son factores poderosos a tener en cuenta en el fastuoso mundo de la mercadotecnia. Sólo esto puede explicar el éxito de fenómenos como el tema “Friday” de Rebecca Black, la atracción de un vídeo de un niño alemán pegando gritos, o el hecho de que obras como Crepúsculo, la biografía de Miley Cyrus o El Código da Vinci, obras que encabezan la lista de peores obras en la biblioteca virtual GoodReads, sean también los más vendidos.

Autores relacionados Autores relacionados:
Christopher Paolini
Deborah Harkness
George R. R. Martin
J. K. Rowling
Kathryn Stockett