Cuando un autor, novel o no, termina por fin su obra, comienza un proceso que puede ser igual de largo y mucho más frustante: conseguir la publicación de la novela.
Para lograrlo contamos con diversas opciones a la hora de colocar la novela y, a lo largo de las próximas semanas, vamos a repasar las más importantes, empezando por la más conocida: la edición a través de una editorial tradicional.
Sin duda, el sueño de la mayor parte de los escritores es conseguir que una editorial, a ser posible grande y con buena distribución, se interese por su original. Para ello, si no cuenta con un agente, que suele ser el caso mayoritario, ha de pasar por el trámite de hacer llegar la novela a la editorial. Por lo tanto, hemos de seleccionar aquellas que se consideren más adecuadas, es decir, que puedan estar interesadas en el tema que les ofrecemos. Es aconsejable registrar la obra en el Registro de la Propiedad Intelectual antes de mover el texto, no es complicado, resulta relativamente barato y nos puede ahorrar algunos problemas en el futuro.
El primer paso, que parece obvio pero que se olvida en muchas ocasiones, es comprobar en su catálogo comercial, que es posible que podamos encontrar en Internet, si nuestra novela encaja en su línea editorial: por mucho que nuestra novela sea el nuevo Ulises, si se la enviamos a una especializada en literatura juvenil, sólo vamos a conseguir perder el tiempo, hacer perder el tiempo a los demás, y que nuestro original termine en la papelera.
Una vez seleccionadas las editoriales hemos de comprobar si aceptan originales. Algunas cuentan con servicio de recepción, otras en cambio únicamente aceptan aquellos trabajos que han solicitado; hay otras que piden una reseña y si les interesa pasarán a solicitarnos el original, aunque eso no garantiza ya la publicación. Existen editoriales que no aceptan manuscritos, seleccionando sus obras por la contratación directa con el autor o a través de ciertos concursos, de los que ya hablaremos en otro post más adelante.
Si la editorial acepta originales o reseñas hemos de seguir al pie de la letra las indicaciones de envío, en el caso de que las haya. Todas las editoriales son exigentes pero pocas dan datos concretos. De todas formas, es interesante adjuntar una carta de presentación con nuestros datos, una breve biografía, una reseña completa y una línea de concepto (tagline en el lenguaje cinematográfico) que defina lo mejor posible nuestra obra, teniendo en cuenta que lo que pretendemos es vendernos pero siendo comedidos.
Una vez enviados los originales sólo queda una cosa por hacer: esperar. Si nos rechazan la novela o nos dan la callada por respuesta, no hay que caer en la depresión: siempre hay más editoriales y más opciones. En caso de ser seleccionado, tampoco nos hemos de dejar llevar por la euforia y firmar a lo loco cualquier cosa: hay que revisar muy bien el contrato de edición. Existen modelos estándar y sus cláusulas han de estar bien claras. En cualquier caso siempre es aconsejable conocer los requisitos mínimos que han de cumplir. Para ello os recomendamos la siguiente web: escritores.org donde podéis encontrar diferentes recursos interesantes.