El barómetro de hábitos de lectura y compra de libros de la Federación de Gremios de Editores, nos permite ver cual es el comportamiento lector en nuestro país. Se elabora desde 2001 dando cuatro estudios, uno anual, con 16.000 entrevistas, y tres trimestrales, con más de cinco mil entrevistas. España es el único país de Europa que realiza los estudios trimestrales, lo que permite un seguimiento más minucioso. Y, como cualquier estudio estadístico, tiene muchas tablas y datos que hacen las delicias de periodistas y blogueros. Veamos como ha ido el segundo trimestre de 2009.
La tasa de lectores se sitúa en el 54,7%, entre lectores frecuentes, es decir, de lectura diaria o, al menos, semanal, y lectores ocasionales que leen alguna vez al mes. La subida es muy ligera respecto al mismo período del 2008 en los frecuentes y baja, también ligeramente, entre los ocasionales, para quedarse sin variación. Lo mismo podemos decir de los no lectores, que siguen siendo un 45.5% de la población. Entre los motivos para leer, la gran mayoría, un 74%, lo hacemos por entretenimiento, aunque, como destaca el estudio, entre la población más joven es común leer por motivos de estudio, es decir, por obligación, con un 53.4% de lectores obligados entre diez y trece años, y 39.6% entre los de catorce y dieciocho.
Como viene siendo habitual, las mujeres, con un 59.1%, son más lectoras que los hombres, con un 50.1%, y por tramos de edad destaca el grupo entre catorce y dieciocho años, con un 72% (dato que puede resultar espectacular sino se tiene en cuenta el factor “motivos de estudio” del que hemos hablado antes) y va disminuyendo por poco a poco por franjas de edad hasta los de más sesenta y cinco años, cuando el índice lector baja hasta un triste 19.5. También, como suele ser habitual, a mayor nivel de estudios, mayor nivel lector.
Así mismo, hay una marcada diferencia entre el mundo rural, poblaciones menores de 10.000 habitantes, y las grandes urbes. Este hecho, tal y como indica el estudio, tiene mucho que ver con la mayor concentración en las poblaciones pequeñas de personas sin estudios y de población de la tercera edad.
Un dato que me ha llamado bastante la atención es el referente a la lectura de cómics, que, con un 51% de lectores entre la franja de diez a trece años, va disminuyendo con la edad con una remarcable diferencia entre sexos: va cayendo hasta un 25% hasta los diecinueve y se mantienen así hasta los cuarenta y cuatro, mientras que ellas bajan hasta un 23% hasta los diecinueve y se sitúa en un paupérrimo 8% desde entonces. La enseñanza de esto es clara: hay que regalar más cómics a las adolescentes.
Hablando de regalos y de compras, es aquí donde se nota un descenso importante y una de las conclusiones básicas del estudio: se compran menos libros. Casi diez puntos cae la compra de libros desde el segundo trimestre de 2008, para situarse en un 34.1%.
¿Y qué es lo que compramos? De eso hablaremos en otro post.
(Valencia, 1973) Bibliotecaria y eterna estudiante, vive rodeada de gatos y libros, siempre en busca de un buen asesinato.