Bien, ni que decir tiene que de Stieg Larsson se ha hablado bastante. Demasiado, quizás, pero la verdad es que hacía mucho tiempo que no teníamos un episodio así, y sobre todo no dentro del género negro. Su trilogía sigue estando entre los libros más vendidos y es posible que la cosa siga así durante un tiempo, sobre todo cuando en Estados Unidos terminen el remake de las películas suecas basadas en las novelas.
Aunque se acaba de publicar también la biografía no autorizada escrita por su «amigo» Kurdo Baski, y estamos a la espera de que su viuda también nos regale con sus propios recuerdos, la verdad es que nadie había dicho nada de la relación de Larsson con la ciencia ficción.
No, no tiene nada que ver con las capacidades innatas de Lisbeth Salander convertida en un Ender el Xenocida capaz desde vérselas cuerpo a cuerpo con unos moteros hasta introducirse en un sistema encriptado mientras toma mojitos en una bonita isla. La verdad es que en la Biblioteca Nacional de Suecia se han llevado toda una sorpresa al encontrar en una donación corriente unos textos firmados por Larsson.
Los documentos venían de una antigua revista de ciencia-ficción llamada Jules Verne Magazine y que allá en los años 70 fue la elegida por un joven Larsson de 17 años para mandar sus manuscritos para que se los publicaran. No hay más información al respecto -todavía no los han leído en profundidad- y ahora se espera qué decide hacer la familia poseedora de los derechos de la obra (el hermano y el padre, ya hemos hablado del conflicto por la herencia) pero, por lo que parece, es más que probable que estos textos de anticipación permanezcan en el olvido: sería muy cruel que un trabajo tan primerizo fuera puesto a la venta por miles de coronas suecas, bien en subasta o en edición…
De todas formas no es más que una anécdota de alguien que mantuvo su carrera literaria en secreto, ya que las novelas de Millenium salieron tras su propia muerte. ¿Qué más cosas puede encerrar ese portátil desaparecido que dicen, se rumorea, alberga un libro casi terminado? ¿Lisbeth Salander en el espacio exterior? Seguro que a Larsson le habría gustado un último capítulo con Blomkvist como Flash Gordon y Salander como la hija delgada del malvado Emperador Ming.
Vía: AFP